¿Quién puede matar a un niño? (Narciso Ibáñez Serrador, 1976)
Reseña de Pau Ensenyat:
¿Quién puede matar a un niño? es una película de 1976 dirigida por Narciso Ibáñez Serrador y escrita por él mismo y Luis Peñafiel basada a la vez en la novela de ficción El juego de los niños de Juan José Plans.
La película narra la historia de Tom y Evelin, una pareja extranjera que viaja hasta España para veranear durante su luna de miel. El pueblo escogido por estos turistas es la región de Benahavís, un municipio español de la provincia de Málaga con la intención de alquilar un barco hasta la isla ficticia de Almanzora.
Cuando los protagonistas llegan a su destino se llevan la sorpresa de que ésta se encuentra vacía por la excepción de algunos siniestros niños.
La locura se desata, los hijos de Almanzora parecen haber desarrollado un instinto natural para atacar a los adultos (nada más empezar la película vemos imágenes documentales de los horrores que hemos contemplado a lo largo de la historia, pertenecientes a Auschwitz, la guerra de Vietnam, la guerra de Corea, entre otras; y de cómo los niños siempre han sido las víctimas inocentes de la tragedia). La lucha de nuestros protagonistas por la supervivencia llegará a ser de extrema dureza.
El encargado de la dirección fotográfica fue José Luis Alcaine, nacido en Tetuán (Marruecos) en 1938. Inicia su andadura profesional en un laboratorio fotográfico de su ciudad natal. En 1962 ingresa en la Escuela Oficial de Cinematografía de Madrid, dónde se diploma en 1966. Ese mismo año, comienza a colaborar en cortometrajes junto a jóvenes directores recién licenciados. Su luz se caracteriza por ser de elaboración suave, pero con fuertes contrastes; muy expresiva y generadora de volúmenes.
Alcaine es conocido por nominaciones a Mejor fotografía en los Goya por las películas “Mujeres al borde de un ataque de nervios”, “Roma” o “Volver” y las ganadoras del Premio Goya “Las trece rosas” o “Belle époque”. Conocido también por sus trabajos para televisión, éste fotógrafo lleva más de 50 años en el oficio, con una filmografía de más de 150 películas.
Es uno de los directores de fotografía españoles más destacados, entre todos sus premios encontramos cinco Goya, el Premio Nacional de Cinematografía, Medalla de Oro de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España ó el Premio de la Academia Europea a la mejor fotografía.
José Luis Alcaine empezó sus primeros pasos de director de fotografía en la década de los sesenta. Fue famoso sobre todo por ser pionero en la utilización de tubos de luz fluorescente como luz de apoyo durante los años 70. Él mismo afirma:
“Yo la cambié con los fluorescentes, aunque antes utilicé paraguas. El Sur, por ejemplo, está hecha con luces dirigidas al interior de paraguas blancos y de colores que, al tener una forma cóncava, creaban una luz difusa y dirigida al mismo tiempo. El problema es que se quemaban y los tenía que comprar yo.
Lo bueno del digital es que la imagen siempre sale y tienes mucho más control sobre ella. El problema es que se pierde el misterio y la magia de lo que ocurría en el laboratorio, lo que ha dado lugar a que nuestro oficio esté peor considerado y haya muchos directores de fotografía que apenas saben nada. Ya solo queda el arte de cada uno.”[1]
Desde sus primeros trabajos la filmografía de Alcaine se desarrolla en color y con él forjó su particular estilo. Su característica más entrañable es la utilización de planos lumínicos y graduaciones de penumbra, con un estilo que jamás salta a la vista, siempre discreto y suave de manera que ayuda a enriquecer el relato. Alcaine busca constantemente en una imagen que haga cuerpo con la historia de forma sigilosa y armónica. El mismo Alcaine dijo: “En la realidad hay más sombras de las que uno se imagina, sin embargo la existencia de dos sombras en la pantalla puede despistar al espectador o llevarle a confusión, por lo que es preciso luchar siempre para que haya una sola sombra aunque la luz venga solo de tres o cuatro sitios.” [2]
La fotografía de Luis Alcaine se ha dicho que aparte de ser muy luminosa, también tiene un gran aire documental, influencia que podemos encontrar quizás de La noche de los muertos vivientes (1969) de George A. Romero, fotografía sobre la que Romero mismo se encargó. Se rodó en Pensilvania en una zona rural y muestra escenas localizadas en una granja con un gran realismo y considerable luminosidad en los espacios exteriores. Cómo los encargados de producción declararon: «Sabíamos que no podíamos reunir suficiente dinero para rodar una película a la par de las películas de terror clásicas con las que todos crecimos. Lo mejor que podíamos hacer era poner a nuestro elenco en un lugar remoto y luego llevar el terror hacia ellos”[3]
Quien puede matar a un niño fue un trabajo temprano de este director de fotografía relacionado con el cine de terror. La película se caracteriza por tener una luz y una claridad enormes en diferencia a muchos de los proyectos del género realizados anteriormente. Alcaine ha reivindicado la claridad de la fotografía durante toda su vida poniéndose en contra de la oscuridad: “No me gusta esa foto espesa y sucia del cine de género que se hace ahora. ¿A quién se le ocurre meterse en un pasillo oscuro y lleno de sombras? Solo he hecho una película de terror, ¿Quién puede Matar a un niño? de Chicho Ibáñez Serrador, y aquella luz mediterránea abrasadora te ahoga de miedo”[4]
De esta manera la iluminación que se trata en la película rompe con todos los tópicos de terror desde que empezaron. Los inicios del género los encontramos en el expresionismo alemán, dónde las películas de Fritz Lang y Murnau se caracterizaban por la oscuridad, las sombras, la negrura… El terror se encontraba en lo que no se puede ver y los contrastes de luz eran los encargados de dar un aspecto fúnebre y siniestro a la película. El caligarismo [5] fue el indiscutible protagonista de esa época expresionista, que fue evolucionando al cine de Tod Browning sobre los monstruos y los freaks. En esta siguiente época, los personajes oscuros eran los encargados del terror y el escenario pasaba a un segundo plano.
Luego, en las dos décadas siguientes, como afirma Carlos Losilla: “…los monstruos pierden su poder metafórico y alusivo para sumergirse en un océano de repeticiones e impurezas… la supuesta renovación del género es simplemente una aniquilación sistemática y premeditada de sus señas de identidad”[6]
En la película podemos encontrar varias referencias como “El pueblo de los malditos” (1969) de Wolf Rilla, “Los pájaros” (1963) de Alfred Hitchock, y “La semilla del diablo” (1928) de Roman Polanski, en esta última sobretodo en la banda sonora y la psicosis del personaje femenino a partir de su embarazo, dónde el feto parece ser que adquiere actitudes violentas. Aún así teniendo las enormes influencias de titanes como Hitchock y Polanski esta cinta olvida el aspecto siniestro y oscuro de estos directores para presentarnos un pueblo apacible y veraniego con una escenificación e iluminación plenamente mediterránea dónde lo oscuridad será incapaz de ocultarnos el juego macabro de esos niños.
La luz del día entonces se convierte en un maravilloso escenario de horror, lo apacible y tranquilo se vuelve hostil y duro. Muy influenciada por el espagueti western, el pueblo de Almanzora, con su aspecto arenoso y desolado, es en realidad un escenario sanguinario lleno de violencia. Este escenario brillante es capaz de hacer que los rostros que una vez fueron angelicales se transformen en facciones con odio. La escenificación que nos presenta el film es agradable y típica de las costas de España. Fue rodada en Sitges y Almuñécar (Granada), el pueblo consta de imágenes de Ciruelos, un pueblecito de Toledo, y el puerto de Menorca como podemos ver en el Llaüt [7]que cogen para llegar hasta Almanzora, barca típica de las islas Baleares. Los escenarios españoles de la costa fueron bien seleccionados por su luz, cómo dice en una entrevista Alcaine:
La luz fantástica depende del momento en que estás. En España tenemos unas luces bellísimas. Los atardeceres en Segovia, los amaneceres en las islas también, por ejemplo. La luz depende muchas veces del estado de ánimo.[8]
En conclusión, quién puede matar a un niño estiliza un nuevo nivel del género de terror, mostrando la claridad salvaje de un escenario luminoso plagado de verdaderos monstruos: los niños. Alcaine nos enseña un nuevo lenguaje basado en la luz en vez de la oscuridad, que sirvió de influencia en posteriores producciones, incluso anglosajonas. Mucho del estilo del género de terror con niños nace a partir de esta película: La crudeza y realismo de las imágenes es lo que de verdad impacta y asusta al espectador.
Bibliografía
LOSILLA, Carlos. El cine de terror, una introducción. Editorial Paidós, Barcelona, 1993
VV AA “Entrevista con Karl Hardman and Marilyn Eastman”, Homepage of the Dead, USA, 1997.
BERNAL, David. Revista El Duende. Duende Editorial, Madrid, 2011.
HEREDERO, Carlos F, El Lenguaje de la Luz, Entrevistas con directores de fotografía del cine español, Alcalá de Henares: 24 Festival de Cine de Alcalá de Henares, Madrid, 1994
GUERRA, María: Fonoteca de La Script, Programas Cadena ser, Madrid, 2012.
http://blogs.cadenaser.com/la-script/tag/quien-puede-matar-a-un-nino/
Artículos de Archivo: El Mundo, Encuentros digitales: Entrevistas a José L. Alcaine. 13 de Octubre de 2011.
Revistas: Revista El Duende, Febrero 2012 (Número 121)
Webgrafía
http://www.academiadecine.com/premios/ganador.php?id_s=2&id_ss=30&id_ganadog=64
http://www.elcorreo.com/vizcaya/rc/20111004/cultura/academico-para-jose-luis-201110041935.html
http://www.españaescultura.es/es/artistas_creadores/jose_luis_alcaine.html
http://salutip.blogspot.com/2012/06/que-es-el-caligarismo.html
Pau Ensenyat, 2013.
[1] BERNAL David: Revista El Duende, Duende Editorial, Madrid, Febrero 2012. Número 121. Pág. 41-42.
[2] HEREDERO Carlos, El Lenguaje de la Luz, Entrevistas con directores de fotografía del cine español, Alcalá de Henares: 24 Festival de Cine de Alcalá de Henares, Madrid, 1994. Cita 4 pág. 80.
[3] VVAA “Entrevista con Karl Hardman and Marilyn Eastman”, Homepage of the Dead, USA, 1997. Pág. 7
[4] GUERRA María: Fonoteca de La Script, Programas Cadena ser, Madrid, 2012. http://blogs.cadenaser.com/la-script/tag/quien-puede-matar-a-un-nino/
[5] Caligarismo: Es un estilo cinematográfico inspirado en la película El gabinete del Doctor Caligari (1919), del director alemán Robert Wiene. Esta pieza fundamental del expresionismo alemán se caracteriza por una puesta en escena exagerada y muy estilizada, ángulos distorsionados, gruesas capas de maquillaje y sombras geométricas que se alargan.
[6] LOSILLA, Carlos. El cine de terror, una introducción. Editorial Paidós, Barcelona, 1993.cit. Pág. 51
[7] Llaüt: El llaüt o laúd es una pequeña embarcación de pesca o cabotaje aparejada con vela latina, típica de la costa catalana, Baleares y golfo de León movida con remos, pértiga, tracción animal, humana o velas.
[8] Archivos: El Mundo, Encuentros digitales: Entrevistas a José L. Alcaine, Unidad Editorial Información General, 13 de Octubre de 2011.
Suponemos que no deberíamos sorprendernos por encontrar un remake de ¿Quién puede matar a un niño?, en esta ocasión con el título ‘Come Out Play’ y situando la historia en un pequeño pueblo de México y los recién llegados son una pareja de turistas estadounidenses.
+info: http://www.bloodyplanet.com/quien-puede-matar-a-un-nino/
¿Quién puede matar a un niño? es una película de 1976 dirigida por Narciso Ibáñez Serrador y escrita por él mismo y Luis Peñafiel
OSea, escrita por el y por el, ya que resulta que Luis Penafiel es el mismo Narciso Ibañez Serrador. Luis Penafiel era el seudónimo que el usaba muchas veces para firmar algunos de sus trabajos. xD
Gracias por tu comentario. Aunque es algo conocido deberíamos haberlo marcado en la reseña.