Los topillos: Lecciones sobre el medio ambiente y sobre la economía española

El miércoles 19 de Septiembre estuve en Palencia para hablar de cambio climático y del papel que los agricultores pueden jugar para combatirlo haciéndose ricos en el camino al utilizar la producción para fabricar biocombustibles.
Pero la pregunta básica de agricultores y medios de comunicación no eran los biocombustibles ni el cambio climático. La pregunta básica eran los topillos. ¿De donde salen los millones de topillos?

En la naturaleza los animales se controlan unos a otros mediante el juego de predador/presa. Si hay un invierno suave y las hembras reciben esa señal para empezar a parir en Enero en vez de en Marzo, hay unas 4 generaciones adicionales para cuando llega la primavera, y unas 256 para cuando llega el verano. Ahora bien, si las rapaces y las alimañas se van comiendo esas generaciones adicionales según van apareciendo, la población se mantiene en límites razonables.

Pero al ser humano le molestan las alimañas, le molestan los predadores, le molestan los lobos. El ser humano moderno no se ha quitado de muy dentro del cerebro el miedo a los predadores ni la competencia que éstos le hacían en su etapa de cazador/recolector ( o más bien de carroñero). Hoy día no necesitamos dominar la naturaleza, ni tenerle miedo. Hoy día necesitamos vivir con ella, cooperar con ella, sentirnos parte de ella.

Hoy la plaga de roedores no se puede controlar por medios químicos. Hoy podrá semi-controlarse con un gasto y esfuerzo considerables, cuando si hubiésemos tenido predadores hubieran sido ellos los que, gratis, hubiesen controlado la plaga. En la naturaleza las medidas de hoy no sirven para hoy. Las medidas para poder vivir es preciso tomarlas años antes de cuando se ven los efectos. Para coger nueces es preciso plantar los nogales veinte años antes.

De la misma manera si hoy, alegremente, pensamos que tenemos superavit en las cuentas del estado, y que ese superavit, milagrosamente (porque los responsables del mismo que no han trabajado en su vida y no saben lo que cuesta generar riqueza) se va a mantener eternamente, y deducimos que hemos llegado al paraíso y que a partir de ahora podemos regalar alquileres, pisos, y dinero para los bebés, nos encontramos dentro de 4,5 o 6 años con que el colchón de reserva para afrontar los malos tiempos se ha desvanecido en la nada. Los papás se han gastado el cheque bebé, los jóvenes se han comprado un coche mejor con el cheque-alquiler, y los pisos, malos, exigen una inversión considerable para poder seguir siendo utilizados: El superavit se ha evaporado y ahora tenemos que combatir la plaga de topillos sin las comadrejas que los hubiesen controlado sin esfuerzo.

Lo mismo pasa con el cambio climático: Hoy aun es fácil controlarlo. ¿Qué pasará cuando ya no quede hielo en los polos? Entonces pensaremos lo fácil que hubiese sido criar comadrejas para controlar la plaga de topillos.

¿Es tan difícil mirar hacia el horizonte en vez de mirarnos las uñas de los pies?

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5 comentarios

  1. Y yo que tenía el estudio finiquitado para acabar con la plaga. Ahora que ha terminado , pues eso….nada de nada.

    El invento es revolucionario.

    Saludos

    Ismael

  2. Me ha dejado frío. Supongo que con "biocombustibles" se refiere a los agrocombustibles. Es fantástico que los agricultores españoles se hagan ricos. Se lo merecen por el cariño con que cuidan su entorno. Pero decir que dedicar las zonas de cultivo a la producción de petroleo nos va a ayudar a conservar el planeta es un poco temerario.

  3. Este puente lo pasamos en Boceguillas, un pueblo tranquilo, pensamos. Pues no, todo lo contrario, poe el día disfrutamos de los alrededores, (no diré los pueblos por no dejarme alguno y no quedar mal). El caso es que por la noche, al lado de la casa rural que alquilamos, las tres noches, una cantidad ingente de topillos se dedicó a poner la música a todo trapo, a carreras y acelerones con los coches, y nos jodieron el puente, coño, que hasta tenían un pedazo de karaoke en la casa que ni muchos pubs. Esa es la verdadera plaga, que viene a parasitar, a joderle la vida a los demás. Hablando con vecinos, nos dijeron que antes era un pueblo tranquilo y relajado , pero desde que se lleno de sudamericanos, entre otras hierbas, el pueblecito va de culo, y lo mismo pasa en la comarca.Con razón no hubo problemas al alquilar, cosa que nos extraño. De pena, por que no pienso volver a la zona, y no lo piensao recomendar a nadie, y el turismo últimamente no le sobra a la zona. Lo dicho no vallais por tierras castellanas, que hay una clase de "topillos", que os joderá la existencia. Avisados estais.

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