Tosferina: reemergencia de una enfermedad vacunable
Hace unos días madrid+d se hacía eco de una noticia que no por esperada deja de ser sorprendente: “El resurgimiento de la tosferina” .
Cuando hablamos de enfermedades vacunables encontramos que, desde la universalización de la vacunación, las enfermedades objeto de dicha vacunación, parecen desaparecer de circulación y eso nos hace entrar en un estado de euforia fácilmente comprensible y declaramos que están en fase de erradicación, pero ni las vacunas son 100% eficaces, ni su extensión es universal por lo que se van creando bolsas de susceptibles que poco a poco van aumentando su masa crítica hasta que se produce un brote más o menos extenso.
Esto es lo que está pasando en EEUU y, todavía, en menor medida, en el resto del mundo.
Las razones de porque esta enfermedad se mantiene, pese a la vacunación masiva, no esta bien clara aún. De hecho la vacuna se considera poco inmunógena, y la razón de que se repita en al menos 5 dosis durante la infancia es una consecuencia de ello.
Algunos viejos enemigos se resisten a darse por vencidos. Los casos de tos ferina en bebés no vacunados, adolescentes y adultos están aumentando por toda la geografía española, como también sucede en otros países desarrollados. El motivo: ni la vacuna, ni haber pasado la enfermedad confieren protección de por vida.
La tos ferina es una patología infectocontagiosa causada por la bacteria ‘Bordetella pertussis’. Afecta al aparato respiratorio y su síntoma típico es una tos en accesos. Y ella es la que está sembrando el pánico en EE.UU., donde ya ha causado la muerte a cinco lactantes de menos de tres meses. De hecho, las autoridades de California han reconocido la existencia de una epidemia.
Desde principios de mayo, la cantidad de infecciones se ha duplicado cada 15 días, rebasando el récord de muertes y contagios del último medio siglo. A mediados de este mes, la cantidad de personas infectadas ascendía a más de 200 en todo el estado y a finales se han registrado 910.
A este lado del Atlántico, los expertos no dudan en reconocer que «se está produciendo un aumento considerable de casos, como sucede en otros países con una buena cobertura de vacunación. La infección se produce en lactantes de menos de cuatro meses, adolescentes y adultos. Estos dos últimos colectivos son los que además hacen de transmisores», aclara Fernando Moraga, profesor de Pediatría de la Universidad Autónoma de Barcelona y Vicepresidente de la Asociación Española de Vacunología.Pero este aumento permanece oculto. «Porque muchos casos no se declaran, pese a que su comunicación es obligatoria. El problema es que, a diferencia de otras patologías, en esta enfermedad hay que hacer una ficha de cada paciente, lo que complica las cosas. Si no se declaran a nivel hospitalario, hay que suponer que menos aún se está haciendo en Atención Primaria», agrega este experto.Se suma a este hecho que la tos ferina del adulto puede tener unas características diferentes a la de los menores. El hecho de que sea menos grave y que se asemeje a una bronquitis hace que tanto el paciente como el médico no la tengan en mente como un posible diagnóstico.Es más, puede cursar como un cuadro catarral y cuando se sospecha que se trata de esta patología infecciosa ya ha pasado el momento de ser contagiosa», detalla y pasa desapercibida para los médicos que no tienen en mente, la posibilidad de su existencia», declara José María Molero, del Grupo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC).«Lo recomendable sería incluir otra dosis de recuerdo a los 14 años, algo que sólo se está haciendo en Ceuta y Melilla. Asimismo, y dado que desde hace una década se dispone de una vacuna de tos ferina adaptada a los adultos, también ellos deberían inmunizarse para impedir el contagio a los bebés», apunta el pediatra catalán.El debate sobre la necesidad de revisar las estrategias de vacunación en la población adulta para proteger a los más pequeños está también sobre la mesa en EE.UU.: «La única forma de romper con el ciclo de epidemias y brotes de tos ferina es vacunando a las personas de todas las edades», recuerda James Cherry, de la Universidad de California, a la cadena televisiva CNN.Consuelo Ibáñez MartíMédico salubrista
Soy una madre destrozada por la perdida de mi hijo de 1 mes como consecuencia de la tos ferina .Siento dolor, pena, rabia. Ahora leyendo sobre la enfermedad veo que todos pequeños brotes están ocultos,los médicos sin constancia de ello ,diagnósticos erróneos en adultos pero grave y mortal para cualquier recién nacido como mi hijo y que mediante la vacunación a adolescentes y adultos se podría haber evitado. Más campañas para proteger al recien nacido y que se vacunen los futuros padres. ¡Ojala! toda esta información me hubiera llegado antes a través del sistema de salud ,y el Ministerio de Sanidad hubiera tomado medidas como viene recomendando la Asociación Española de Pediatría desde hace 2 años y así haber protegido a mi hijo David.