El 30 de marzo leo en el diario el País un artículo sobre la contaminación por dioxinas de la leche de búffala y el queso que se elabora con ella: la “mozzarella”.

mozzarella

El artículo lleva el encabezado de:Una mozzarella pericolosa” y nos cuenta:

«¡No nos obliguen a imaginar un mundo sin mozzarella!», ha declarado el ministro italiano de Desarrollo Económico, Pierluigi Bersani, después de descubrirse rastros de dioxina, una sustancia potencialmente cancerígena, en una parte de la leche y la mozzarella de búfala que se produce en la región meridional de Campania

 

Bruselas amenazó con un embargo comercial si no tomaban inmediatas medidas. El Gobierno en funciones de Prodi  anunció el viernes que ordenaba la retirada del mercado de las partidas de queso contaminadas y evitar así su entrada en el mercado europeo. La Comisión Europea se dio por satisfecha, por ahora, pero algunos de los países de la UE, como Francia, han decidido retirar de la circulación el queso italiano. Corea del Sur, Japón, Rusia y EE UU, también lo han hecho.

En Roma se habla de la existencia de una psicosis internacional exagerada. Pero lo cierto es que el caso detectado en las provincias de Caserta, Nápoles y Avelino deja en precario la seguridad alimentaria del país alpino, y especialmente en la zona meridional. Más allá de hacer un ejercicio de patriotismo retórico, el Gobierno de Romano Prodi debe reconocer que en Campania se han enterrado e incinerado ilegal y descontroladamente miles de toneladas de desperdicios tóxicos en los últimos años, y las dioxinas que producen esos incendios -y que a través de la contaminación de los pastos se han detectado en la mozzarella- no son un asunto nuevo. La Camorra, la Mafia napolitana, está implicada en el negocio de la recogida de basura y en la fabricación del sabroso queso de búfala. Ésa sí que es una realidad incontestable que habría que cambiar.

 

 

 

Buffalas

 

El 31 de marzo el diario el País publica la siguiente información: Nápoles envía su basura a Alemania”

 

El Ejército acaba de retirar la inmundicia en vísperas de las elecciones italianas

Hay también napolitanos que viven en pueblos donde el alcalde, el párroco, el juez y el jefe de policía trabajan a sueldo de la Camorra, pero que se atreven a romper la omertá y denuncian que sus corderos tienen malformaciones. «Así fue como nos enteramos del escándalo de los vertidos tóxicos abusivos, por pequeños grupos de personas que osaron protestar por lo que estaba pasando», explica el escritor Maurizio Braucci.


El escándalo de los vertidos y las basuras ilegales salió a la luz a través de las parroquias. «Hubo agricultores y granjeros que contaron en confesión en los pueblos que se había envenenado el territorio y que los animales morían y tenían malformaciones», explica Mosella. «Era una rebelión civil contra la Camorra, pero el Estado no estaba allí para recibir las quejas».

«El problema de la basura no es napolitano ni sureño», dice el escritor Massimo Carlotto. «Los residuos industriales, hospitalarios e informáticos del rico nordeste del país han sido enterrados y quemados durante décadas en Nápoles. Y si el caso ha estallado es porque había un pacto Camorra-Estado que ha saltado por los aires».

«El Estado sabía bien lo que había». «Las basuras tóxicas no sólo llegaron del norte, sino que fue Impregilo, una empresa de la aristocracia financiera de Milán, la encargada de limpiarlos. Berlusconi les dio el contrato, pero ellos no hicieron nada y se llevaron el dinero. Así que los napolitanos inventaron la expresión emergencia permanente, esa brillante paradoja que dura ya 14 años».

Hoy, en los pueblos cercanos a la ciudad, la zona donde ha aparecido la mozzarella contaminada por las dioxinas, el Ejército ha acabado de retirar la basura de la vergüenza. Un portavoz del Ayuntamiento de Nápoles dice que esperan que «esta misma semana» empiecen a viajar en trenes con destino a Alemania. Allí será reciclada y convertida en energía limpia. Westfalia, Hamburgo, Sajonia y Baviera se calentarán en los próximos meses con basura napolitana.

Italia tendrá que pagar unos 30 millones de euros para exportar un máximo de 160.000 toneladas y un mínimo de 105.000. Los contratos firmados en Francfort son la solución momentánea a la crisis.

En la comisaría central, 4.000 policías tratan de convertir la caótica urbe de 3,6 millones de personas en un lugar más seguro.

 

Que son las Dioxinas: (Dibenzo-p-dioxinas policloradas (DDPCs) (Chlorinated Dibenzo-p-Dioxins [CDDs])

Las DDPCs son una familia de 75 compuestos relacionados químicamente llamados dioxinas policloradas. Uno de estos compuestos se llama 2,3,7,8-DDTC. Es una de las más tóxicas de las DDPCs y es la más estudiada

 

Según nos explica la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades ATSDR La exposición a las dibenzo-p-dioxinas policloradas (DDPCs) ocurre principalmente al ingerir alimentos contaminados con estas sustancias. Una de las sustancias químicas en este grupo, 2,3,7,8-tetraclorodibenzo-p-dioxina o 2,3,7,8-DDTC, ha demostrado ser muy tóxica en estudios en animales. Produce efectos en la piel y puede producir cáncer en seres humanos.

 

Las Dioxinas se producen principalmente de dos maneras:

 

1. En el proceso de fabricación de algunos pesticidas, conservantes, desinfectantes o componentes del papel. Estos compuestos (principalmente 2,3,7,8-DDTC) pueden formarse durante el proceso de blanqueamiento con cloro en aserraderos de pulpa y papel. Las DDPCs se forman también durante la cloración de aguas en plantas de tratamiento de residuos y de agua potable. Pueden producirse como contaminantes en la manufactura de ciertos productos químicos orgánicos

 

2. Las DDPCs se liberan al aire en emisiones de incineradores de residuo sólido municipales o industriales. Cuando se queman a bajas temperaturas materiales como algunos productos químicos, gasolina con plomo, plástico, papel o madera.

 

La dioxina 2,4,5-T es uno de los componentes del Agente Naranja, arma química utilizada por Estados Unidos en la Guerra de Vietnam.

 

Efectos en humanos y en el medio ambiente

 

  • Cuando se liberan al aire, algunas DDPCs pueden ser transportadas largas distancias, alrededor del globo terrestre.
  • Cuando se liberan en aguas de desecho, algunas DDPCs son degradadas por la luz solar, algunas se evaporan al aire, pero la mayoría se adhiere a partículas y se hunden al sedimento del fondo en el agua.
  • Las concentraciones de las DDPCs pueden acceder a la cadena alimentaria, apareciendo niveles detectables en animales.

 

Exposición humana  a las DDPCs, se produce:

 

  • Comiendo alimentos, principalmente carne, productos lácteos y pescado, constituye más del 90% de la ingesta de DDPCs para el público en general.
  • Respirando bajos niveles en el aire y tomando agua con bajos niveles.
  • Por contacto de la piel con ciertos pesticidas y herbicidas.
  • Viviendo cerca de un sitio de residuo peligroso no controlado que contiene DDPCs o cerca de incineradores que liberan DDPCs.
  • Trabajando en industrias que producen ciertos pesticidas que contienen DDPCs como impurezas, trabajando en aserraderos de pulpa o papel u operando incineradores

 

Efectos sobre la salud de las Dioxinas

 

1.- Exposición a dosis altas

 

El efecto más conocido sobre la salud de seres humanos expuestos a una gran cantidad de 2,3,7,8-DDTC es el cloracné. Cloracné es una enfermedad grave de la piel con lesiones parecidas al acné principalmente en la cara y la parte superior del cuerpo. Otros efectos encontrados en gente expuesta a altos niveles de 2,3,7,8-DDTC incluyen erupción cutánea, descoloración de la piel y excesivo pelo corporal. Alteraciones en la sangre y la orina que pueden indicar daño hepático se observan también en cierta personas. La exposición a altas concentraciones de DDPCs puede producir alteraciones de larga duración en el metabolismo de glucosa y alteraciones leves en niveles hormonales.

En ciertas especies animales, la 2,3,7,8-DDTC es particularmente perjudicial y puede causar la muerte después de una sola exposición.

 

2.-Exposición a dosis bajas

 

Puede causar una variedad de efectos en animales, tales como pérdida de peso, daño al hígado y desorganización del sistema endocrino. En muchas especies de animales, la 2,3,7,8-DDTC debilita al sistema inmunitario y disminuye su habilidad para combatir bacterias y virus. En otros estudios en animales, la exposición a la 2,3,7,8-DDTC dañó al sistema reproductivo y produjo defectos de nacimiento. Ciertas especies animales expuestas a las DDPCs durante la preñez sufrieron abortos y frecuentemente se observó que las crías que nacieron tenían serios defectos de nacimiento, incluso deformidades en el esqueleto, defectos en los riñones y respuestas inmunitarias atenuadas.

 

La Organización Mundial de la Salud (WHO) ha determinado que la 2,3,7,8-DDTC es carcinogénica en seres humanos.

 

El Departamento de Salud y Servicios Humanos (DHHS) ha determinado que se sabe que la 2,3,7,8-DDTC produce cáncer.

 

Varios estudios sugieren que la exposición a la 2,3,7,8-DDTC aumenta el riesgo de contraer varios tipos de cáncer en seres humanos. Estudios en animales también han demostrado un riesgo más elevado de cáncer a raíz de la exposición a la 2,3,7,8-DDTC.

 

Cómo se puede reducir el riesgo de exposición a las DDPCs


  • Debe evitarse que los niños jueguen en suelos cerca de sitios de residuos peligrosos no controlados.
  • Enseñe a los niños a no comer tierra o poner juguetes u otros objetos en la boca.
  • Todo el mundo debería lavarse las manos frecuentemente si juegan o trabajan cerca de sitios de residuos peligrosos no controlados.
  • Para mujeres que recién han tenido niños y niños pequeños, limite el consumo de alimentos provenientes de las cercanías de sitios no controlados que contienen DDPCs.

 

Recomendaciones del Gobierno de EEUU para proteger la salud pública

 

  • La EPA ha establecido un límite de 0.00003 microgramos de 2,3,7,8-DDTC por litro de agua potable (0.00003 µg/L).
  • La EPA requiere que se le notifique de descargas, derrames o de liberaciones accidentales al medio ambiente de 1 libra o más de 2,3,7,8-DDTC.
  • La Administración de Alimentos y Drogas (FDA) recomienda no comer pescados y mariscos con niveles de 2,3,7,8-DDTC mayores que 50 partes por trillón (50 ppt).
Los efectos de la exposición humana a dosis altas la veremos más adelante cuando analicemos el accidente de SEVESO (Italia)

 

Consuelo Ibáñez, salubrista y epidemióloga

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2 comentarios

  1. necesito saber como uno sabe si su enfermedad está provocada por dioxinas o simplemente es por otra cosa

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