1) ¡Lo volvería a hacer!

«Torre de marfil», fotograma de la película La Historia Interminable (1984). Hay quien piensa que los investigadores básicos estamos aislados en esta torre.

Hace más de treinta años que soy investigador científico. Empecé mi carrera motivado por la curiosidad, por el afán de conocer y de comprender el mundo que nos rodea. Y sigo creyendo como el primer día en la ciencia básica. ¡Por eso fundé una empresa! Esta afirmación quizás te extrañe. Para explicar esta aparente contradicción empecé, hace algo más de dos años, a escribir un blog en una Comunidad  para la Investigación, Desarrollo e Innovación en Biomedicina. Pero la crisis se llevó por delante a los patrocinadores y no pude acabar de contar la historia.

Soy un convencido de que hay que nadar a contracorriente. Pero en este país te abren la presa del río con demasiada frecuencia. Así que fui dejando pasar el tiempo sin completar la historia, metido en otras múltiples tareas para mantener a flote el grupo de investigación y la empresa.

Casi me había olvidado hasta que hace un par de meses un colega me comentó que estaba pensando en crear una empresa de base tecnológica y me pidió consejo. Lo primero que le dije es que le iba a contar dificultades y sinsabores, muchas dificultades y algunos sinsabores, pero, antes de nada, le reconocí que lo volvería a hacer.

¡Quizás a ti también te interese saber por qué!

 

 

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