El sentido común: El menos común de los sentidos.
Todos los análisis económicos indican que es difícil aumentar los ingresos del estado. La razón es bien sencilla. Si se aumentan los impuestos, por ejemplo, a la clase media, estas personas compran menos bienes y servicios, con lo cual se reducen los impuestos de gasolina, e IVA. Si se rebaja a la mitad, por ejemplo, el sueldo de los funcionarios, cae automáticamente de manera radical la actividad económica, y el Estado se arruina aún más.
La verdad económica por excelencia, que olvidan todos los políticos, empresarios y economistas es la verdad de Henry Ford: Para vender coches los obreros tienen que ganar suficiente para comprarlos. Para que el Estado tenga dinero los ciudadanos deben de ser ricos para pagar sus impuestos.
Mientras esta verdad tan tremendamente simple no vuelva a entrar en las cabezas de madera de aquellos, seguiremos deslizándonos por el camino de la miseria.