Reemergencia de la fiebre amarilla de transmisión urbana

En este blog  ya hablamos de la epidemiología de la fiebre amarilla y entre otras cosas decíamos que existían en la naturaleza  dos ciclos de transmisión:

uno selvático, en el que intervienen mosquitos Aedes  Haemagogus y primates no humanos, y otro urbano, en el que intervienen seres humanos y mosquitos, principalmente Aedes aegypti.  Que los últimos brotes urbanos en América  se  registraron en Brasil,  en  1942  y  el último  caso  urbano  confirmado  se presentó  en Trinidad en  1954.  Que desde  entonces,  prácticamente sólo había fiebre amarilla  selvática en las Américas,  aunque entre 1997 y 1998 se diagnosticaron 6 casos de fiebre amarilla urbana en Santa Cruz, (Bolivia); pero que, aun con todo, la reinfestación por Aedes aegypti entrañaba el riesgo de que se reanudara la transmisión de la fiebre amarilla urbana en muchas ciudades.

Hoy en el periódico El País he leído la siguiente noticia:

 

El Gobierno brasileño ha lanzado una campaña internacional contra la fiebre amarilla tras la reciente confirmación de dos muertes por esta enfermedad, una en Brasilia y otra en el Estado de Goiás. El Gobierno del presidente Luis Inácio Lula da Silva ha lanzado una alerta al mundo para que todos los que deseen visitar el país se vacunen antes. Así, el ministro de Sanidad, José Gomes Temporão, ha avisado a los ministros de Asuntos Exteriores, Celso Amorim, y a la ministra de Turismo, Marta Suplicy, para que adviertan de la conveniencia de vacunarse contra la fiebre amarilla antes de entrar en Brasil.

Temporão pidió a la ministra Suplicy que la Asociación Brasileña de Agentes de Viajes (Abav) participe en la campaña para advertir a los turistas. El Ministerio de Asuntos Exteriores ha solicitado también, a través de embajadas y consulados, que los diplomáticos se vacunen antes de llegar a Brasil.

Preocupado con el impacto que la noticia pueda tener en el turismo, el Ministerio de Sanidad destacó el martes que la zona más segura comprende «la mayor parte de las ciudades del litoral», que es donde suele concentrarse el turismo. Las más conflictivas son el centro y centro oeste del país.

Sin embargo, preocupados con las recientes muertes, los brasileños han acudido en masa a los centros de salud para vacunarse. Sólo en Brasilia, se vacunaron el martes más de 300.000 personas.

Por el momento, las autoridades sanitarias recomiendan que se vacunen sólo los que piensen visitar dichas regiones del centro y centro oeste, pero el pánico ha cundido y ayer había en Río de Janeiro largas colas de ciudadanos exigiendo que se les vacunara.

Según Marcos Boulos, catedrático titular de enfermedades infecciosas y parasitarias de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo, el Gobierno debería obligar a vacunarse a quienes piensen viajar por las regiones de riesgo, ya que, de lo contrario, «se corre el peligro de que la fiebre amarilla llegue a las ciudades, dado que el movimiento de turistas en Brasil se realiza sin control sanitario».

Residentes de Aguas Lindas, en el Estado brasileño de Goiás, hacían cola ayer para vacunarse contra la fiebre amarilla.

 

Isabel Méndez  Socióloga Salubrista

 

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