828
Nos creímos ingenua y pretenciosamente diferentes, miembros de un grupo elegido, tocados por una inmunidad superior. Todos caían a nuestro alrededor, una, dos, hasta tres veces. Nos acercábamos al tercer verano de pandemia y hacíamos planes como si no existiera. Habían pasado 828 días desde que entramos a la unidad de cuidados intensivos (UCI) dedicada, ya entonces, en exclusiva a pacientes con Covid-19. Pero hace unos días, inopinadamente, nos llegó el contagio. Desde hace meses la relajación colectiva e individual…