Satisfacción y desastre

Hoy (16 de Mayo, 2006) hay una noticia en los periódicos impresos: “El Algarrobico, cebo para edificar 5.000 viviendas en el Parque del Cabo de Gata”.

 

Otra noticia nos dice que el consumo de cocaína se cuadruplica entre niños de entre 14 y 18 años.

 

Evo Morales, haciendo gala de una inmensa ignorancia, propia de quien busca el poder sin molestarse en aprender a gobernar,  anda por Europa hablando de 500 años de dominación española y del expolio que se hizo de la plata del Potosí.

 

Aquella plata que venía del Potosí, venía porque los indios del imperio Inca, un imperio similar a otros muchos, basado en la tiranía, como tantos antíguos y de hoy mismo, no sabía no solo que existiera sino que si lo hubiera sabido, no tenía medios para extraerla. Los españoles, con un enorme esfuerzo, sacaban mercurio de Almaden, en España. El mercurio se transportaba, con coste considerable, por barco y en mulas, hasta el altiplano, y allí se usaba para extraer la plata, una parte de la cual se enviaba a España.  No había expolio, sino inversión y trabajo. No había expolio, pues los indios jamás había sabido que allí hubiera plata, ni tenían ni el capital ni los métodos para extraerla.

 

No es esto lo que me interesa aquí y ahora. Lo que me interesa es el destino de aquella plata: Se invirtió esencialmente en bienes raíces. Los españoles dejaron de ser personas productivas y se convirtieron en especuladores del suelo.

 

La riqueza del campo de Dalias y del El Ejido, con ser especulativa, deriva, en gran parte, de convertir la energía del Sol en alimento: Es una riqueza productiva. La riqueza que quiere el alcalde de Carboneras no tiene nada de productiva: Se pretende la riqueza mediante el juego de los tulipanes, o, recientemente, de los sellos: Se pretende riqueza al otorgar un valor arbitrario a unos bienes sin valor.  En una casa, el precio del trabajo y de los materiales no llega, hoy, al tercio de su precio de mercado.

 

La economía real es la productiva: La que consigue energía  y almacena esa energía en objetos e instrumentos. 

 

La sociedad española del XVI invirtió el dinero en  bienes raíces. En el XVII se comieron las fincas con patatas: España entró en una etapa de miseria que duró hasta 1970: 300 años reales de pobreza extrema, no los 500 años de Evo Morales.

 

Cuidar el medio ambiente es mantener la riqueza para siempre: Por esto hablamos constantemente de sociedad sostenible. Se trata de una economía que genera y almacena energía, no que la entierra en ladrillos sin valor productivo.

 

¿Qué ven nuestros niños, nuestros jóvenes? No tienen el menor estímulo para una vida productiva: El mensaje que escuchan es que uno se hace rico estafando, robando o especulando. Si va a la carcel (los pocos que van)  se sale de ella para disfrutar los miles de millones obtenidos, disfrutarlos en fiestas o en bienes sin valor real.  El trabajo productivo no tiene valor. Si la riqueza es gratis, si se obtiene sin esfuerzo, la vida se vive para gozar. En vez del trabajo lo único que hay es diversión, drogas duras y drogas blandas.

 

Se habla también hoy en la prensa de que para evitar la inmigración, es necesario corregir el problema de la pobreza en los países de origen. ¿Qué podemos hacer para evitar el consumo disparado de  drogas?

 

¿Quizá mostrar a los niños que el pelotazo no funciona y que el trabajo es bello?

 

¿O queremos otros 300 años de miseria?

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4 comentarios

  1. Me parace muy bueno este articulo. Somos muchos los que pensamos que este país se sigue rigiendo por la cultura del pelotazo y el dinero facil. La educacion de nuestro hijos esta condicionada por los estafadores, la television con la vida sin esfuerzo que nos muestra etc., lo que no es verdad para la mayoria de los mortales. Me parece que esto lo podemos cambiar entre todos, con la educacion, inculcando diferentes valores a nuestros hijos. Pero el gobierno y medios de comunicación son imprescindibles en esta labor.

  2. Los españoles a diferencia del resto de humanos colonizadores nos distinguimos por llevar a América las universidades. El saber, el conocer, el enseñar son las herrmamientas para que un país evolucione, mejore, crezca, se conozca y sea cada día más libre. Me temo que se trata de un problema de actitudes, de querer ser, de esfuerzo y de ser serio en la vida. Descubro a mi alrededor que la gente prefiere enarbolar banderas de equipos de futbol aunque sean extranjeros, que se valora más a un joven que conduce temerariamente por pistas artificiales de carreras, que a gente que de verdad puede cambiar las cosas y hacer el mundo más habitable.

    En fin que creo que vivo en mi mundo, pero es lo que me toca vivir y cada vez más, mis circunstancias son más mias y compartidas por menos gente. Tengo formación científica pero no puedo pasar un día sin leer algunas páginas de literatura. No me preguntes por programas de la tele porque no la enciendo. Al paso que va el mundo creo que habrá que hacer monasterios para gentes con gustos normales, leer, escribir, escuchar música a volumen normal, o estar un rato en silencio. ¡Sagrado silencio, dónde moras!

  3. Muy bueno este articulo y los posts que le siguen. Los suscribo al 100%. Finalmente esa mentalidad de dinero fácil y del pelotazo se ha difundido también en la universidad como la pólvora donde todo el sistema de másteres y títulos propios están fundamentados en lucrarse y sacar todo el dinero que se pueda a los estudiantes. Es un signo más de los tiempos que corren, donde hasta instituciones sin ánimo de lucro están siendo transformadas en entes lucrativos donde se comercia con el conocimiento.

  4. Este país está en franco declive, desde muchos puntos de vista…su economía está sustentada únicamente en el ladrillo y la obra civil; muchos programas de TV se basan en enseñarnos la vida de gente especialista en "no currar" y "el cuento"; los futbolistas profesionales o un conductor de F1 son elevados a la categoría de semidioses; no hay año en que no oigamos pelotazos urbanísticos o crediticios por parte de algún insigne representante de nuestra paupérrima clase política.

    Sin embargo, devanarse los sesos para encontrar un ordenamiento lógico de las ciudades que asegure la sostenibilidad, o apostar por la implantación definitiva de las energías renovables en el parque de generación parecen tareas inútiles. O improductivas.

    Probablemente el Estatuto de Cataluña o la verdadera esencia patria son asuntos que nos van a hacer prosperar…¡señor, qué pena!.

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