Hitos Científicos
Todos los años se nos plantea la cuestión: ¿Cuales han podido ser los hitos científicos del año que termina?
Y todos los años me veo en un dilema: A mi no me gusta, como si gusta a los gobiernos, anunciar brotes verdes cuando no los hay. Y me las veo y deseo para encontrar hitos en la ciencia de hoy.
Hitos fueron las publicaciones de Maxwell, los teoremas de la energía, los artículos de Boltzmann, el libro de Darwin, el experimento de Michelson-Morley, la hipótesis cuántica de Planck, los 4 artículos de 1905 de Einstein, las ideas de Schroedinger. Algo más tarde, el descubrimiento del transistor, en biología, la doble hélice del ADN, en física otra vez, el laser, hace poco, el grafeno.
¿Qué es un hito científico?
Es algo que nos hace cambiar de perspectiva en nuestra visión del mundo. Aunque Colón iba buscando oro y especias, y no resolver cuestiones de ciencia, cuando desembarcó en La Española cambió radicalmente de perspectiva a los seres humanos. Lo mismo ocurrió cuando Galileo dirigió su telescopio a la luna, y sobre todo, a Júpiter. Estábamos en un mundo esférico que giraba sobre su eje y que giraba alrededor del sol. La tierra dejó de ser el centro.
Exactamente lo mismo pasó cuando Sadi Carnot publicó su teorema sobre la eficiencia de las máquinas: Para vivir tenemos que disipar energía. Lo mismo cuando Darwin publicó su libro: No somos, los seres humanos, nada muy especial sobre la Tierra: Animales inteligentes, muy inteligentes, pero animales al fin y al cabo.
Maxwell, y las ondas electromagnéticas: La luz no es algo especial, y todas las ondas EM se propagan a la velocidad de la luz, que no cambia se mueva o no el emisor, o nos movamos o no los que la recibimos, como expuso Einstein. Boltzmann, Planck y Schroedinger nos abrieron la realidad del mundo: Un mundo no determinista a todas las escalas, desde los protones a las galaxias.
El ADN que se abre y se recombina con errores: Evolucionamos en cada replicación de cada célula. El laser: Podemos controlar la luz. El grafeno: Podemos empezar a controlar el mundo cuántico.
Todos ellos nos han cambiado de perspectiva, de visión del mundo. La vida es
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distinta tras Colón y Galileo, tras cada uno de los científicos citados arriba.
Pero la vida es la misma, la Weltanschauung, la visión del mundo es la misma tras las ideas de electrones y positrones, de la Electrodinámica cuántica y de la Cromodinámica cuántica, de los quarks y los Higgs, de las supercuerdas y las supersimetrías, de la secuenciación del genoma humano, del proyectos de mapeo tridimensional del las conexiones neuronales en los proyectos BRAIN americano y europeo.
No hay hitos.
Nos faltan, estamos esperando, las leyes que nos permitan comprender el funcionamiento de los sistemas complejos no lineales. Los vemos, los utilizamos, pero se nos escapa su comprensión: Estamos frente a ellos como la humanidad antes de Galileo: No tenemos la perspectiva correcta.
El funcionamiento del cerebro no se encuentra haciendo un mapa de miles de billones de conexiones. Entre otras cosas ese mapa es indescifrable, si no le añadimos nuevas leyes sobre conexionados dinámicos de billones de caminos eléctricos. Necesitamos aquí, de nuevo, un cambio de perspectiva.
Nuestras mentes, nuestros esquemas científicos avanzan de manera lineal, con sistemas simples. Las ideas de física cuántica se refieren siempre »al átomo», nunca a trillones de átomos en interacción no lineal. Las ideas sobre el cerebro se refieres a »circuitos» neuronales, pero esos circuitos no existen: Existe una dinámica constantemente cambiante de relaciones entre corrientes iónicas en las dendritas de las neuronas, algo -e-s-e-n-c-i-a-l-m-e-n-t-e- dinámico, que como con el resto de los sistemas complejos, exige un cambio de perspectiva, de visión del mundo.
Es en esto en lo que hay que invertir todo el esfuerzo del mundo: En buscar algo desconocido, para lo cual no hay reglas, diagramas PERT, cronogramas, etapas ni entregables, como sin embargo se exige cada vez más en los formularios de petición de ayuda para contratar jóvenes investigadores. En esos formularios hay que especificar lo que se va a descubrir cada mes. ¿Cómo puñetas podemos saber lo que vamos a descubrir?
Cuando nos adentramos por la selva amazónica, como Lope de Aguirre, sabemos cuando entramos, pero no sabemos cuando salimos. Apoyar trabajos con resultados conocidos antes de empezarlos es una de las peores formas de disipar los recursos de la sociedad. ¡Aunque hay tantas! Se olvida siempre el resultado de Carnot: La vida es dura, y para sobrevivir es preciso trabajar con muchísimo esfuerzo. No se puede financiar como nuevo lo que ya se conoce.
Se trata de apoyar la búsqueda de nuevos mundos. Este, por desgracia, lo conocemos ya hasta la saciedad.