Un asesino reincidente de cerdos y jabalíes
Decían que un alto mandatario de la República Federal de Alemania se llevaba buenos jamones serrano de Trevélez en la valija diplomática cuando España tenía prohibida exportar productos porcinos por el virus de la peste porcina africana… O así me lo contaban en mis años mozos de emigrante en Hannover. Sea como fuere, este bichito sigue vivito y coleando por Europa…
En general, muchos virus interaccionan con el huésped interfiriendo con sus sistemas defensivos para escapar de la respuesta inmune. Los mecanismos virales de este escape marcan los puntos clave en la defensa y hacen muy difícil en ocasiones vencer a estos patógenos. No es una excepción a este comportamiento el virus de la peste porcina africana (VPPA), un virus grande y complejo, capaz de diezmar la población porcina mundial. El virus fue endémico en España durante 25 años, causando un gran problema económico al sector ganadero español hasta los años 90 en que se erradicó. Sin embargo, actualmente, desde que el virus emergió en el Caúcaso en 2007, es toda Asia, incluida China, Europa del Este, Polonia y en las últimas semanas Alemania -¡¿quién lo iba a decir?!, quienes sufren esta epidemia y amenazan al resto de Europa, incluyendo a Francia y, desde luego, a España y Portugal. La mercancía contaminada con el virus llegó en un barco a Georgia procedente de África del Este, donde actualmente es endémico en varios países y, desde allí, se extendió rápidamente a Rusia, Polonia, los países Bálticos y China. En este último país, primer productor mundial, se ha desatado desde hace dos años una pandemia que ha matado a más de un millón de cerdos.