El contexto político alrededor de la energía en Europa
La importancia de la energía (y de la política)
En palabras de Ignacio Mártil de la Plaza, Catedrático de Estructura de la Materia, Física Térmica y Electrónica en la Universidad Complutense de Madrid, “la Energía está detrás de todos los grandes cambios económicos que han ocurrido a lo largo de la historia y en especial, de los sucedidos en los dos últimos siglos. Las tres grandes revoluciones industriales que han transformado el mundo durante los últimos 250 años han sido alimentadas por diversas fuentes de energía, de manera que cada revolución ha llevado aparejadas, de una parte, modificaciones y diversificaciones del mix energético y de otra la aparición de nuevas fuentes de energía, que han supuesto la seña de identidad de cada una de ellas”[1]. En la actualidad todos sabemos que los combustibles fósiles llegarán a su fin alrededor de 2020, encontrándonos en un cruce de caminos entre el agotamiento de estos recursos y la cada vez más creciente demanda energética.
Con este escenario, la Unión Europea no podía permanecer impasible ante uno de los retos de nuestro futuro más próximo, el garantizar de forma sostenible en el tiempo el acceso a una energía segura, eficiente y limpia. La Estrategia Europa 2020 es la agenda de crecimiento y empleo de la UE en esta década. Dicha estrategia señala el crecimiento inteligente, sostenible e integrador como manera de superar las deficiencias estructurales de la economía europea, mejorar su competitividad y productividad y sustentar una economía social de mercado sostenible. Esta agenda supranacional marca diferentes objetivos en temas como la inversión en I+D, pobreza, inclusión social y empleabilidad, entre otros. En lo que refiere a la energía y al cambio climático, los números específicos que se fijan para alcanzar en 2020 son:
- emisiones de gases de efecto invernadero un 20% menores a los niveles de 1990
- 20% de energías renovables
- incremento del 20% de la eficiencia energética
La Estrategia Europa 2020 sirve de marco de referencia para las actividades en los ámbitos de la UE, nacionales y regionales. De este modo, los gobiernos de los países miembros han establecido objetivos nacionales que contribuyan a lograr los objetivos generales de la UE e informan al respecto dentro de sus Programas Nacionales de Reformas anuales.
Pero, ¿por qué interesarnos por el contexto político de la UE si estamos en el blog de “De Madrid a Europa”? Sencillo. Nosotros trabajamos en ciencia, tecnología e innovación y, en la mayoría de los casos, dependemos de financiación externa competitiva para llevar a cabo nuestro trabajo. La forma de aumentar las posibilidades de financiación de nuestros proyectos es entender que no es el mundo el que se adapta a nosotros, sino que nosotros nos adaptamos al mundo. Esto quiere decir que, si conocemos las líneas de acción políticas de nuestro sector a medio plazo, nos será mucho más fácil evaluar en cuál de estas líneas encaja nuestra investigación o tecnología para que genere un impacto real a nivel europeo. Porque, recordemos, la UE financia proyectos que puedan aportarle soluciones a sus problemas políticos. Esa es la realidad en la que nos movemos y esas son las reglas del juego que debemos conocer al detalle.
En concreto, en esta entrada nos centraremos en el contexto político de energía porque es un tema candente, de aplicación transversal y de influencia en numerosos campos (materiales, medioambiente, salud, seguridad…) pero si os interesa esta entrada y os gustaría que analizásemos el contexto político europeo de vuestro sector, ¡dejádnoslo en comentarios!
Principales iniciativas políticas en el sector de la energía
Son varias las acciones y documentos políticos que se han implantado en estos años, y que son de estudio obligado para todos aquellos que trabajemos el investigación e innovación en energía.
Marco sobre clima y energía para 2030
Los objetivos fundamentales del marco de clima y energía para 2030 son tres:
- al menos 40% de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (en relación con los niveles de 1990)
- al menos 27% de cuota de energías renovables
- al menos 27% de mejora de la eficiencia energética
Este marco —adoptado por los dirigentes de la UE en octubre de 2014— tiene como base el paquete de medidas sobre clima y energía hasta 2020. Además, se ajusta a la perspectiva a largo plazo que contemplan la Hoja de ruta hacia una economía hipocarbónica competitiva en 2050, la Hoja de ruta de la energía para 2050 y el Libro Blanco sobre el Transporte.
Unión de la Energía y el Clima
La estrategia de la Unión de la Energía se compone de 5 dimensiones estrechamente relacionadas y que se refuerzan mutuamente.
- Seguridad, solidaridad y confianza: diversificar las fuentes de energía europeas y garantizar la seguridad energética a través de la solidaridad y la cooperación entre los Estados miembros.
- Un mercado interior de la energía plenamente integrado: permitir el libre flujo de energía por toda la UE gracias a infraestructuras adecuadas y sin obstáculos técnicos o normativos; una forma eficaz de garantizar el suministro y ofrecer al consumidor la mejor oferta energética.
- Eficiencia energética: una mayor eficiencia energética reducirá nuestra dependencia de las importaciones de energía, disminuirá las emisiones y estimulará el empleo y el crecimiento.
- Acción por el clima, descarbonizar la economía: una política climática ambiciosa es fundamental para crear la Unión de la Energía. Se compone de medidas como el régimen de comercio de derechos de emisión de la UE (RCDE), una serie de objetivos nacionales firmes pero equitativos para reducir las emisiones en los sectores no incluidos en el RCDE, una hoja de ruta para una movilidad con bajas emisiones y una política energética que hará a la Unión líder mundial en energías renovables. La UE se ha comprometido a ratificar cuanto antes el Acuerdo de París (que explicamos más adelante), nuevo y ambicioso acuerdo mundial sobre el cambio climático, aprobado en París en diciembre de 2015.
- Investigación, innovación y competitividad: apoyar los avances en tecnologías energéticas limpias y con bajas emisiones de carbono dando prioridad a la investigación y la innovación para impulsar la transición de los sistemas energéticos y mejorar la competitividad.
Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático 2015 – COP21
Entre los días 30 de noviembre y 12 de diciembre de 2015, tuvo lugar en París la vigésimo primera sesión de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21), así como la undécima sesión de la Conferencia de las Partes en calidad de reunión de las Partes del Protocolo de Kioto (COP-MOP11). Los acuerdos más destacados de esta cumbre fueron:
- Mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de los 2°C por encima de los niveles preindustriales.
- La aceleración, el fomento y la facilitación de la innovación son fundamentales para una respuesta mundial eficaz y a largo plazo al cambio climático y para promover el crecimiento económico y el desarrollo sostenible.
En esta reunión también se sentaron las bases para la llamada Mission Innovation, una iniciativa global que trabaja para acelerar la innovación en energías limpias. El poder de la innovación -impulsada por la inversión pública sostenida junto con el liderazgo empresarial- puede hacer que la energía limpia sea ampliamente asequible y hacer que las ideas incipientes pasen a ser parte de la corriente principal. Esta iniciativa está compuesta por 23 países más la Unión Europea, paraguas bajo el cual se enmarca la participación de España. Los países participantes se han comprometido a doblar su inversión en I+D en energías limpias en los próximos 5 años, mientras que apoyan un alto nivel de inversión privada en tecnologías de transformación para energías limpias.
Como veis, todo lo que hay detrás de cada convocatoria, de cada proyecto y de cada idea se fundamenta en un trabajo político de años y al que es necesario que le dediquemos el tiempo que se merece. En el entorno de la energía hay otras iniciativas que también son interesantes a nivel de posicionamiento, como puede ser la International Energy Agency (IEA) o Clean energy for all Europeans, y hasta el momento España lo viene haciendo muy bien. Tenemos una tasa de éxito en propuestas pertenecientes en el reto social de energía limpia, segura y eficiente de H2020 de un 16.5%, algo superior a la media europea (15.9%), y ocupando el 2º puesto en retorno económico sólo después de Alemania, según datos de CDTI.
Somos un país fuerte en el sector de la energía, con gran potencial innovador y con muchas ganas de seguir mejorando el futuro de nuestro planeta. ¡Aprovechemos toda la información que tenemos a nuestro alcance para conseguir sacar adelante nuestras propuestas ganadoras!
Reyes Sansegundo Romero
Gestora de Transferencia de Tecnología y Programas Europeos para la Enterprise Europe Network
Lo que mueve el Mundo no es la energía sino la economía. Y mientras esto sea así, los problemas que acarrea la energía no se resolverán. Porque la solución en sí, no es política sino tecnológica.
La edad de la piedra no terminó porque se terminarán las piedras.
La tecnología ha permitido que máquinas tan sofisticadas como un teléfono móvil sea asequible a cualquier persona incluso en los paises menos desarrollados del planeta en muy pocos años.
La tecnología que facilitará energía cuasi infinita es la fusión nuclear, las renovables actuales son sólo un parche momentáneo. El coche eléctrico podrá predominar cuando sea eficiente y barato en estos momentos es ineficiente en autonomía y lento en recarga además de muy caro. Básicamente un capricho para ricos. La pila de combustible de hidrógeno probablemente será la tecnología que predomine.
La electricidad como bien de primera necesidad es objeto de ensañamiento recaudatorio de la Hacienda pública cargando con un 60% de impuestos con el pretexto de la ecología, su precio es el más caro de toda Europa…