La incomprensión de la ciencia

Hoy he tenido una conversación con mi padre. Ha sido catedrático de latín y filósofo. Muestra un interés insaciable, a sus 83 años, por entender los problemas de la física, de la técnica, del conocimiento, de la ciencia, en fin. Hablando con él he encontrado una de las razones por las que se nos hace tan difícil hacer entender lo que es la ciencia a la gran masa social, a pesar de utilizar un lenguaje llano y ejemplos sacados de la vida diaria. El problema es mucho más profundo, es un problema de filosofía de vida. Aun usando el lenguaje de la cocina, lo que contamos no cala en la sociedad pues lo que no conseguimos transmitir es la razón de nuestro interés por la ciencia.

 

Cualquier  cualquier ingeniero, cualquier historiador, cualquier filólogo, cualquier científico, en fin, sabe que conseguir el conocimiento es una tarea dura, larga, difícil, trabajosa, que exige dedicación y paciencia. Cualquier científico espera algún reconocimiento por su labor.

 

Pero hoy la masa social no entiende que esto sea  así: ¿Se quiere un reproductor de música? Pues se acerca uno a la tienda y allí hay uno, a disposición de el que tenga dinero. ¿Busca uno un teléfono móvil? Está en los estantes de la tienda. Solo se necesita dinero. ¿Quiere uno una barra de pan? Misteriosamente está en los estantes de la panadería. Hoy en día, para la gran masa social, el pan sale de una máquina, sin conexión alguna con el trigo ni la harina. Las “pizzas” las trae un muchacho en moto, las peras aparecen por arte de magia en las fruterías y si estamos enfermos el médico nos duerme y cuando despertamos estamos curados.

 

Al haber alejado los efectos de las causas hemos recreado la magia. Si para hablar con el novio basta pulsar un botón, para curarnos de una enfermedad bastará con pulsar otro, o hacer un encantamiento. Para la gran masa social la ciencia, la ingeniería, la medicina, hasta la literatura y el arte son innecesarios. No hace falta trabajar, no hace falta invertir en laboratorios. Basta con decir abracadabra y las cosas se resuelven. Eso sí, hay que pagar. Por ello lo único importante en el mundo de hoy (hasta entre los políticos, que absorben el ideario de las masas) es el dinero. Para que el brujo te haga un encantamiento, basta con pagar. Si necesitas una carta astral, se paga y ya está. Si queremos ir al cielo, se pagan unas indulgencias, y hasta  aquellos que se preocupan del medio ambiente prefieren pagar una cuota a una ONG que les resuelva el problema antes que ponerse a trabajar. Hoy en día se considera el trabajo como algo molesto, una excusa para cobrar dinero, pero esencialmente innecesario. ¿No lo hace el ordenador?

 

De esta manera, mi discurso, y el de otros muchos compañeros de blog, y el de los científicos en su acepción más amplia es esencialmente marciano para los habitantes de la Tierra, porque el discurso de la ciencia se basa en reconocer que no hay nada sencillo, que todo, a pesar de que en ello se inviertan miles de millones, es difícil y trabajoso. Puesto que unos aceptamos el trabajo y otros quieren el pelotazo, pulsar un botón, lo que está ya en el estante, lo que cae del cielo, los lenguajes son mutuamente incomprensibles, aunque todos hablemos español.

 

¿Cómo cambiar esta incomprensión?

 

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3 comentarios

  1. lasciate ogne speranza, o como se diga, que decia el Dante. La cultura española es la del pelotazo, la ciencia se la dejamos a los mas pacientes y disciplinados nórdicos. QUe inventen ellos y nosotros a consumir, al menos hasta ahora a base de ladrillazo y pelotazo la cosa les ha funcionado, entre los fortunones del pais tenemos a varios analfabetos puros, el Pocero de Seseña por ejemplo, Amancio Ortega y tantos otros que venden la imagen que para hacerse rico no hay que saber mas que cuatro cosas y tener mucho rostro… este es el ejemplo, al cientifico se le tiene como un gilipollas y punto

  2. Creo que los políticos, a nivel mundial, no están contribuyendo en absoluto a mejorar esta situación. Y digo a nivel mundial porque lo primero que debería darse es un escenario de tipos de interés altísimos: la sociedad debería ser consciente de que endeudarse, en general, es malo para el Planeta. Y en España nos hemos acostumbrado a vivir endeudados. Vemos a nuestro alrededor a compañeros de trabajo, amigos o hermanos que compran un coche de lujo a crédito, que se van de vacaciones a crédito, que llegan justos a fin de mes…parece claro que la valoración del ahorro es negativa, está pasado de moda, cuando es lo que ha sido siempre: una presa que retiene energía (como las presas hidráulicas) y genera recursos cuando son necesarios. Dicho de otro modo: la sociedad no puede sostener por más tiempo (y en eso los políticos han de jugar un papel) el principio de que crecer con lo que los economistas llaman "apalancamiento financiero" es positivo. Y para ello, se debe procurar que las consecuencias de tales comportamientos sean duras.

  3. Eduardo Ferreyra, desconozco si perteneces a madridmasd, para decir lo que escribes. Te aclaro que son ellos los que están insultando a través de realizar más de cien Links, en 24 horas, con el objeto de insultar y desprestigiar la invención. Madridmas I+D+I están vinculados con la ciencia de España y otros países. Mejor harían en exponer públicamente sus argumentos contra LEOGIM de manera técnica, si son capaces entre tantos Doctores de Ciencias, los estoy esperando para dejarlos en ridículo y llamarles lo que se merecen, mientras llega el momento de que les haga comparecer en los tribunales, amén de otras acciones. A madridmasd, les debería dar vergüenza del papel que están haciendo –sirviendo a quien yo me imagino- que no dudaré en sacar públicamente.

    No pe pidas que me calle al insulto Javier, soy una persona que no he recibido nunca, un céntimo del Gobierno, a ti no se te cae la cara de vergüenza, si es que la conoces, diciéndome lo que debo hacer, como dice ese que opina ¿eres gilipollas? O que te mueve en esto. Todo el gasto lo vengo poniendo yo, y como sabrás los organismos del estado gastan y también despilfarran muchos millones. Mi trabajo de años no me lo paga nadie, faltaría más que aguante insultos de un centro de ciencias, que ellos si que cobran de mis impuestos. Anímalos a que expongan sus dudas, os espero.

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