De nuevo el predador humano

Han aparecido varias noticias preocupantes en los últimos números de revistas y publicaciones. En Science (se pueden ver en mi web: La pesadilla del petróleo, El depredador humano) aparecen dos estudios.

En el primero, y aunque hay libros excelentemente fundados que dicen lo contrario, analistas americanos tratan de tranquilizar al «mundo» con el mensaje de que hay petróleo para rato. A mi esto me abre las carnes. Con un consumo creciente y desaforado, si encima lo podemos mantener vía emisiones en aumento de CO2, la pesadilla del cambio climático, estos bruscos  cambios de tiempo que no traen agua al suelo sediento, va seguir de manera acelerada.

En este artículo se dice que el hidrógeno no estará dsponible hasta el 2050. Y yo me pregunto ¿por qué? Es difícil acelerar la hidrólisis, pero el ser humano, cuando se lo propone, puede conseguir avances substanciales: Testigo, el proyecto Manhattan. Pero si lo que interesa es hacer carreteras……………

El segundo artículo es aun mas deprimente: Relata como un científico – pescador está tratando de promover la reintroducción del bacalao en el Golfo de Maine, en el noreste de los EEUU.  Esta reintroducción, en sí, sería positiva, pero ¿para qué? Este Sr. que esta investigando las pesquerías, sale todos los días en su barco para pescar langostas, y su interés es que vuelva a haber pescado para  que los pescadores puedan de nuevo, esquilmarlo. En el artículo se relata como esos pescadores pescaban y pescaban, y pescaban, hasta que, un día, ¡Oh misterio! dejó de haber capturas. ¡Y se extrañaban de ello!

 

El depredador humano: No tenemos límite. Seguimos el mandato de la Biblia «Creced y multiplicaos y dominad la Tierra«, y lo seguimos a rajatabla. Estamos dispuestos a acabar con todo lo que nos rodea, hasta encontrarnos, finalmente, en un planeta desierto, rodeados de rocas de granito, sin posibilidad de sobrevivir ni, mucho menos, evolucionar.

 

En España, no contentos con emitir cada día más CO2, sin el menor control, y en vez de optar por una camino racional, se intenta, desde todos los ámbitos, aumentar cada vez más las emisiones asesinas. Se trata de instalar cada vez más centrales eléctricas que queman combustibles fósiles, y por si no hubiera suficientes de éstos, instalar nuevas refinerías en zonas de España que serían perfectamente adecuadas para instalar centrales solares. 

 

El imperativo genético de capturar el máximo de recursos posibles ha llevado siempre al fracaso social. Las sociedades que se han extendido sin control han sucumbido siempre al agotamiento de sus recursos, sean estos externos o internos, sus propias capacidades.

 

Solamente mediante la reflexión, mediante la razón que controla la depredación sin límite es posible una supervivencia racional, una supervivencia que no implique el predominio del más salvaje, el triunfo de la violencia desatada.

 

Estamos a tiempo. Podemos substituir el petróleo por energía solar en sus múltiples formas y la gasolina por hidrógeno extraído del agua del mar.  Podemos montar extractoras de hidrógeno en vez de refinerías, centrales solares en vez de pozos de petróleo. ¿Para qué refinar un petróleo que viene de fuera y que tenemos que pagar en vez de extraer nuestra propia energía que tenemos en casa?

 

Basta con cambiar ligeramente de dirección. Basta con buscar la ganancia a largo plazo en vez de el festín de ahora mismo.  Podemos hacerlo. ¿Queremos?

 

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