La «actualidad» en la ciencia

El problema de la “actualidad” en la Ciencia

Hoy estamos bombardeados (cada vez que se abre el Google en el móvil, por ejemplo) de grandes descubrimientos científicos, como obtener energía desalando agua, o las partículas de “dios”.  El Universo crece o decrece, los agujeros negros son muchos o muy pocos. Se ha visto el Big-Bang o no se ha visto.

Las “noticias de ciencia de actualidad” son, o efímeras (un poco tiempo después se descubre que procedían de un error) o de muy escasa utilidad para entender el mundo.

La ciencia exige muchísimo pensamiento, dar vueltas a las cosas una y otra vez, mirar el cubo por sus seis caras, dudar, dudar constantemente. Cuando se hace así es probable que lo que se descubre abra caminos, no para la predicción, sino para la comprensión del universo y sus componentes.

Pero lo que se va descubriendo no  es de “actualidad”.  Es mucho más importante leer de algo que haya sido propuesto hace algún tiempo, haya sido analizado, criticado, comprobado, validado, hasta que pierde “actualidad” que de un “descubrimiento rompedor” que no ha sido debatido, no por los editores de una revista que, hoy, tiene que vender, sino por la comunidad de científicos, y sobre todo, por científicos de fuera de las innúmeras especialidades en que hoy se ha dividido la ciencia.

La ciencia, como la naturaleza que estudia, no es una yuxtaposición de especialidades disjuntas, sino una sinergia de todas ellas. De hecho, lo más importante en la ciencia es el estudio de las interacciones entre los objetos, de todo tipo, que componen la naturaleza.

Pero siempre es más “de actualidad”: ‘Se acaba de descubrir un nuevo hongo alucinógeno’, ‘se han encontrado agujeros negros en el borde del universo detectable’, ‘se ha encontrado una nueva partícula subprotónica’, …  .

Pero, ese hongo, ¿de donde sale, por qué es alucinógeno, donde encaja en la ciencia de los hongos? Esos agujeros negros muy lejanos, ¿como se integran en el funcionamiento global de estrellas y galaxias? Esa nueva partícula ¿es real, es una nueva resonancia, sirve de algo en la naturaleza? Es posible que estas preguntas se puedan resolver. Si así fuera, eso contribuiría a la comprensión del mundo. Pero cada una de esas “noticias de actualidad”, por si sola, es indiferente para nuestra ansia de entender donde estamos, quienes somos, y cómo funcionamos nosotros y todo lo que nos rodea. Son las colecciones de objetos curiosos de los coleccionistas del siglo XVIII

Quizás, al menos en la ciencia, sería mejor dejar reposar un poquito las cosas, sin perdernos en la “actualidad” del momento. Es lo mismo que en la vida. Hay guerras, ¿de donde salen? Esto importa más que el número de víctimas, o el territorio destrozado. Si queremos evitarlas, es mucho mejor saber por qué se han producido, cómo se relacionan unas acciones con otras, unas sociedades con otras, que mostrar a niños, de todos los bandos, yaciendo en charcos de sangre.

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