NORMOPRAXIS

En el último número de la revista Cuestiones de Fisioterapia su director, Jesús Rebollo, aborda de nuevo uno de los aspectos esenciales para el desarrollo de la profesión. Nos recuerda que en los hospitales, públicos y privados, el despliegue de las competencias del fisioterapeuta dista mucho de llegar al que puede y debería ser.

EL CONFLICTO INTERPROFESIONAL (y II)

En la entrada anterior esbozamos algunas de las ideas, que a la luz de la teoría de la identidad social (TIS), explican e interpretan los conflictos surgidos como consecuencia de los contactos entre grupos, y más concretamente entre grupos profesionales. Decíamos que estos conflictos aparecen tras un proceso de autocategorización y comparación que nos lleva a mantener nuestra identidad positiva o a cambiarla si esta es negativa. La Fisioterapia, como disciplina sanitaria, convive con otras profesiones y con ellas aparecen de hecho conflictos cuya dinámica puede entenderse en base a estas ideas, que pueden utilizarse para comprender la situación de nuestra profesión.

EL CONFLICTO INTERPROFESIONAL (I)

El conflicto forma parte de las distintas facetas de la vida, y la profesional no es ajena a este hecho. Aparte de los conflictos internos aparecen, fruto del contacto estrecho entre grupos, discrepancias interprofesionales. Esta situación condiciona en mayor o menor medida al grupo en su conjunto y a sus integrantes. La Fisioterapia también está inmersa en este tipo de procesos por lo que abundaremos en ello desde una visión pretendidamente objetiva.