Twitter y Facebook tienen la culpa del aumento de la Sífilis en Reino Unido
La utilización de las redes sociales es cada día más frecuente por lo que no debe asombrarnos que algún investigador se fije en ellas para desarrollar alguno de sus trabajos, claro que de ahí a echarles la culpa de lo que sucede va un trecho muy grande que no debería ser traspasado.
Veamos lo que sucede: un médico encuentra que acuden a su consulta más pacientes con sífilis; indaga un poco y alguno le cuenta que ha conocido a su último contacto o contactos a través de Facebook y dice ¡he descubierto la pólvora! Y se va al periódico más cercano a contar que existe una relación que expresa de la siguiente manera “el aumento del número de casos de sífilis entre los jóvenes británicos, y en especial los residentes en las localidades de Sunderland, Durham y Teesside, con el uso de redes sociales, y en especial Facebook”.
Resulta que la sífilis ha pasado de ser una enfermedad de transmisión sexual que puede ser prevenida con la utilización de preservativos a “casi ser un virus de ordenador”.
Cuando estudiaba epidemiología teníamos un ejemplo muy claro de este tipo de asociaciones y con los datos en la mano mirábamos si constituía un factor de confusión o un factor modificador del efecto y el ejemplo más claro era: fumar se asocia a una mayor prevalencia de cáncer pulmonar y a tener los dedos amarillos (por efecto de la nicotina) ergo tener los dedos amarillos se asocia a tener cáncer de pulmón. A esta boutade la llamábamos “Factor de confusión”. En otro tipo de asociaciones menos claras estudiábamos si eran factores que podían modificar el efecto de la enfermedad, unas veces potenciándolo y otras disminuyéndolo.
La red social más famosa del mundo, Facebook y otras redes sociales, han sido vinculadas por numerosos doctores británicos con un aparente resurgimiento del número de casos de sífilis entre la población de las islas y concretamente entre mujeres. La voz de alarma la ha dado el rotativo Daily Mail y se ha disparado al constatar la existencia de un incremento del número de brotes de la enfermedad de transmisión sexual en aquellas poblaciones británicas con mayor número de usuarios de la red social: Sunderland, Durham y Teesside. Los médicos opinan que estas plataformas facilitan en gran medida que personas desconocidas tengan la oportunidad de conocer a multitud de parejas con el fin de mantener encuentros sexuales casuales. El profesor Peter Kelly, director de sanidad pública en Teesside, ha avisado sobre el peligro de la enfermedad: «La sífilis es una enfermedad devastadora. Cualquiera que mantenga relaciones sexuales sin protección se encuentra en peligro de contraer la enfermedad». Además, Kelly ha avisado de la proliferación de la enfermedad entre mujeres. Los datos de los pacientes utilizados por el profesor Peter Kelly se mantienen en el más estricto anonimato, y éste únicamente se ha servido de las cifras de infectados, que confirman la existencia de un denominador común entre muchos de los casos que no es otro que el de haber concertado citas con gente desconocida mediante redes sociales. Además, Kelly ha achacado este aumento de casos de sífilis al también aumento de la cantidad de relaciones sexuales sin protección alguna que las personas tienen la oportunidad de mantener en la actualidad. Sólo en la población de Teesside se registraron 30 casos de sífilis el pasado año y se espera que vayan en aumento. Estas cifras contrastan con la fulminante bajada de casos de sífilis experimentada en el Reino Unido durante la década de los ochenta y de los noventa gracias a la masiva concienciación del uso del preservativo. Por su parte, Facebook se ha mostrado contraria a reconocer que sus usuarios acostumbren a utilizar su plataforma con fines sexuales, ya que «está ideado para compartir y conectar con tus amigos ya existentes».
Consuelo Ibáñez Martí
Médico salubrista
Según se puede encontrar en internet parece que hubo un workshop sobre esta materia en Zaragoza en 2010:
http://www.ellibrepensador.com/2010/02/04/encuentro-internacional-sobre-redes-en-la-universidad-de-zaragoza/