Curso de desigualdades sociales en salud (DSS), lección 8ª: La estrategia inglesa para reducir las DSS, 1998-2010 (1ª parte)

Por Javier Segura del Pozo

Médico salubrista

 

Cómo hemos ido viendo en nuestro curso hay muchos estudios que dan cuenta de las diferencias en el estado de salud entre clases sociales, grupos humanos y áreas geográficas con diferente nivel socioeconómico. Lo que son muy escasas son las experiencias que han intentado desde la política reducir de una forma documentada estas desigualdades y someter su acierto a una evaluación independiente. Una de ellas, y de las más ambiciosas, ha sido la experiencia inglesa, desarrollada en los últimos diez años por los gobiernos laboristas de Tony Blair (y ahora de Gordon Brown) y apoyada por el prestigioso profesor Sir Michael Marmot.

 

Evaluación transparente e independiente de las políticas publicas

 

Su merito no solo reside en haber puesto la lucha contra las DSS en la agenda política, sino en hacerlo con unas políticas claramente definidas y , sobre todo, con un instrumento de evaluación de estas políticas en términos de indicadores de salud (por ejemplo, reducir en un 10% la diferencia en mortalidad infantil y esperanza de vida al nacer), que difícilmente admite maquillajes y que sin embargo, deja un legado científico-técnico valiosísimo para otras experiencias futuras y en otros territorios.

 

No es raro que un político declare que quiere mejorar la salud o la educación de los más desfavorecidos, ero si lo es que traduzca su intención en metas cuantificables y permita que estas metas sean vigiladas por una comisión independiente. Pensemos: ¿Por qué hemos dejado la evaluación del cumplimiento de los programas electorales por algo imposible? Tenemos muchos ejemplos en nuestro entorno en que se anuncian planes que ya sabemos que se van a quedar en promesas vacías contenidas en documentos lujosamente editados, donde no hay un compromiso de evaluación. En otras ocasiones una apuesta aparentemente cuantificable (por ejemplo, reducir las listas de espera) se queda en aguas de borrajas, al retorcer y modificar los indicadores de evaluación previamente consensuados (para que no se refleje claramente la falta de avance respecto a la línea base) y dejar la monitorización de estos indicadores en manos de los mismos que están interesados en que el resultado nunca sea negativo. Opacidad y falta de independencia para evaluar a las promesas politicas son las claves de un problema que quita valor a nuestras democracias.

 

 

Las contradicciones de Blair

 

Tony Blair es un personaje muy contradictorio que no tiene las simpatías de quien escribe este texto. Lo que siempre más me ha chocado es el gran contraste entre algunas de sus políticas sociales internas, de claro corte progresista, y su alineamiento con políticas externas imperialistas. Por ello, os confieso que mi primera reacción visceral al acercarme a esta experiencia fue: ¿Cómo puede ser posible que un personaje, como Blair, que se alía con el gobierno de Bush (y de Aznar, recuérdese la foto del ”trío de las Azores”) para agredir un país como Irak, admitiendo como “daños colaterales” la muerte de decenas de miles de personas, pueda realmente pretender reducir la mortalidad infantil y aumentar la esperanza de vida de los mas desfavorecidos de su país?

 

 

 

«El trío de las Azores»: 16 de marzo de 2003, Blair, Bush y Aznar en las Azores. Cuatro dias despues empezaria el ataque contra Iraq.

 

¿Puede un político que converge con los mas interesados en mantener el status quo de un sistema universal injusto de reparto de las riquezas, a la vez hacer políticas que pretenden reducir en su país estas desigualdades, cuyo origen esta en el mismo sistema? ¿Merece la pena perder el tiempo en profundizar en un probable ejercicio de cinismo político y de pseudoprogresismo? Pues bien, mi respuesta es que considero que sí merece la pena, pues es una interesante fuente de aprendizaje y un ejemplo más que el mundo político es complejo y permite ciertos juegos de contradicciones entre la macro y la micropolitica. Pero no nos adelantemos a las conclusiones.

 

 

La estrategia de reducción de las desigualdades sociales en salud, 1998-2010

 

A lo largo de varias entregas vamos a compartir el conocimiento de esta experiencia, los documentos disponibles y a analizar sus aciertos y fracasos. Los jalones de este recorrido serán:

 

1998: El Informe Acheson. Fue una comisión independiente para el estudio de las DSS y la propuesta de intervenciones, siguiendo la tradición que inició el informe Black en 1980, del que ya hablamos aquí. Hizo 39 recomendaciones (36 afectaban a todo el espectro de políticas publicas que tenían un impacto sobre las desigualdades en salud y solo tres estaban dirigidas a los servicios de salud)

 

1999. Libro blanco “Saving Lives our Healthier Nation” (algo así, como “salvando vidas en nuestra nación mas saludable”). Define la estrategia general de salud.

 

2002 “Cross-Cutting Review on Tackling Health Inequalities” Fue una revisión intersectorial sobre las políticas de lucha contra las DSS desarrolladas o ausentes en 18 agencias y departamentos de la administración, conducida por el departamento del Tesoro.

 

2003 “Tackling health inequalities, a Programme for Action”. Fruto de la anterior revisión se definieron 82 compromisos de los departamentos gubernamentales que tenían el objetivo de reducir las DSS. Las metas fueron definidas en términos de reducción de la mortalidad infantil y la esperanza de vida. Un punto crucial fue el compromiso de monitorizar las desigualdades y unos factores considerados determinantes claves, por parte de un grupo científico de referencia (Scientific Reference Group on Health Inequalities).

 

2007 “Status Report on the Programme for action”. Comparando los datos estadísticos de 2004-2006 respecto a la línea base 1997-99, se evalúa el progreso realizado por el programa de acción, llegando a la conclusión que aunque algunas desigualdades absolutas han disminuido, las desigualdades relativas no se han modificado, e incluso se han profundizado. Como veremos, según algunos ha pasado muy poco tiempo para valorar el impacto de las intervenciones, y según otros es una llamada de atención de que no se esta impactando sobre las causas profundas que determinan las desigualdades.

 

2010. Fecha para evaluar la consecución de las metas en términos de indicadores de salud (mortalidad infantil y esperanza de vida).

 

Todo ello, con un escenario político en que no es descartable que el partido conservador gane las próximas elecciones parlamentarias y por lo tanto, las políticas de lucha contra las desigualdades tomen “un nuevo rumbo”.

 

 

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Este artículo forma parte del Curso de Desigualdades Sociales en Salud, escrito por Javier Segura del Pozo, que hasta ahora ha editado las siguientes entregas o lecciones (si queréis acceder a ellos, pinchar en cada titulo):

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