• He sido una sencilla profesora de química

    He sido una sencilla profesora de química.
    En una ciudad luminosa del sureste.
    Después de las clases contemplaba el ancho mar.
    Los dilatados, infinitos horizontes.
    Y los torpedos grises de guerras dormidas.
    He quemado mis largas horas en la lumbre
    de símbolos y fórmulas.

  • Georges Seurat: la fábrica

    A Jaceck Walyós

    En las montañas, en las lindes del mapa, allí donde la hierba se vuelve insolente y afilada como bayonetas de desertores, se erige una fábrica olvidada.

    No sabemos si es el amanecer o el ocaso. Sólo sabemos una cosa: aquí, en este tétrico edificio, nace la luz.

    Los esclavos silenciosos de transparentes y angostos rostros de monjes bizantinos hacen girar una enorme dinamo y encienden chispas doradas del amanecer en las partes más remotas del globo.

  • Magia cuántica

    Una joven científica mira por la ventana,
    las nubes aparecen como de la nada.
    Sus amigos ven sueños
    y ella agua condensada.

    El gato de Schrödinger se pasea por los tejados,
    perece y aparece ahora que está nublado.
    Se encarama en el alfeizar
    de la vecina de al lado.

    Niña y gato se encuentran.
    ¿Pero qué habrá pasado?
    Racional es su mente y confuso su estado.

    Tú no existes y aun así,
    la ciencia te ha creado.
    Reyes magos, ratones,
    cuantos, cuentos, protones.

    La magia y la ciencia
    siemp

  • La botella de Klein

    El círculo más vicioso,
    Y la recta más coqueta,
    Se enrollaron en un tubo,
    Embrión de la botella.

    Compactos, sin penetrarse,
    En una dimensión extra,
    Confunden a quien desea,
    Estar dentro, o quedar fuera

  • Muy lejos de ti

    Estás muy lejos, pero no me preocupa.
    Me repites que no importan las ciudades,
    que yo estoy en tu camino
    y tú estás en el mío.

    Pero no creo en los amores distanciados
    porque van en contra de las leyes de la física.

    Como explica la gravitación universal de Newton
    la atracción entre nuestros cuerpos
    es inversamente proporcional
    al cuadrado de la distancia que nos separa.

  • Banda de Moebius Benedittina

    Ya ves que ando escaso de dinero,
    y nadie en el barrio me conoce.
    Transparente resulto a las miradas
    de las bellas que pasan junto a mí.

    Pero ven, deja que te muestre,
    mira y verás:

    Si cortamos una cinta bien larga,
    y pegamos sus bordes con cuidado,
    surgirá un mundo de una sola cara,
    donde alegres vivir desorientados.

  • El alzheimer no se olvida

    Lo hackearon sin darse cuenta
    y un virus o un troyano se adueñó
    de su mente y de sus sueños.

    Su vida pasada se desvanecía
    como la espuma de la cerveza.
    Ya no recordaba lo que había amado
    ni odiado.

    Esa epidemia silenciosa se adentraba
    sin permiso.

    Cruzó el umbral de la cordura dejándolo
    vulnerable sin reparo.

    Ahora todo se reducía a notas en las paredes
    para recordar lo que antes no salía
    de su mente.

  • Cálculo infinitesimal (soneto XXXIII)

    Cálculo infinitesimal. Formado
    por el diferencial. Que lo esencial
    es hallar, a una curva que me han dado,
    su tangente en un punto real.

    Y si una parte es la diferencial,
    averiguar con alta precisión
    el área que limita una función,
    es la otra: el cálculo integral.

    ¿Sorprende que en las partes anteriores
    en las que se divide la cuestión
    sean complementarios los actores?

    Por cierto, antes hubo algún intento,
    pero son Newton y Leibniz los autores,
    con polémica, sí, sobre el invento.

  • Lección de anatomía

    El hombre amoratado en la camilla
    con los ojos velados como un pez en la plaza.
    Las fibras sueltas que el Doctor Tulp levanta indiferente
    y la piel retirada como si fuera un guante.
    Mi padre conducía,
    llegamos hasta Holanda, con sus canales y sus girasoles,
    el mercado del queso aquel domingo,
    la lencería azul de la mujer en el escaparate.

    Mi padre nos mostraba el Rijksmuseum,
    daba clases de historia
    y los originales no enseñaban
    nada que no estuviese ya en los libros.
    No se habló de la muerte,
    nos fuimos a comer.

  • Declaración matemática

    Niña, me postro a tus pies
    para pintar la pasión
    que abrasa mi corazón
    como dos y una son tres.
    Escucha mi amor vehemente,
    pues des que te he conocido
    continuamente ha crecido
    en progresión ascendente.
    Que me quieras solicito
    y ésta no mires esquiva:
    si es mi beldad negativa
    mi cariño es infinito.
    Multiplicamini, etcétera,
    dijo Dios al padre Adán,
    y yo quiero ese refrán
    seguir al pie de la letra.