La obesidad se asocia con una reducción de la cantidad y de la calidad de vida ya que tiene un impacto importante sobre el corazón.
La obesidad no sólo aumenta el riesgo de padecer un primer infarto agudo de miocardio, sino que éste se puede producir a edades más tempranas de la vida. Actualmente los factores implicados en la predisposición a sufrir un primer infarto de miocardio no están del todo establecidos y se desconoce los mecanismos específicos por los que el infarto de miocardio promueve daño cardiaco y si éstos varían en el contexto de la obesidad.
Un equipo de investigadores -pertenecientes al CIBERCV de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, del Hospital Clínico del Madrid y del Instituto de Biología y Genética Molecular de Valladolid demuestran que el infarto de miocardio presenta cambios en el perfil lipídico que se asocian con cambios en la función cardiaca.
En un estudio preliminar, los investigadores observaron que la acumulación de ciertas especies lipídicas se asocia con fibrosis miocárdica, que afecta al normal funcionamiento del corazón. En este trabajo publicado en Scientific Reports, el equipo de investigación ha caracterizado en un modelo preclínico de infarto de miocardio en ratas obesas, las variaciones en el perfil lipidómico cardíaco ocasionadas por el proceso isquémico, los cambios funcionales y estructurales cardíacos y su posible relación con la presencia de obesidad.
Los autores mediante técnicas analíticas de espectrometría de masas demostraron que los animales infartados presentan un patrón diferencial de especies lipídicas a nivel mitocondrial que es diferente dependiendo de la presencia, o no, de obesidad. Además, mediante técnicas de biología molecular, los autores encontraron que el infarto de miocardio se vio reflejado en un patrón específico de microARNs en plasma, que se modificó en presencia de obesidad y que está asociado con un perfil específico de lípidos miocárdicos. Los microARNs son ARNs de pequeño tamaño que influyen en la función celular mediante la regulación de la expresión génica.
Los resultados encontrados en el estudio apoyarían la hipótesis de que la acumulación excesiva de lípidos en el corazón, cardiolipotoxicidad, así como los cambios en el perfil lipídico puede afectar la función miocárdica mediante la modulación de microARNs específicos incluso en ausencia de obesidad. La identificación de dos perfiles moleculares diferentes indica la existencia de factores específicos que intervienen en el daño cardiaco dependiendo de la presencia o no de obesidad. Además, el perfil podría ser un marcador indicativo tanto del impacto de la obesidad en el corazón dañado como de su evolución tras el daño. Estos resultados ayudarán a una mejor comprensión de los mecanismos implicados en el daño cardíaco asociado al infarto y el impacto de la presencia de obesidad sobre los mismos, y podrían ayudar a identificar nuevas dianas terapéuticas que mejoren la evolución clínica del paciente. .
REFERENCIA: Marín-Royo G, Ortega-Hernández A, Martínez-Martínez E, Jurado-López R, Luaces M, Islas F, Gómez-Garre D, Delgado-Valero B, Lagunas E, Ramchandani B, García-Bouza M, Nieto ML, Cachofeiro V. The Impact of Cardiac Lipotoxicity on Cardiac Function and Mirnas Signature in Obese and Non-Obese Rats with Myocardial Infarction. Sci Rep. 2019 Jan 24;9(1):444.
doi: 10.1038/s41598-018-36914-y
