El error de la financiación a corto plazo.

Iberdrola renuncia a la construcción del mayor parque eólico del mundo en aguas marinas de Escocia. Una noticia del 15/12/2013, de Carlos Fresneda, en  El Mundo. El argumento es que los fondos de inversión hoy prefieren las ganancias rápidas, a base comprar y vender en Bolsa, haciendo subir el dinero nominal, sin interesarse por la productividad, es decir, la cantidad de bienes producidos.

Esta idea conduce a pobreza para los ciudadanos (con riqueza inmensa para unos pocos especuladores) porque si no hay bienes producidos, los ciudadanos poseen menos de lo que podían poseer, y al final la riqueza es sinónima de disponibilidad de bienes y recursos. Si no tengo agua caliente para ducharme soy mas pobre, sencillamente, que si la tengo, a pesar de todos aquellos que nos quieren convencer de que quizás no debemos ducharnos todos los dias, y cuando lo hagamos, hacerlo con agua helada.

Pero también conduce al colapso social: La única manera de mejorar, de que los pobres tengan mas riqueza, de que los jóvenes dispongan de trabajo, es la producción. Si los fondos de inversión no están dispuestos a producir kilowatios hora, esa energía, que puede convertirse en bienes, queda sin realizarse: La humanidad se mantiene pobre en mucho más del dinero necesario para inversión, pues ésta genera riqueza durante décadas por encima de lo invertido, aunque no genere un retorno inmediato a los que la pueden proporcionar.

Es la simple cuestión del progreso tecnológico: Podemos viajar en mulas o en vehículos de combustión interna. Podemos viajar por carreteras o caminos de barro. Podemos lavarnos una vez a la semana (o al año) con agua muy fría o disfrutar de un cuarto de baño con ducha, lavabo y retrete.  Y así, añadan los lectores las diferencias en sus vidas ahora y las vidas de sus antepasados, incluyendo quizás la vida del super-dueño de Europa en el siglo XVII, el Rey Sol, que vivió las últimas décadas de su vida sin paladar, saliéndosele la comida por la nariz, pues los salvajes dentistas de entonces le hicieron una carnicería para curarle un absceso dental.

Y, ¿cómo se consigue ese progreso? No gracias a las financieras.  Siempre ha sido gracias a quienes han invertido pensando en beneficios distintos de los de »los accionistas».  Con »los accionistas» nunca se hubiese hecho ciencia, ni hubiésemos salido, unos pocos, la clase media en proceso de liquidación,  de la miseria, pues los accionistas, los grandes duques franceses e ingleses, que eran ‘los accionistas» en los siglos XVIII y XIX vivían de lujo sin necesitar fabricar nada.

Hablando de esto de »los accionistas», se supone hoy, en España, que la empresa privada gestiona los asuntos mejor que la pública. Miren los lectores de este post, si hay alguno, como de bien funciona la sanidad privada en los EEUU, y los desastres económicos de las empresas »privadas» españolas.

Las empresas, como los países, funcionan cuando hay equilibrios de poder. Cuando el poder, político y/o económico, se convierte en oligarquía (2 partidos políticos, 3 empresas eléctricas, 4 constructoras, 4 bancos, sigan ustedes) la eficiencia de su funcionamiento cae a cero.  La ciencia y la industria crecieron en los siglos XIX y XX, cuando no se había producido la concentración, cuando había diversidad, competición.  En este siglo XXI, con dos países monolíticos como China y Rusia, , y otros oligárquicos como la UE y los EEUU, lo vamos a pasar mal. Muy mal.

 

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