¡El horror de guerras inútiles!

Venía yo hoy a las 4 de la tarde por la carretera con la radio puesta. Muertos y más muertos. ¿Por qué razón?

 

A las 4 de la tarde estaban cayendo sobre todo el paisaje que me rodeaba, sobre miles de millones de metros cuadrados, 1000 watios por cada  uno de esos metros cuadrados, 1 millón de kilowatios por kilómetro cuadrado.

 

¡La guerra de Irak por unos miserables barriles de un líquido pestilente! Los americanos apoyando a los israelitas por el control del petróleo en el Golfo, los iraníes apoyando a algunos libaneses por el control de la energía en el Golfo.

 

Y  millones de kilowatios desperdiciados cada día, cada hora que pasa, todo por la desidia de los gobiernos que nos hemos dado.  Los americanos tendrán sus razones, pero lo que no tienen perdón son nuestros gobernantes que dejan escapar cada hora que pasa millones de kwh, millones de razones para la vida. ¿A qué estamos jugando?

 

Recordaba al escuchar la radio la inutilidad de las guerras desde que tenemos noticia de ellas. La riqueza de España tirada en unas guerras en Flandes que no sirvieron absolutamente para nada. Holandeses y españoles habríamos sido mucho más ricos compartiendo las Indias que matándonos por ellas. Luis XIV de Francia, dilapidando la riqueza de su riquísimo país para avanzar 100 km hacia el Rhin, kilómetros que cedió en unos pocos años. Decenas de millones de muertos en la primera guerra mundial para absolutamente nada, decenas de millones de muertos en la segunda guerra mundial que dejaron una Europa arruinada, la guerra de Vietnam, apoyada por una China comunista que unos años después ha abrazado el más salvaje capitalismo, los Khmeres Rojos y 2 millones de muertos para exactamente nada.

 

Andamos por la vida rechazando oportunidades de  vivir. Rechazamos una energía limpia, abundante, gratis. En vez de cooperar, nos matamos.

 

¿Qué habría pasado si los dineros que han llegado a Hizbolah se hubiesen empleado en centrales solares en vez de en comprar misiles?  ¿Qué hubiese pasado si la ingente cantidad de dinero enviada a los palestinos se hubiese empleado en montar centrales solares en vez de en comprar armas? 

 

Si destruimos la  civilización, si entramos en otros 1400 años de Edad Media, conviviendo con las ratas y las moscas, muriendo de pestes negras, nos lo habremos ganado a pulso.

 

Cuando tenemos a nuestro alcance, en los tejados de algunas casas, en algunas poquísimas granjas solares, toda la energía que podamos imaginar, nos matamos por unas gotas de petróleo que no necesitamos.

 

¿Hasta cuando la estupidez humana? 

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Un comentario

  1. Muy acertada opinión, pero no sólo la energía solar se puede aprovechar, recuerde que también la heleolítica y como se esta haciendo en algunas partes de nuestro -cada vez más desgastado planeta- el reciclaje de basura y la utilización de sus gases, con plantas de tratamiento para este fin, prueba de esto se encuentra en Pedro de los Garzas, Nuevo León, México. Esperemos que estos gritos en ocasiones ahogados, algún día sean escuchados por nuestros gobiernos. Tengamos fe y paciencia.

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