¿Podemos cambiar conscientemente la sociedad?

No paro de escuchar toda clase de planes para hacer un mundo nuevo. Entre ellos, reducir el consumo. Sería maravilloso, pero el ser humano es un ser vivo, es decir, una máquina de conseguir energía, y eso es consumir. No podemos cambiar esto. 

La idea de cambiar al ser humano (sin entender realmente lo que es) viene de muy lejos. Ya Platon lo propuso, y en los Biblia de los judíos se insiste una y otra vez en tratar de hacer seres humanos distintos. Curioso: Esos Biblia hablan de un ser humano creado (se supone que con sus defectos) por un dios, pero luego se pasan cientos de páginas queriendo cambiarlo. Muy bien construido no debió ser. Cómo se propone una y otra vez, es claro que las admoniciones de esos libros tenían poco resultado. 

Los seres humanos cambian, pero lo hacen del manera implícita, no por esfuerzos conscientes. Hoy hay pocas batallas para obtener corazones sangrantes para ofrecer a dioses ansiosos del líquido de la vida, pero eso se anuló de golpe, no mediante un plan de convencimiento de la sociedad. 

En la época moderna, estos intentos derivan en parte de las publicaciones de Rousseau, una persona muy mal informada y con unos tremendos problemas de integración social pero que predicaba un paraíso en la Tierra, sin tener el más mínimo soporte intelectual para justificar la posibilidad de conseguirlo. Ahora bien, los seres humanos quieren, ¿cómo no? vivir siempre mejor de lo que viven (un león quiere siempre tener más comida de la que tiene) y compran muchas de las propuestas que se les ofrecen sin saber si alguna de ellas tiene la menor justificación racional. 

Viene esto a cuento de un programa de televisión del cual vi algunos trozos hace unos días: En el programa la palabra “sostenible” aparecía en el 50% del discurso. 

Tenemos un problema muy grande en  la Tierra: Somos muchos y siguiendo la definición de la  vida queremos disponer del máximo de energía directa, almacenada e incorporada. Como al mismo tiempo, al ser  animales, no nos preocupa dejar residuos, estamos llenando el planeta de energía degradada que ya no podemos utilizar. 

Ante esto, algunas personas que reflexionan piensan que debemos cambiar esta tendencia animal. Pero no analizan las razones por las cuales hemos llegado hasta aquí y los medios que proponen para realizar ese cambio son similares a los de Rousseau. Se sugiere que “debemos cambiar y ser buenos”. Pero no se dice cómo. Un ejemplo terrible es la violencia contra las mujeres. Cuando alguien mata a una mujer, se organiza una manifestación, unos minutos de silencio, unos días de duelo. Pero nadie analiza el problema y menos sugiere algún método para reducir el número de esas muertes. 

Debemos ser “sostenibles”. Debemos frenar el cambio climático. ¿Cómo? 

En general se sugiere que cada uno de nosotros debemos cambiar de comportamiento. Es el mismo mensaje de los profetas judíos, de Jesús, de cada una de las sectas cristianas que han ido surgiendo hasta hoy, de los mensajes de la época de la Ilustración,  hasta de las revoluciones del siglo XX que querían y quieren “cambiar la sociedad cambiando la forma de pensar de las personas”. 

Pero las personas no han cambiado nunca sus formas de pensar y de comportarse. Por lo tanto si queremos arreglar un poco el medio ambiente y frenar el cambio climático debemos acudir a lo que realmente quieren los seres humanos que es tener cada vez más riqueza. Hasta los movimientos sociales que quieren redistribuir ésta, quieren que una parte de la sociedad aumente la riqueza de que dispone. 

Por ello no podemos conseguir arreglar el problema del medio ambiente ni del cambio climático, ni otros muchos más, tratando de cambiar al ser humano de “malo” en “bueno”.  La única solución es proporcionarle más riqueza de una forma racional.

Por ejemplo, se dice a veces que no se pueden poner ni molinos de viento ni centrales fotovoltaicas en muchas zonas de España. Pero España tiene 50 millones de hectáreas, de las cuales al menos 10 millones son desiertos o baldíos sin posibilidad de ser regados. La energía solar fotovoltaica en los edificios, como los coches eléctricos son soluciones muy parciales, como he escrito aquí. España puede sacar toda la energía que necesita, y más, para hacerse muy rica, y al distribuir esa riqueza, hacer ricos a los españoles, si se utilizan esos diez millones de hectáreas improductivos para capturar la energía del sol.

De la misma manera, plantar árboles en las laderas elimina los riesgos de inundaciones y aumenta las lluvias y el agua en la Península, es decir, la riqueza. Recordemos que la riqueza es la disponibilidad de energía.

El argumento no es : “Frenar el Cambio Climático, cuidar el Medio Ambientesino “Hacer ricos a los españoles”.

Mientras no se entienda esto, los intentos de arreglar estos problemas están condenados al fracaso. 

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