En este artículo reciente se nos habla de un un estudio que muestra cómo las olas de calor no solo afectan a la salud o al entorno, sino también al valor de las viviendas. Analizando los precios de venta y alquiler en las capitales provinciales entre 2009 y 2024, los autores detectan una caída significativa en zonas con muchos días con más de 35 °C: cada día extra de calor implica una pérdida de ~1,40 €/m² en venta y ~0,0059 €/m² en alquiler.
Pero el fenómeno es doble. Mientras que en las provincias más cálidas los precios caen, el mercado inmobiliario sale beneficiado en las provincias más frescas. Allí los precios suben, presionados por la demanda de quienes buscan climas más benignos. Este desplazamiento urbano interno, llamado “gentrificación climática”, podría intensificar desigualdades: los locales podrían quedar excluidos al competir con flujos de capital y migraciones climáticas.
