Obama, McCain, ciencia

Las elecciones presidenciales norteamericanas se celebran el segundo martes del mes de noviembre y el resultado afecta no solo a EEUU, sino también a Europa. Las direcciones científicas que tome USA serán seguidas en gran medida por el resto del mundo. Tras la debacle del periodo Bush, un cambio es necesario. El mundo académico contiene el aliento. Pero, ¿tan diferentes son sus políticas científicas?…

Existe un consenso en el mundo académico de lo dañina que ha sido la administración Bush para la ciencia norteamericana: el aumento en la emisión de gases contaminantes y su desprecio total hacia las indicaciones sobre el calentamiento global que daba la agencia americana de medio ambiente (EPA); la paralización del estudio de las células madre (stem cells) con dinero público; la defensa del llamado “diseño inteligente”; la congelación del presupuesto del Instituto Nacional de Salud (NIH). Este último dato es aún más sangrante, ya que de 1998 a 2003 dobló su presupuesto mientras que en los últimos cinco apenas ha conseguido resistir la inflación. El mundo científico tiene la sensación de que Obama incrementará el presupuesto (como ha ocurrido normalmente en los gobiernos demócratas), mientras que McCain ha defendido la congelación del presupuesto de las agencias para luchar con el déficit.

 

John E. Porter, antiguo congresista y presidente de Research!America, escribe un excelente editorial en Science refiriéndose a la responsabilidad de los científicos en estas elecciones, tras los efectos nefastos del gobierno Bush. Una reciente encuesta muestra que la ciencia norteamericana es de izquierdas: el 50% de los científicos se declara demócrata, mientras que el 14 se declara republicano. Así, no es sorprendente que los principales asesores de McCain sobre política científica procedan del mundo político y corporativo más que del mundo académico, mientras que Obama tiene en sus filas a Harold Varmus, director del Memorial Sloan-Kettering Cancer Center y premio Nobel, entre otros prestigiosos investigadores. McCain cuenta con ex-directores ejecutivos de e-bay y de Hewlett-Packard, además de políticos como un ex-secretario de defensa.1

 

Las revistas científicas más influyentes, Science y Nature, han dedicado sendos especiales a las elecciones presidenciales. Nature fue más allá, y a imagen y semejanza de la iniciativa ciudadana “Science Debate 2008”, les planteó a ambos candidatos algunas preguntas sobre política científica. Mientras que McCain declinó contestar, Obama (o su equipo de asesores) contestó a todas ellas. Combinando ambas entrevistas, la impresión general que uno saca es que parece que los dos presidenciables van a seguir políticas científicas semejantes. Ambos van a incrementar el apoyo a la investigación básica (algo abandonada estos últimos años), conscientes de su importancia en el desarrollo tecnológico de un país. Los candidatos tratarán de luchar contra el cambio climático y de disminuir el gasto energético. Respecto a las células madre, es previsible que levanten la prohibición de Bush de usar dinero público en su estudio, y tanto McCain como Obama son conscientes de la unanimidad del mundo científico en lo que se refiere a su potencial médico.

 

La principal diferencia aparece en el segundo de a bordo. Mientras que Biden, el candidato demócrata, a pesar de ser más conservador que Obama, mantiene las mismas políticas científicas que su jefe (defensor de la evolución y del estudio de las células madre), la candidata republicana Sarah Palin es un poquito “diferente”: creacionista, duda de la implicación de la mano del hombre en el cambio climático y mantiene un rechazo al uso de las células madre. Sin embargo, aún está por ver su influencia sobre McCain.

 

El mundo científico espera ansioso un cambio en la política científica tras las vacas flacas, muy flacas, que ha sufrido en los últimos años. Como último apunte curioso, me gustaría señalar que Nature le pidió a diversos científicos que sugirieran algunos libros de ciencia que debería leer el próximo presidente de los Estados Unidos. Los temas a tratar son variopintos y sorprendentes: relación entre ciencia y economía, evolución frente a diseño inteligente, hitos en la historia de la microbiología, soluciones teóricas a diversas catástrofes, y un ensayo sobre la no-política de George W. Bush.

 

 

Francisco A. Martin

CNIO

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2 comentarios

  1. Claro la ciencia es inteligente, en todo el mundo, yo soy bioquimico colombiano y tam bien me gustcaria mucho que ganara obama, los republicanos a parte del desatre economico que le han dado a su pais, son siempre de mentalidad estrecha de retingir los avances cientificos pero liberales en el mercado, la doctrina dejar hacer, le squeda muy bien, paladines en contra de la igualdad de la gente, pero timoratos en cuanto a la investyigacion cientifica

  2. A mí me dá que los creacionistas han elegido ser creacionistas para oponerse de algún modo a cada asunto, de modo que así tienen argumentos que los diferencia aunque estos sean irracionales. Siempre lo haran y así mantendrá vivo ideas fácíles de comprender y que contentan a la gente con pocos estudios o que no lee, y si leen no están por la labor de cambiar su mentalidad aún la evidencia.

    Enhorabuena por tus intervenciones en RNE.

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