Bolonia, Medio Ambiente y el Ministerio de Ciencia

Aparece hoy en los periódicos que el ministerio de ciencia reconoce un cierto fracasillo en relacion con Bolonia: Es decir con el intento de homogeneización de las eneseñanzas universitarias europeas a lo largo y ancho de Europa.

Bolonia, Medio Ambiente y el Ministerio de Ciencia


Esta homogeneización afecta al problema del Medioambiente pues, ¿qué vamos a enseñar a nuestros titulados en Ciencias Ambientales? y sobre todo, ¿Cómo lo vamos a enseñar?

Una queja del Ministerio es la «baja movilidad del profesorado universitario». Es asombroso que se achaquen problemas a esa baja movilidad ¡del profesorado universitario! ¿Cual es la disponibilidad para cambiarse de ciudad de los trabajadores españoles? El problema grave es que normalmente en las familias trabajan los dos elementos de la pareja. Cambiarse de ciudad significa buscar trabajo para dos personas, no para una. Adicionalmente el mercado de compra-venta de viviendas es viscoso y caro.

¿Cómo se puede pedir agilidad a los trabajadores españoles, y a un grupo de ellos, los profesores universitarios?

Pero además, ¿qué significa «movilidad»? Si un profesor ha montado, tras diez años de esfuerzo, un grupo de trabajo en genética vegetal con 12 personas, ¿garantiza el ministerio la movilidad del equipo humano, las máquinas de laboratorio y finalmente la familia del profesor? ¿O es que para el ministerio es posible que un profesor se cambie de universidad para comenzar tras diez años de nuevo con el esfuerzo de formación de otro grupo?

El problema de la enseñanza no es la «movilidad» de los profesores. Hay un problema básico y es saber que se espera de la enseñanza universitaria. ¿Que deben hacer los titulados universitarios con los conocimientos recibidos? Y ¿Cómo se equiparan los objetivos de acción de titulados tan dispares como fisioterapeutas, especialistas en deporte, físicos teóricos y neurólogos, por no hablar de los ambientalistas?

Si lo que se espera, como parece razonable esperar, es que los titulados universitarios dirijan equipos de trabajo, aporten ideas innovadoras, creen empresas capaces de afrontar problemas nuevos cada día, encuentren nuevas curas a las enfermedades, resuelvan los acuciantes problemas del medio ambiente con soluciones novedosas, entoces ni los planes de estudio anteriores ni los recien propuestos y aprobados sirven para ello. Los nuevos planes de estudio «a la Bolognesa» son los adecuados a un trabajo de enfermero, de masajista, de entrenador deportivo. Pero no estimulan la capacidad de innovación en los jóvenes, porque no son planes de enseñanza metodológica y crítica, sino embotellamiento de conocimientos descoordinados entre si e inconexos que quedan obsoletos en el mismo momento en que la alumna deja la universidad.

Bolonia es el reconocimiento de hecho de algo que se viene sintiendo como una enfermedad molesta para la que los médicos no aciertan a establecer el diagnóstico: El hecho de que las llamadas universidades del siglo XXI ya no lo son: Son colegios de segunda enseñanza, escuelas de formación profesional, instituciones que imparten, no ciencia, no preparación para la innovación, no capacidad de dirección de equipos, no capacidad de crítica y nuevas ideas, sino conocimientos embotellados para que los titulados tengan guias fijas para cumplir labores rutinarias.

Si se acepta que la enseñanza » a la Bolognesa» es el nuevo bachillerato del siglo XXI, entonces no hacen falta debates ni discusiones: El hecho es claro, y los titulados en «Ciencias Ambientales» tendrán la formación adecuada para trabajar de guardas forestales, asesores municipales y garantes de desastres ecológicos, pero nunca serán capaces de enfrentarse a los problemas radicalmente nuevos que surgen todos los días en nuestro campo: No habran sido formados para ello.

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3 comentarios

  1. Estimado Sr. Ruiz de Elvira:

    Soy compañero en este foro de bitácoras (escribo, cuando puedo, "Fisioterapia"). Su comentario me parece muy interesante, retador y preocupante, como docente y como ciudadano.

    Lo que me mueva a escribirle, además de animarle a que siga alentando el espíritu crítico, es la referencia a la profesión de Enfermería en un tono, es mi impresión, despectivo. No soy enfermero pero me consta que en este grupo hay muchos profesionales con los mismo intereses que los suyos en cuanto a la educación universitaria. Porque, no lo olvidemos, la Enfermería es parte de la ciencia.

    Un saludo.

  2. Buenas tardes:

    Soy estudiante de ciencias del Medio Ambiente, licenciado 2 años atrás y con un máster para especializarme en algo que me distinguiese del resto de mis compañeros. El medio ambiente y la carrera asociada al mismo tienen la misma importancia: NINGUNA.

    Me explico, nos han enseñado que debemos ser tenientes como mínimo y ahora nos vemos en algunas ocasiones por debajo del soldado raso. La única salida que queda es la especialización (o sea más galones para la chaqueta).

    A veces es frustrante, buscar algo en lo que encajes y no encajar por saber de todo y no saber de nada en particular.

    Lo mejor, que me topé con la innovación hace relativamente poco y ahora veo lo que verdaderamente vale, mi capacidad de ver un conjunto de imágenes que el resto no es capaz de vislumbrar, por tener vendas que les impiden ver "el todo" de un conjunto. Además he visto la gran maleabilidad que tenemos, que nos permite adaptarnos a los más variados temas sin tanto esfuerzo como a otras carreras les puede suponer.

    Animo al medioambientalista que pueda, que investigue en esto de la innovación, que es curioso y voluble, como nuestra carrera.

  3. Señor Ruiz de Elvira:

    "Pero no estimulan la capacidad de innovación en los jóvenes, porque no son planes de enseñanza metodológica y crítica, sino embotellamiento de conocimientos descoordinados entre si e inconexos que quedan obsoletos en el mismo momento en que la alumna deja la universidad"

    Y el power point y el profesor decimonónico que lleva 20 años dictando el mismo temario haciéndonos sudar las manos al copiar durante los 55 minutos de clase, ¿estimula nuestra capacidad de innovación?

    Un cordial saludo

    Atte: Alumna de Ciencias Ambientales de la Universidad de Alcalá

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