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El uso de abrevaderos para el ganado beneficia la biodiversidad en las islas Azores

Al mantener el agua durante el verano, estos tanques brindan refugio a las especies que viven en las ‘lagunas temporales’ que se secan durante el estiaje

Las islas Azores forman un archipiélago en mitad del océano Atlántico, entre América del Norte y Europa. Son islas oceánicas de origen volcánico alejadas de los continentes que destacan por presentar ecosistemas singulares, como la laurisilva (tipo de bosque subtropical) o ríos y lagunas formados sobre rocas volcánicas (poco comunes en los continentes).

La conservación de los sistemas naturales de estas islas empezó a verse comprometida con la extracción de madera para la construcción de barcos, los cultivos y los pastos intensivos para la producción de leche de vaca, como consecuencia de la colonización de los portugueses en el siglo XV. Hoy, por ejemplo, la laurisilva se limita a zonas de altitud, menos expuestas al paso de habitantes y turistas.

Ahora, un equipo de investigadores portugueses y españoles ha descubierto que los tanques artificiales que sirven como abrevaderos para el ganado contribuyen a mantener la diversidad de invertebrados de las lagunas de Terceira, una de las islas Azores.

El estudio, publicado en la revista Frontiers in Ecology and Evolution, demuestra cómo estos tanques mantienen agua durante el verano, brindando refugio a las especies que viven en las ‘lagunas temporales’ que se secan durante el estiaje.

Características que fomentan la biodiversidad

Para que los tanques artificiales puedan contribuir a mantener la biodiversidad, es importante que mimeticen las características de las lagunas naturales. Una de las medidas para favorecer esto consiste en rellenar los tanques con una fina capa de sedimento de las lagunas.

“Este sedimento está lleno de huevos de organismos acuáticos y formas reproductivas llamadas propágulos”, afirma Margarita Florencio, investigadora de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y directora del trabajo.

El estudio también propone incentivar otras medidas, como la inclusión de plantas acuáticas que sirven de alimento y refugio para los invertebrados, así como la colocación de rampas para que los anfibios puedan salir.

Además, los autores sugieren que los bordes rectos de cemento que presentan estos tanques artificiales parecen haber evitado la entrada del ganado. “Si el ganado tuviera acceso a los tanques, las heces podrían ser una fuente de contaminación importante. Aunque los bordes rectos no son recomendables en las lagunas artificiales, en nuestro caso particular de estudio podrían haber favorecido una buena calidad del agua para las especies”, detalla Margarita Florencio.

Tanque artificial en la isla Terceira (Azores, Portugal), construido como abrevadero para el ganado / Mónica Gutiérrez Rivillo.

 

Cambios estacionales y conservación de invertebrados

Los invertebrados estudiados para abordar la biodiversidad fueron escarabajos, libélulas, chinches, efímeras y caracoles, entre otros. El trabajo determina que los cambios estacionales condicionan la presencia (o ausencia) de estas especies. De hecho, evidencia cómo algunas de estas dejaron de aparecer cuando las lagunas temporales comenzaron a secarse.

“La mayoría de las lagunas naturales se localizaron dentro de un espacio protegido. Sin embargo, las lagunas naturales próximas a campos de cultivos presentaron unas concentraciones de nutrientes relativamente altas, en comparación con las lagunas de las zonas protegidas”, explican los autores.

“Estas lagunas con signos de antropización —agregan— presentaron pocas especies de invertebrados, en comparación con las lagunas bien conservadas”.

Los tanques artificiales albergaron algunas especies sin presencia previa en las islas Azores. Sin embargo, estas especies exóticas (introducidas por mediación humana) aparecieron en raras ocasiones en las lagunas naturales.

Según Margarita Florencio, “los bosques naturales donde se encuentran inmersas la mayoría de las lagunas podrían haber actuado como una barrera física, un muro que podría evitar la llegada de las especies exóticas. Esto explica que las especies exóticas que aparecieron en los tanques no se hayan transferido a las lagunas naturales”.

Por último, los autores destacan que hay que garantizar un alto grado de protección de las lagunas naturales. “La inclusión de estas lagunas en espacios protegidos es esencial para poder plantearnos si los tanques artificiales contribuyen o no a la conservación”, concluyen.


Referencia bibliográfica:

Lamelas-López, L., Borges, P.A.V., Serrano, L., Gonçalves, V., Florencio, M. 2021. Biodiversity Patterns of Macroinvertebrate Assemblages in Natural and Artificial Lentic Waters on an Oceanic Island. Frontiers in Ecology and Evolution 8:605176.

https://doi.org/10.3389/fevo.2020.605176

 

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