Una vida sin esfuerzo: Una vida tirada

Hoy menos que nunca se valora el esfuerzo. O quizás no. Quizás hoy se valora lo mismo que en el siglo III cuando Caracalla concedió la ciudadanía romana  a todos los habitantes del imperio.  Estuve el otro día comiendo con unos jovencitos de entre 16 y 19 años. Eran magníficos comunicadores, sociables, vivían rodeados de amigos y sus preocupaciones eran esos amigos, la vida social. Harán dinero, serán gestores, promotores de viviendas, vendedores, hasta presidentes de clubes de fútbol.

Y ¿qué quedará de todo ello?

 

Hace unos días vino un librero a traerme una lista de libros que le había encargado para comprar.  Se extrañó de que quisiera comprar libros. Le expliqué que conocemos a Platón y a Aristóteles por papiros de hace 1800 años, por libros árabes, por los  códices de Toledo de hace 700 años.

 

¿Que queda de la vida social? Hace unos días el Barça ganó una copa de fútbol. El año que viene la ganará otro equipo, y así indefinidamente. ¿Qué queda de eso? ¿Qué queda de la vida diaria de miles de millones de personas?

 

La sociedad ha avanzado. De eso no hay duda. No hay duda pues hoy vivimos bien casi el doble de tiempo que nuestros antepasados, y hoy podemos crear. Nunca antes de Miguel Angel habían existido los frescos de la Capilla Sixtina. Nunca antes de Schroedinger se habían planteado las ecuaciones del movimiento de los electrones. Nunca antes de Haendel existió en parte alguna del universo un Mesías.

 

Las hormigas nacen, comen, procrean y mueren. Desde hace cientos de millones de años. Siempre igual, nunca cambian. ¿Que valor tiene la vida social de las hormigas?

 

Y sin embargo todos nosotros podemos crear. Desde un bello jardín hasta una melodía sublime, desde un edificio eterno hasta un nuevo esquema de transmitir el conocimiento, desde las ecuaciones de la física hasta una novela perdurable.

 

Pero para crear hace falta esfuerzo. Miguel Angel trabajaba 10 horas tumbado en un andamio, pintando acostado con los brazos en alto. Haendel no comió durante los días en que estaba escribiendo  su Mesías, Poincaré se pasó 4 meses sin levantar los ojos del escritorio buscando la solución de un problema.

 

El mundo no se mantiene sin el esfuerzo titánico de algunos seres humanos. O por mejor decir, se mantendría como un hormiguero, en la cochambre chapucera de aquellos que solo quieren la vida fácil, que no dejan nada tras de sí.

 

Una persona  que estudia 6 años de su vida 10 horas diarias quizá no se coloque cuando acabe la carrera como se coloca un mecánico o un taxista. Pero ha puesto los fundamentos de una vida plena, una vida en la que puede crear un nuevo estándar de comunicaciones, un nuevo teorema,  un edificio de renombre, un cuadro que mirarán los seres humanos dentro de 500 años, una sinfonía que trasladará a sus co-personas a las altas cimas de la sensibilidad.

 

Sin esfuerzo el mundo se deshace a nuestro alrededor. Sin esfuerzo acabamos con las playas, con los bosques, con los desiertos, convertimos el planeta en una barriada vulgar, igual, como los hormigueros, a otros millones de vulgares barriadas. Necesitamos un ingente esfuerzo para que nuestro planeta siga siendo un lugar de belleza, un lugar para nosotros, no para las hormigas y las cucarachas.

 

¿Vale la pena el esfuerzo?

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12 comentarios

  1. pero Dr. Elvira, no olvide Ud. que dentro de unos siglos o milenios posiblemente la especie humana habrá desaparecido, se habrá extinguido, y entonces a quién le importa la ecuación de shrodinger o el mesias de handel…tampoco exageremos, porque aquellos que se dedican a ‘crear’ lo pueden hacer gracias a la gran muchedumbre que se dedica a sus funciones básicas de comer, dormir y reproducirse…y sin el trabajo de panal no hay trabajo de reina.

  2. Mar y Antonio:

    No son tareas excluyentes las biológicas, de supervivencia, y las creativas. No es necesario dedicar todo el esfuerzo a crear, sólo al genio le compensa y ser un genio no depende de la voluntad, requiere unas características físicas, un soporte material, que hoy por hoy es determinado por la naturaleza.

    Pero todos los demás podemos crear y contribuir, infinitesimalmente, al progreso de la humanidad en esa faceta.

    Ahí es dónde el esfuerzo, de aprendizaje primero, de realización después, del que habla Antonio es esencial.

    Y el sistema educativo, los padres y, sobre todo los medios de comunicación de masas deberían propiciar que los individuos optasen por hacerlo. Que libremente decidieran dedicarse a ello.

    Pero… ¡Ay! es "necesario" que el ocio sea económicamente rentable. (Mundo Féliz. Huxley. Ya en 1932)

  3. Mar, Ludovico: Es imposible saber si desapareceremos o evolucionaremos hacia otro tipo de especie. Mientras tanto, ¿que sentido tiene la vida sin la creación, pequeña o grande? Porque el que unos creen grandes obras porque otros no lo hacen no es cierto, y la reina lo único que hace es procrear. Todos podemos, todos, más listos o menos listos, podemos crear, si queremos. Pero creación es iguala a esfuerzo, y sin esfuerzo lo único que hacemos es reproducir millones de veces la vida de las hormigas o de las abejas.

    El mundo el muy bello. ¿por que no esforzarse en añadir constantemente a su belleza?

  4. no exageremos don Antonio, no exageremos, que tiene Ud. una natural querencia hacia la hipérbole…si estamos en este ruedo llamado vida es porque las miles de especies de las que procedemos, contando desde la primera célula del primitivo caldo vital, no hicieron otra cosa que comer, dormir y reproducirse, ¿por qué ahora Ud. le resta mérito a tan notables activiades?…la especie humana ha logrado elevar el comer (la rica gastronomía) y la reproducción (el rico sexo) a la categoría de arte, todavía nos falta inventar hacer algo con el dormir…por lo demás, el resto de actividades, todas esencialmente banales, no dejan de ser puras y simples pajas mentales en las que gastar el tiempo…tampoco exageremos don Antonio, y desarrolle el arte del control de su natural querencia hacia la hipérbole.

  5. Querido Templario:

    A mi me gusta el comer (estoy mas bien gordo) y ¿cómo no? el sexo. Y otras muchas cosas. Pero ¿Qué sentido tiene la vida si se reduce a ésto? Yo veo a muchos jóvenes buscar la línea de mínimo esfuerzo, veo a la sociedad interesada por chorradas como el espectaculo del deporte, y no veo el esfuerzo para crear un mundo más bello, sino la dejadez de hacerlo cada vez mas feo por el efecto de la segunda ley de la termodinámica. Y me pregunto: ¿Qué sentido tendría la vida si solo fuera la repetición sin límite de los mismos actos, sin introducir nada nuevo, como han vivido las hormigas o la abejas millones de años? ¿Vale la pena excitarse porque gana el Barça, porque gana Alonso? Si es siempre lo mismo, y sobre todo, ¿qué queda de eso? Es cómo si salieramos a una fiesta de 10 horas por las calles porque hemos hecho bien el amor o porque hemos degustado una cena en un buen restaurante: No es para tanto.

    En cambio yo creo que si vale la pena trabajar muy duro para crear algo, mucho o poco, pero algo que quede, no que pase como el agua por el cauce del río. Uno come, hace el amor, pasea, nada, juega un partido, monta en bici, vive. Pero nada de eso supone un entusiasmo inmenso. El entusiasmo queda para la labor creativa, para aprender y crear.

    Saludos cordiales.

  6. Sr. Ruiz Elvira, las expectativas que llenan la vida de cada uno varían con la persona. Y la especie humana es tan diversa como la propia diversidad de especies. Cada uno tiene que cumplir sus expectativas… y ya es bastante. Unos necesitarán crear, otros sobrevivir. Entiendo que el desarrollo natural de la personalidad del individuo avanza en cada uno hacia el desarrollo de las potencialidades que lleva dentro. El que no vale para nada se contentará con celebrar goles enarbolando un güisqui toda su vida, pero el que lleva dentro algo despertará un día con la necesidad de sacarlo… y celebrará esos mismos goles, con su güisqui también, con el único y saludable fin de equilibrar sus niveles hormonales y refrescar su disco duro espiritual.

    Y si no, ¿por qué en ocasiones descargamos en un blog nuestras visiones hiperbólicas, aunque sepamos que lo son?

    Un cordial saludo

  7. >Estuve el otro día comiendo con unos jovencitos de entre 16 y 19 años.

    Los jovencitos de entre 16 y 19 son adolescentes. Son felices y despreocupados porque aun no necesitan trabajar y sus aspiraciones son las que corresponden a su edad.

    Si comiera usted con no tan jovencitos de entre 26 y 29 años que deambulan de contrato basura en contrato basura, nunca más de 6 meses en la misma empresa, nunca más de 1.000 euros netos al mes con una titulación superior bajo el brazo no escribiría estas memeces.

    Los no tan jovencitos aspiran a casarse, tener un hogar, un empleo estable, hijos.. cosas que los miembros de su generación daban por sentadas y que sin embargo nos están vedadas. Sin salir del ámbito académico, ¿a cuántos menores de 35 años conoce que tengan un empleo estable? ¿Era difícil cobrar 200.000 pesetas al mes en 1987? Estamos en 2006, la inflación acumulada en estos años es altísima y ahora se cobra menos a cambio de trabajar muchas más horas. ¿Estaba usted obligado a trabajar 14 horas diarias a sus 27 años? ¿Y el resto de sus coetáneos?

    ¿En qué mundo vive? ¿Qué contacto mantiene usted con la realidad? Vaya a comprobar cuanto cobran sus becarios de 30 años e intente acceder a una vivienda digna -alquilada o en propiedad- con ese presupuesto. Intente ir al supermercado o comprarse ropa con el sueldo de becario; aunque sea de becario Ramón y Cajal.

    >Se extrañó de que quisiera comprar libros.

    Yo no compro libros, los descargo del emule.

    >La sociedad ha avanzado. De eso no hay duda. No hay duda pues hoy vivimos bien casi el doble de tiempo que nuestros antepasados, y hoy podemos crear.

    Para crear es necesario tener cubiertas las necesidades básicas. Jubílense todos, dejen de especular con sus viviendas y, sobre todo, dejen espacio a la siguiente generación. Creen que nos ayudan mucho porque nos pagaron la carrera y nos tienen viviendo en su casa.

    La realidad es que nos están ahogando.

  8. Hola, joven airado:

    En el mundo, hoy y ayer, los que se colocan en un empleo no basura, y perdurable, son de dos tipos: Los hijos de papá, y los que se han matado a trabajar. Lo de los primeros es inevitable, como es inevitable morirse: Es ley de vida, que no se ha cambiado ni en Cuba (allí no es el hijo de papá sino el hermano).

    Si no somos hijos de papa, podemos acabar nuestras carreras con expediente de 3.5, y podemos competir con los demás. Para eso es preciso estar dispuestos, desde los 14 años, a chapar y trabajar duro. Mi interés por esos jovencitos de entre 16 a 19 años es que no parecían preocupados por la realidad de la vida: Que seguían siendo niños viviendo bajo el paraguas.

    Por cierto, como bastantes dias con los becarios de la universidad, que ganan 400 euros/mes pero se matan a trabajar, no para mi, que jamá he firmado nada que hayan trabajado ellos, sino para ellos. Es evidente que 400 euros es una caca, pero aspiran a ganar más en el futuro, y sobre todo, a crear algo en sus vidas.

    Los miembros de la generación de mis padres (empezaron a trabajar a los 19 años, en los años 40) no tenian garantizado ni el comer. La sociedad NO puede garantizar nada. Somos cada uno de nosotros quienes, con nuestro esfuerzo, tenemos que salir adelante. La sociedad actual, la de estos jovencitos de 16 a 19 años, y una buena parte de los de 19 a 90 años siguen siendo niñs: Les gusta jugar, que les proteja "la sociedad" (alias los padres), que le cuiden. Eso está muy bien, pero además de eso es preciso hacerse adultos, dejar los juegos, y dejar de pedir a la sociedad que nos cuide.

    Que yo vea a mi alrededor, en la universidad, la gente acaba colocandose, casandose, comprandose un piso, y luego otro mas grande. Y eso tambien lo veo en otros sitios que no son la universidad.

    A los 27 años trabajaba 24-8 = 16 horas en mi tésis y en preparar oposiciones, como hemos hecho casi todos. Las 14 horas no son nuevas, ni me parecen mal si uno queire hacer algo en la vida: Lo contrario es infancia, es chupar del bote, es llorar.

    Los libros son algo sin precio: Son las vidas de las personas que han creado, son el registro de la humanidad. Es difícil pensar que queden registros magnéticos u ópticos dentro de 2000 años. La celulosa suele perdurar ese tiempo.

    Por cierto, querido joven airado: Bach era pobre como las ratas cuando recorrió andando 300 km para escuchar a Buxtehude en Luebeck. Entre los buenos científicos los ha habido ricos y muy pobres. Cuando uno quiere crear lo hace.

    Saludos

  9. don Antonio no se pase, no se recree en su natural querencia hacia la hiperbole…lo que dice el ‘joven airado’ es perfectamente razonable: la generación en el poder se ha montado ‘el chiringuito’ con los jóvenes y les está chupando la sangre ofreciéndoles contratos basura durante 20 años y una vivienda que cuesta más de triple de su valor…no lo digo por Ud. don Antonio pero muchos de su generación y siguientes merecerían un buen castigo por aprovecharse de la parte indefensa de la sociedad…véase el caso de la universidad donde cuatro esgarramantas se aprovechan del trabajo de los jovenes titulados por cuatro duros mal pagados…¿dónde está la conciencia que les enseñó a todos Uds. el nacional-catolicismo?, ¿o acaso esto este funcionar es producto de aquello?.

  10. Estimado "no-se-pase"

    Las generaciones en el poder, es decir, los señores feudales, se han montado siempre lo mismo: La explotación de los demás. No son los señores de la guerra, los señores feudales los responsables de esto. Los responsables de mantenerlos en el poder, de no rebelarnos, de no conseguir que no sea así somos nosotros, que al fin y a la postre aceptamos el sistema y les votamos cada 4 años. Pero somos nostros los que podemos rebelarnos contra ello, y eso exige trabajo muy duro. ¿Por qué esta indefensa una parte de la sociedad? ¿No será porque es trabajoso defenderse? ¿Que queremos, que los vampiros dejen de serlo o defendernos de ellos?

    Yo opino que la responsabilidad no es de los vampiros por querer sacar sangre, es de los humanos que se la dejan sacar.

    Saludos cordiales!

  11. Coincido con usted en que el esfuerzo es algo necesario y que se ha perdido mucho en nuestro mundo actual. Esto es constantemente fomentado por los medios de comunicacion que buscan hacernos consumir mucho mas alla de nuestras necesidades reales y de nuestras capacidades de pago. Efectivamente yo tambien veo con gran preocupacion que la gente cada vez mas busca llenar sus vidas unica o mayormente con placeres inmediatos y esto acarrea severos problemas personales, familiares y en ultima instancia sociales. Creo que, sin caer en extremismos, es importante reflexionar como vivimos nuestras vidas. Gracias por compartir sus ideas. Saludos. Noe

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