Blancanieves (Pablo Berger, 2012)

Reseña de Judit Fernández:

Desde que Prosper Mérimée escribió su obra “Carmen” en 1845, han sido múltiples las adaptaciones de dicho texto llevadas a la gran pantalla, generándose así el conocido “mito de Carmen” que representa la más pura tradición española con la que nuestro país ha traspasado fronteras. Si bien, aunque dichas adaptaciones basen sus inicios en el triángulo amoroso representado en la novela entre una cigarrera gitana, un torero y un soldado, cada director incluye su propia visión, pues según afirman Carlos Saura y Antonio Gades “cualquier adaptador de Carmen se remite a la novela o a la ópera para, desde ellas, reconstruir su versión, pero no podrá desprenderse de los postizos que el personaje ha ido adquiriendo con el tiempo y que son tan suyos como los adjetivos originales. Las Cármenes negras o rubias, folklóricas, partisanas, religiosas, ateas, vírgenes, prostituidas, conservadoras o mentalmente despejadas, han ido transformando de tal manera la peculiaridad de la cigarrera primitiva que su imagen es, ante todo, la proyección de los ensueños o temores de cada adaptador”.[[1]]

Basándonos en esta premisa inicial podemos encontrar una nueva “Carmen” en la obra del director Pablo Berger: Blancanieves, en la cual el cuento de los Hermanos Grimm está impregnado dela España de los años 20.

Uno de los elementos que nos llevan al mito cuando empezamos a ver la película es el propio nombre de la primera protagonista, Carmen La de Triana, que nos recuerda al título del largometraje de Florián Rey creado en 1938, de los más representativos en este ámbito. También es destacable el amor que siente por su marido, el torero Antonio Villalta, otro de los personajes fundamentales en la primigenia novela. Sin embargo, estas primeras escenas nos sirven para meternos en situación, pues pronto la mujer fallece y el torero es embestido quedando gravemente herido, lo cual no impide que el mito siga desarrollándose durante toda la película mediante la hija de la pareja, Carmencita.

Al quedar la niña huérfana de madre y con su padre malherido ha de vivir con su abuela  doña Concha, interpretada por Ángela Molina, elección quizá no aleatoria, pues dicha actriz pertenece a toda una familia conocida por su cante popular, entre ellos su padre Antonio Molina, y ha protagonizado a la gitana en otras películas como La Sabina de 1979. Además mantiene alguno de sus rasgos, ahora como abuela, por ejemplo su melena larga y rizada o sus dotes de bailaora flamenca, dotes que se reflejan también en la madre, mediante varias imágenes que nos incitan a su recuerdo, y en su hija. Centrándonos en la madre y la hija, ambas muestran las condiciones físicas de la belleza exótica que ha caracterizado a esta estandarizada mujer española, ya que según las autoras Mª Teresa Vera Balanza, y Natalia Meléndez Malavé: “la cabellera suelta, los mechones desordenados o el peinado desaliñado, se ha correspondido con mujeres de clases populares y se ha interpretado en claves de seducción.”[[2]] El pelo tizón, rizado y largo de Carmencita es cortado por la madrastra Encarna cuando va a vivir con ella, reflejando así cómo quiere despojarla de toda seducción, siendo fiel a la idea del cuento de Blancanieves.

La importancia de la mujer y de su extraordinaria belleza se mantiene durante todo el film, y es que, el propio Pablo Berger comentó: “La primera definición que tengo de un personaje femenino en mi película, es la de Carmen de Triana (…), por sus ojos, su color de piel y esa sensualidad tan española.” [[3]]

Otras autoras como Mª Jesús Ruíz Muñoz e Inmaculada Sánchez Alarcón dicen de estas figuras femeninas que “pertenecen, en su mayoría, a la clase baja. El resto de los personajes femeninos de este tipo son de clase alta”.[[4]], y esto lo muestra así nuestro cineasta situando a Carmencita como una niña de familia poco adinerada y de clase baja frente al poderío económico de la madrastra Encarna, la cual vive en una gran mansión y posee un grupo de séquitos bajo su mandato.

Pero como bien dicen estas mismas autoras, “al igual que su capacidad de atracción, también hay que destacar que este personaje femenino es activo y encara los conflictos de la trama con una actitud resuelta, desafiando a veces las normas sociales”[[5]], y aunque Blancanieves nos muestre una cara mucho más dulce y amable que la dela Carmen que estamos acostumbrados a ver, nos representa a su vez a la mujer guerrera que consigue abordar todos los obstáculos para alcanzar sus objetivos, pues logra sortear las prohibiciones de Encarna de ver a su padre enfermo así como librarse de sus ataduras escapando de la casa y de la primera muerte a la que la había condenado. Y por otro lado se muestra como la mujer pasional y sensual que atrae a los hombres, como es el caso de los Enanos Toreros que se ven cautivados por su valentía y su belleza, especialmente uno de ellos, que será el que haga las veces de príncipe.

Si bien, las características de “Carmen” como una mujer frívola, que juega con los sentimientos de los hombres,  tan representadas tanto en la obra de Mérimée como en las adaptaciones cinematográficas posteriores, son eliminadas de la personalidad de la joven, pero no eliminadas de la propia película, puesto que este rol es llevado a cabo por la madrastra, que aprovecha la convalecencia del torero para hacerse con el control de su vida y de su fortuna a la vez que controla a su amante y criado para que lleve a cabo sus órdenes.

 

Así bien podemos ver como la definición mítica de la Carmengitana está en este film desdoblada en ambas personalidades, la que nos muestra la cara más dulce y pasional, y la que nos muestra la frivolidad y el materialismo, pues como nos comenta el Centro de Estudios Andaluces: “La construcción del mito pasa, pues, por una fase de estereotipificación donde perviven, pese a todo, los símbolos menos amenazadores: el exotismo y la sensualidad sobre la rebeldía y la fortaleza”[[6]]

 

Otro de los elementos del mito que tiene su similitud en la obra es su ambientación en Andalucía, especialmente en la ciudad de Sevilla, lugar donde se encontraba la fábrica de tabaco en la que trabajaba la cigarrera de la novela, mientras que en la película pasa a ser la plaza de toros deLa Colosalde Sevilla, en la cual trabajará Carmen cuando se convierte en torera junto con los Enanos.

 

Y si cada autor hace su propia interpretación de esta tragedia amorosa, por otra parte hay algo en lo que coinciden la gran mayoría de ellos: la muerte final, y es que, como ya nos anunciaban Carlos Saura y Antonio Gades, “Carmen debe morir porque lo marca la tradición: es un mito que impone sus leyes como un test del que no se pueden ignorar las preguntas molestas.”[[7]]  Lo cual sucede en Blancanieves, pues todo el legado de “Cármenes” que el director nos muestra en la pantalla fallecen.

 

Haciendo hincapié en este último aspecto, las muertes de las dos protagonistas son ambas causadas por la frialdad de Encarna que representaría la otra parte de la personalidad de la gitana, y es justo esa parte de frialdad la que, al igual que en la película, la lleva a la muerte en la novela que la dio vida.

 

Cabe destacar además que el motivo del fallecimiento de Blancanieves es comer una manzana envenenada, lo cual se puede relacionar con la obra de Carmen protagonizada por Paz Vega, donde también come dicha fruta y en la que según el Centro de Estudios Andaluces: “no nos pasan desapercibidas las claves simbólicas que se utilizan para adornar al personaje como una Eva moderna” [[8]]

 

En definitiva, aun respetando ciertos elementos, se han llevado a la gran pantalla “Cármenes” de todo tipo, como cantantes en Carmen a hip-hopera de Robert Townsend, o trabajadora en una fábrica de paracaídas enamorada de un sargento y un boxeador en Carmen Jones de Otto Preminger, e incluso de dibujos animados en El Jorobado de Notre Dame de Disney.

 

De esta forma nos encontramos ahora con una nueva visión, la desarrollada por Pablo Berger, autor novel en el campo del largometraje (pues sólo se conoce su otra película “Torremolinos 73”) que sin embargo nos ha deleitado en Blancanieves, sin dejar de lado el cuento que le da título a la película, con una imagen renovada de este mito, y aunque no conserve todos sus elementos originales ha sabido captar la belleza de aquella mujer gitana tan representada y nos lo ha mostrado en la pantalla, obteniendo como resultado importantes galardones, entre los que destacan 10 premios Goya, así como la admiración del público y de la crítica.

 

 

Judit Fernández, 2013

 

Bibliografía:

 

FEENSTRA, Pietsie y HERMANS, Hub.: Miradas sobre pasado y presente en el cine español (1990-2005), Rodopi, Países Bajos, 2008.

 

MEDINA, Pedro y GONÁLEZ, Luis M.: Cortos pero intensos. Las películas breves de los

cineastas españoles, Festival de Cine de Alcalá de Henares, Madrid, 2005.

 

RUÍZ MUÑOZ, Mª Jesús y SANCHEZ ALARCÓN, Inmaculada: La imagen de la mujer andaluza en el cine español, Centro de Estudios Andaluces, Sevilla, 2008.

 

SÁNCHEZ ALARCÓN, Inmaculada; RUIZ MUÑOZ, María Jesús;  DÍAZ ESTÉVEZ, Marta; MARTÍN MARTÍN, Francisco Marcos; VERA BALANZA, Teresa; MELÉNDEZ MALAVÉ, Natalia; FERNÁNDEZ PARADAS, Mercedes: Personajes, acciones y escenarios andaluces en el cine español (1934-2006), Fundación Centro de Estudios Andaluces, Andalucía, 2008.

 

SAURA, Carlos y GADES, Antonio: CARMEN. El sueño del amor absoluto (Con la novela original de Prosper Mérimée), Folio S.A., Barcelona, 1984.

 

VERA BALANZA, Mª Teresa y MELÉNDEZ MALAVÉ, Natalia: El mito de Carmen: exotismo, romanticismo e identidad, artículo de la revista Ámbitos, nº 17, Andalucía, 2008.

 

Webgrafía:

 

Página del Periódico La Razón: http://www.larazon.es/detalle_hemeroteca/noticias/LA_RAZON_486791/1241-blancanieves-levanta-la-voz (última consulta 20 de abril de 2013)

 

Página cine and cine: http://www.cineandcine.tv/curiocinedades/606-pablo-berger-participara-con-blancanieves-en-el-ciclo-sobre-romero-de-torres-y-el-flamenco-en-el-museo-carmen-thyssen.html#.UXJmQjibvMw (última consulta 20 de abril de 2013)

 

Página vivir el cine: http://www.vivirelcine.com/estrenos/critica-blancanieves-de-pablo-berger-1884.htm (última consulta 21 de abril de 2013)

 

Página cinemanet: http://www.cinemanet.info/2012/10/blancanieves/ (última consulta 21 de abril de 2013)



[[1]] SAURA, Carlos y GADES, Antonio: CARMEN. El sueño del amor absoluto (Con la novela original de Prosper Mérimée), Folio S.A., Barcelona, 1984, pág. 45.

 

[[2]] VERA BALANZA, Mª Teresa y MELÉNDEZ MALAVÉ, Natalia: El mito de Carmen: exotismo, romanticismo e identidad, artículo de la revista Ámbitos, nº 17, Andalucía, 2008, pág. 347.

[4] RUÍZ MUÑOZ, Mª Jesús y SANCHEZ ALARCÓN, Inmaculada: La imagen de la mujer andaluza en el cine español, Centro de Estudios Andaluces, Sevilla, 2008, pág. 53.

 [5]RUÍZ MUÑOZ, Mª Jesús y SANCHEZ ALARCÓN, Inmaculada: La imagen de la mujer andaluza en el cine español, Centro de Estudios Andaluces, Sevilla, 2008, pág. 51.

 

[[6]]SÁNCHEZ ALARCÓN, Inmaculada; RUIZ MUÑOZ, María Jesús;  DÍAZ ESTÉVEZ, Marta; MARTÍN MARTÍN, Francisco Marcos; VERA BALANZA, Teresa; MELÉNDEZ MALAVÉ, Natalia; FERNÁNDEZ PARADAS, Mercedes: Personajes, acciones y escenarios andaluces en el cine español (1934-2006), Fundación Centro de Estudios Andaluces, Andalucía, 2008, pág. 21.

[[7]]SAURA, Carlos y GADES, Antonio: CARMEN. El sueño del amor absoluto (Con la novela original de Prosper Mérimée), Folio S.A., Barcelona, 1984, pág. 45.

[[8]] SÁNCHEZ ALARCÓN, Inmaculada; RUIZ MUÑOZ, María Jesús;  DÍAZ ESTÉVEZ, Marta; MARTÍN MARTÍN, Francisco Marcos; VERA BALANZA, Teresa; MELÉNDEZ MALAVÉ, Natalia; FERNÁNDEZ PARADAS, Mercedes: Personajes, acciones y escenarios andaluces en el cine español (1934-2006), Fundación Centro de Estudios Andaluces, Andalucía, 2008, pág. 23.

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