¿Siglo XXI = -XXI?

Se publica la noticia de que uno de los pocos osos que nos quedan ha muerto en los Picos de Europa de un disparo.

 Un vecino mío me echa a cajas destempladas de su “parcela”, cuando amablemente le pido que no haga ruido.

 

Las ciudades son intransitables a pie o en coche porque sus gestores solo piensan en el dinero que las empresas constructoras se embolsan.

 

La regla básica en el siglo XXI es la misma que la del siglo XXI:

 

“Piensa solo en ti. Los demás no existen salvo para robarles”

 

El medio ambiente es el ambiente en donde vivimos, es lo que nos rodea, es nuestra vida. Lo destrozamos. Mi futuro vecino está diciéndome que no quiere que le ayude si un día tiene problemas en su casa. Los gestores de las ciudades nos dicen todos los días: “No cuento con ustedes, ustedes no son nada”. El que mató al oso, otras personas que escuché en la radio al pasar por la comarca de Babia en León, y que se quejaban de que los lobos había matado ¡una! oveja, son ejemplares perfectos del siglo XXI.

 

En el siglo +XXI, es decir, hoy, podíamos tratar de vivir de otra manera: Contemplando la belleza del equilibrio del oso, la belleza de la carrera del lobo, la belleza de unas ciudades sin destripar. Podíamos cuidar de nuestros vecinos. Todo esto porque a lo largo de 4000 años hemos aprendido que el mejor y mas fuerte egoísmo es el altruismo. A mí me ha pasado muchas veces estar esperando un envío urgente y no estar en casa: Mis vecinos lo recogen y me lo dan, pero cuando el salvaje que ayer me echó a cajas destempladas de su “parcela” reciba algo y no esté, yo diré al cartero que no conozco a ese señor. Respecto a los gestores que destripan las calles, los votos no son eternos, y hay quienes desde la mas alta sociedad pasan sus noches en la cárcel: Forum, Alfinsa, ….

 

Necesitamos a todo lo que nos rodea, osos, lobos, abejas y otros animales humanos. Como bien dice Odile Rodríguez de la Fuente en el último Natura de El Mundo, somos parte del sistema ecológico, y lo necesitamos como él nos necesita a nosotros.  Tras 4.000 mil años unos pocos hemos aprendido algo, aunque una cierta parte de la sociedad sigue echándose piedras a su propio tejado y disparándose a sus propios pies.

 

Me preguntan muchos que qué pienso de “La venganza de Gaia” de Lovelock. Sus estimaciones son bastante probables y vamos camino de un abismo espantoso. Se que podemos parar antes de caer, pero en vez de frenar, estamos acelerando.

 

Tenemos que cambiar. Tenemos que respetarnos los unos a los otros, siendo los otros todos los demás: Otros animales humanos, los osos, los lobos, las abejas, los árboles, el suelo, los ríos y los mares, la atmósfera: Los otros.

 

No por nada, sino, sencillamente, por egoísmo, para sobrevivir.

Compartir:

Deja un comentario