ENTRE LA GLOBALIZACIÓN Y LA HETEROGENEIDAD<br>
Una obra sobre la organización cultural
Reseña realizada por Cristóbal Torres Albero<br>
Departamento de Sociología<br>Universidad Autónoma de Madrid
Este libro del profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana de México, supone un paso adelante en una sólida y reconocida obra (Consumidores y ciudadanos, Culturas híbridas. La globalización imaginada) situada a mitad de camino entre la renovación de ciencias sociales clásicas, especialmente de la antropología cultural, y la frontera que representa la actual corriente de los llamados estudios culturales.
Los Cultural Studies surgieron hace 30-40 años como un heterogéneo movimiento académico anglosajón que, desde su origen en los campos del análisis lingüístico y literario, se ha ocupado del análisis crítico de los procesos de producción, masificación e hibridación cultural, típicos de las sociedades modernas. Su aparición supuso, aparte de otros progresos sustantivos, una bocanada de fertilización cruzada en el panorama de las diversas disciplinas de las ciencias sociales y las humanidades, siempre proclives a la especialización e institucionalización académica que olvida la pluralidad de enfoques y la heterogeneidad de objetos de un campo tan extenso. De ahí, en buena medida, su espectacular éxito a finales del siglo XX. No obstante, el paso de los años ha permitido identificar que la laxitud de sus aproximaciones teóricas, sus análisis intuitivos y la evidente deriva ideológica de muchos de ellos, la falta de rigor en su proceder empírico en general y en los análisis cuantitativos en particular, y su reducción en gran medida a los problemas discursivos, que acaban desdibujando el más amplio ámbito de los objetos y los problemas de investigación. Constituyen puntos débiles demasiado importantes para su definitivo afianzamiento como nuevo paradigma integrador que impulse las ciencias sociales en el inicio del siglo XXI. Con todo, queda su pujanza como un programa de investigación específico.
En este contexto el dilatado trabajo del profesor García Canclini destaca sobremanera por dos factores. En primer lugar, porque ha aportado una sobresaliente voz en español a esta tradición de los Cultural Studies de marcado origen y hegemonía anglosajona. Y en segundo lugar porque su obra no supone una renuncia a su quehacer teórico y empírico dentro de la mejor tradición de las ciencias sociales, especialmente a partir de los hallazgos fundamentales de la antropología y de la sociología. En este sentido, su trabajo no se ha limitado al habitual proceder de gran parte de los programas de investigación en ciencias sociales en lengua castellana, el traslado del enfoque surgido en el centro (los estudios culturales) a los problemas concretos de la periferia (en este caso, América Latina), sino que ha descollado por el impulso teórico que ha añadido a dicha traslación con el fin de superar los ya citados puntos débiles de esta corriente. Su libro Diferentes, desiguales y desconectados. El mapa de la interculturalidad, supone un paso adelante en esta tarea de asumir los logros de los estudios culturales y de evitar sus déficits principales.
En esta obra destaca especialmente su ambición teórica de entrelazar dos de las problemáticas centrales de la antropología (la cuestión de las identidades) y la sociología (el problema de las desigualdades) con el impacto que ha supuesto la reciente aparición de un potentísimo vector, la globalización, que ha alterado los parámetros clásicos de estas dos dimensiones. La globalización no solo ha supuesto la culminación del proceso de mundialización que comenzó con la expansión colonial europea sino que también implica su alteración fundamental. Algo que a veces se olvida o desconoce, dado que la globalización supone que la cultura, la sociedad, la política y la economía tienen la capacidad de funcionar y tomar decisiones a escala planetaria como una unidad en tiempo real. García Canclini esboza sobre estas 3 D (diferencias, desigualdad y desconexión) las tres dimensiones críticas del mapa de las sociedades contemporáneas. Mapa que, en opinión del autor, ha pasado por mor de esta triada de factores desde un panorama multicultural (o de yuxtaposición de etnias o grupos en una ciudad o nación) a una perspectiva de interculturalidad en la que los diversos grupos entran en relaciones de intercambio, bien de entrelazamiento bien de confrontación. En esta propuesta de tránsito del enfoque de la multiculturalidad a la interculturalidad es donde mejor se aprecia el valor añadido de la obra del autor, dado que la mayoría de los escritos anglosajones de los Cultural Studies están pensados desde la perspectiva multiculturalista anglosajona. Empero, el libro no se reduce a un asunto teórico sino que a lo largo de sus páginas también aboga por generar claves que permitan abordar en las políticas sociales y culturales concretas el reconocimiento de las diferencias, la corrección de las desigualdades y la integración en las redes globalizadas.
La estructura del libro es dual y simétrica. De un lado, la primera parte titulada Mapas está formada por cinco ensayos de índole estrictamente teórica donde repasa las distintas definiciones de cultura, retoma el trabajo y conceptos de autores como Geertz y Bourdieu para fundar su propuesta teórica, hace balance del estado actual de la antropología después de la oleada de postmodernismo y, finalmente, toma posición ante los estudios culturales y sus variantes anglosajonas y latinoamericanas. De otro la segunda parte etiquetada como Miradas, formada por otros cinco capítulos, proyecta algunas de las herramientas teóricas manejadas hacia problemas empíricos concretos como la entidad ahora llamada América Latina, los sujetos del postmodernismo, las culturas juveniles, la sociedad del conocimiento y el cine latinoamericano.
El libro comienza con una introducción, más ocupada en la dimensión teórica y con un aire más integrador, y se cierra con un epílogo más centrado en la crítica y el análisis político e ideológico de tono más apocalíptico y crítico. Sin embargo, ambas piezas no consiguen evitar la sensación al lector de que este libro constituye una acumulación de diez materiales generados en lógicas diversas cuyo aglutinador, la ambición de un nuevo marco teórico y su ejemplificación en casos concretos, debe todavía someterse a un nuevo giro de depuración y profundización teórica y a una intensificación del trabajo empírico. Sin duda, el profesor García Canclini seguirá en ese empeño en trabajos venideros.
