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LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN FISIOTERAPIA CLÍNICA Y DOCENTE
Si el lector espera un tratado o un ensayo riguroso, profundo o detallado del uso de la inteligencia artificial generativa (IAG) ya le decimos que no es el caso. Daremos sólo unos apuntes del uso que damos a la inteligencia artificial (IA), no repetiremos lo de generativa, en nuestra práctica.
Utilizamos la IA en lo inmediato, lo cotidiano, tanto para la práctica de la fisioterapia como para la docencia en fisioterapia. La práctica, el lector lo supondrá, se refiere a una perspectiva amplia. Es indagar y analizar, resumir textos o vídeos, organizar datos, crear y examinar imágenes y gráficos, traducir documentos, revisar artículos, generar informes o traducirlos si el paciente lo precisa para el fisioterapeuta o médico polaco de su segunda residencia, en Polonia claro. Todos esos usos, y cualquiera imaginable, tiene potencialmente la IA en el trabajo de los fisioterapeutas, médicas o enfermeros. Por decir algo obvio, el ojo de la máquina supera al mejor de los radiólogos, aunque su trabajo sea preciso para una validación final. O en el análisis de datos, aparentemente inconexos, que aflorarán relaciones, hipótesis, conclusiones o patrones a veces insospechados. Sin duda, los procesos serán más eficientes y el vértigo ante los cambios que atisbamos quizá haga ralentizar lo inevitable para hacerlo más digerible.
Veamos como se podría usar la IA en el puesto de un fisioterapeuta de hospital público, eminentemente asistencial, con labor docente en el Prácticum y con dedicación investigadora «informal». Lo inmediato, buscar cualquier información sobre una patología, sobre un tratamiento, sobre indicaciones o contraindicaciones, sobre pronósticos, o cualquier otra cosa del ámbito clínico es accesible en cualquier buscador con IA incorporada o robot conversacional como GhatGPT, Gemini, Copilot, DeepSeek. Si quisiéramos afinar, por ejemplo, buscar información de la base de datos Pubmed, hay desarrollos específicos como PubmedGPT (un nombre original). Si encuentro un artículo de mi interés con esa búsqueda y puedo obtener o crear el PDF, ChatPDF lo resume y contesta a nuestras preguntas, en el idioma que elijamos. Esto también lo hace Popai, pero con uso gratuito limitado. Otras herramientas como Consensus responden a nuestras preguntas con literatura científica, resumen las conclusiones con un atractivo «Evidencia, recomendaciones y aplicaciones clínicas», y dan acceso a las fuentes cuando es posible. Incluso dispone de un «modo médico» que selecciona las fuente de búsqueda de más alto nivel. Parecidas prestaciones tiene Scite o SciSpace, como resumen o implicaciones para la práctica clínica de los artículos consultados, con versiones limitadas y ampliadas de pago.
Específicamente hablaremos del uso que hacemos de dos de estas herramientas. Claude realiza trabajos como otras IA pero lo utilizamos solamente, de momento, como «escribiente» de historias clínicas e informes de alta. Organiza toda la información textual en bruto con los epígrafes clásicos, datos anonimizados, ordenados cronológicamente, técnicas utilizadas, situación al alta y recomendaciones. Naturalmente, la estructura puede alterarse, ser editada y modificada. Supone un ahorro de tiempo muy importante, con claridad, detalle, concisión y pertinencia. Nosotros decimos a los estudiantes que, en todo caso, deben ser ellos los redactores, como parte de sus competencias, aunque integrar el uso de la IA en su futuro profesional no sólo será útil sino necesario.
Finalmente, usamos Poe como tutor virtual. En nuestro caso, en la asignatura de Prácticum de cuarto de Fisioterapia, nutrimos a esta IA con archivos en formato PDF como única fuente de información. Esta consiste en datos sobre la unidad y el hospital donde se realizan las prácticas clínicas, su personal, criterios de evaluación, tareas requeridas, perfil de los docentes. Se trata de hacer permanentemente accesible la información que pueda ser de interés al estudiante, incluso antes de su llegada al centro, sin necesidad de consultar al profesor asociado que le tutoriza.
No hablaremos aquí de instrumentos de generación de imágenes, presentaciones, voz, vídeo, resumen de vídeo; o de los que cambian formatos (presentación a vídeo, imagen a video, vídeo a texto, etc.). Incluso esta entrada podría ser escrita por una IA (no, no lo es). Son numerosas las aplicaciones que tienen su límite en nuestras necesidades y, casi, nuestra imaginación. También en el entorno clínico, con pautas, protocolos o guías y recomendaciones a pacientes o estudiantes.
Somos conscientes de lo efímera que puede ser la validez de esta entrada. Los cambios, avances, mejoras o novedades son constantes en esta tecnología. Pero también pensamos que no incorporar la IA al quehacer cotidiano de los centros sanitarios, desde la consulta con pacientes hasta los procesos logísticos más complejos, es una dilación imperdonable. Lo nuestro sólo es una pequeña muestra. Claro, sin el ejemplo de Alfredo Prieto y David Díaz, profesores inquietos de la Universidad de Alcalá, iríamos aún rezagados. Por eso, terminamos recomendando su canal y sus vídeos sobre IA en formación universitaria.
