Una despedida; un recuerdo…

El pasado 30 de abril, a las 13 horas, pude asistir al acto de homenaje en recuerdo de mi querida amiga y compañera Charo Armas, Profesora del Departamento de Biología de la Facultad de Ciencias de la UAM y miembro del CBMSO, reciente y tristemente fallecida. Sólo puedo aportar mi pequeño reconocimiento en este post. Mi sincero cariño hacia Charo y su familia me acompañará mucho tiempo…

Considero que el foro de Bio(Ciencia+Biotecnología) es un marco perfectamente válido para despedir a una gran bióloga, a una excelente profesora, a una magnífica investigadora, a una amiga, a una entrañable amiga. Tal y como reza en el tríptico de su merecido homenaje, Charo compaginó la docencia de biología celular, citología, histología y embriología con su perseverante dedicación a investigar los diversos aspectos de la biología celular. Siempre con una sonrisa contagiosa, dulce y sincera, Charo estuvo dispuesta a escuchar a sus compañeros, a sus amigos, como la última vez que coincidimos. Preocupado por unos problemillas de mi salud, y ajeno a su fortaleza ante la lucha vital que en ese mismo momento soportaba, Charo me sonreía; ¡Charo me animaba!

 

Al acto de homenaje acudieron las principales autoridades de la UAM, su familia, sus compañeros, sus amigos, haciendo pequeña la sala de conferencias del módulo C-0. Además de un desglose de su actividad científica, desarrollado por un emocionado Jesús Ávila, y de la proyección de una tierna presentación con fotos de algunos momentos significativos y simpáticos de la vida de Charo por parte de una compañera y amiga de departamento, se mencionó el poema que aparece en el tríptico de presentación y que, sin más, os muestro.

¡Hasta Siempre, querida amiga!

  

Cuando partas hacia Itaca

pide que tu camino sea largo

y rico en aventuras y conocimiento.

A Lestrigones, Cíclopes

y furioso Poseidón no temas,

en tu camino no los encontrarás

mientras en alto mantengas tu pensamiento,

mientras una extraña sensación

invada tu espíritu y tu cuerpo.

A Lestrigones, Cíclopes

y fiero Poseidón no encontrarás

si no los llevas en tu alma,

si no es tu alma que ante ti los pone.

Pide que tu camino sea largo.

Que muchas mañanas de verano hayan en tu ruta

cuando con placer, con alegría

arribes a puertos nunca vistos.

Detente en los mercados fenicios

para comprar finos objetos:

madreperla y coral, ámbar y ébano,

sensuales perfumes, —tantos como puedas—

y visita numerosas ciudades egipcias

para aprender de sus sabios.

Lleva a Itaca siempre en tu pensamiento,

llegar a ella es tu destino.

No apresures el viaje,

mejor que dure muchos años

y viejo seas cuando a ella llegues,

rico con lo que has ganado en el camino

sin esperar que Itaca te recompense.

A Itaca debes el maravilloso viaje.

Sin ella no habrías emprendido el camino

y ahora nada tiene para ofrecerte.

Si pobre la encuentras, Itaca no te engañó.

Hoy que eres sabio, y en experiencias rico,

comprendes qué significan las Itacas.

 

                  Ithaka. Konstandinos Kavafis

JAL (UAM-CBMSO)

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