¿Es difícil la ciencia?

 

 

Como ya conté hace casi un mes, la ciencia es preguntarse por todo lo que somos y lo que nos rodea.  Pero preguntárselo de una forma muy concreta. El artista se pregunta cómo es el color y  cómo son las formas, el literato, cómo las palabras despiertan emociones, o generan ilusiones o evocan recuerdos en la mente del lector. Música y arquitectura tratan de entender dos tipos diferentes de espacio: El espacio sonoro y el espacio visual.

 

Y ¿Qué quiere decir todo lo anterior? ¿Qué puede ser el «espacio sonoro»? ¿Y  el  «espacio visual»?  En particular, ¿porqué y como oímos, como vemos, que es lo que vemos, cómo organizamos los estímulos de nuestros sentidos, que son esos estímulos, qué es la luz, el color, el sonido, la armonía, el ruido, ……

 

¿Cómo es que la palabra despierta emociones? 

 

Y ¿Qué son las cosas que nos rodean?  Los animales, los pájaros: ¿Cómo pueden volar? ¿Podemos volar nosotros?  Y las nubes, ¿Cómo se forman?  Las estrellas, ¿Son puntos de luz  pintados en un cartón obscuro sobre nuestras cabezas?

 

Las preguntas son  muchas, tantas como queramos, son numerables, pero en un número que escapa a nuestra imaginación. Y, siendo tantas las preguntas, ¿Podemos aspirar a contestarlas?

 

Parece que sí. Tenemos un método de trabajo para ello, y ese método se llama ciencia. Los seres humanos se habían hecho esas preguntas durante mucho tiempo, pero no avanzaban en su resolución.

 

Un hombre realmente genial, un ser tranquilo y pacífico, sin ansia de apabullar a los demás, sino solo de ilustrar lo que todos vemos pero en lo que muy pocos nos fijamos, Galileo, miró al Sol y vió que la que se movía era la Tierra. Observó el incensario del Baptisterio de Florencia y encontró que su periodo dependía de su longitud. Imaginó una piedra cayendo desde el mástil de un barco y la vió caer al pie del mismo, aunque el barco se estaba moviendo.

 

El método científico es simplificar y abstraer, para luego complicar e individualizar todo lo que se quiera. Y además añade la obligación de verificar en la práctica lo que se afirma, y acepta como real solo aquello que ser «falsado»: Si yo digo que una piedra cae con velocidad constante, estoy afirmando algo cuya falsedad puede comprobarse. Si yo digo que hay ángeles, estoy enunciando algo cuya falsedad no es constatable.

 

Al limitar su discurso a enunciados falsables, la ciencia amplía su discurso a todo el mundo real, pero deja fuera de él nociones como los milagros, los espíritus, la astrología y el «alma» humana.

 

¿Es difícil entender la ciencia?

Parecería que sí, dado que una enorme mayoría de personas la rechazan desde la escuela y el bachillerato.

 

El rechazo tiene varias causas, siendo la primera el que muchos profesores la hacen incomprensible pues dejan de explicar ciencia y tratan de embotellar en los cerebros de sus alumnos una secuencia de expresiones y fórmulas que no dicen nada a nadie. Explican la sintaxis de una lengua sin indicar que pueda ser esa lengua y que tiene que ver con el mundo que nos rodea. Por decirlo en román paladino, realmente enseñan marciano.

 

El  segundo rechazo deriva de que en la escuela se mata, muchas veces, el ansia de saber que sienten los niños. Enseñar es involucrarse con el pupilo, y muchos profesores prefieren establecer una barrera entre ellos y los discentes, quizá debido a una escasez de confianza en sus propias fuerzas.

 

Voy a iniciar a partir de ahora una serie contínua de excursiones en la ciencia, que intercalaré esntre otros blogs que puedan ser de mayor actualidad.

 

La idea es mostrar que no solo es fácil la ciencia, sino que es interesante y que participa de la belleza del arte.

 

Cuando vemos al David de Miguel Angel, el Duomo de Florencia, un cuadro de Cezanne, cuando escuchamos una cantata de Bach, o una sinfonía de Mahler, estamos intuyendo el secreto de la forma, la idea del espacio, lo que sea el color, el orden en la sucesión de sonidos.

 

Cuando observamos el vuelo de una golondrina, las piruetas de un delfín, las acrobacias de un caza, cuando vemos el arco iris, las corrientes marinas, las olas en las playas, estamos viendo la acción de unos vórtices coordinados que nos hablan del movimiento, aquello que al arte tan difícil le resulta capturar, y que es la esencia de la ciencia.

 

Estamos viendo cómo las ondas eléctricas y magnéticas interaccionan con algo, muy dentro, de las gotas de agua, algo que nos está diciendo que esa luz es un conjunto de otras muchas luces individuales. Cuando vemos las olas en la playa, y sabemos que se generaron hace muchos días y en el otro extremo del mundo y las vemos hoy aquí, no podemos por menos que maravillarnos ante una belleza que es, al menos, tan intensa como la de cualquier otra obra de arte.

 

Veremos esto a lo largo de los próximos meses.  

 

 

Compartir:

Un comentario

  1. mas que comentario es una duda ( no me que da claro cual es la esencia de la ciencia ) espero y me respondan con una explicacion mas clara.gracias

Deja un comentario