Tenemos que acostumbrarnos a que periódicamente surjan Alertas Sanitarias, esto sólo es un reflejo de que han aumentado los controles a los que se someten todos los productos que entran en la cadena alimentaria.

 

El que se produzca una alerta sanitaria es un signo de la eficacia del sistema de control y de la aplicación del “principio de precaución” y deberíamos agradecer esta transparencia informativa, tomar las alertas exactamente como lo que son: “una señal de un posible riesgo para la salud” y aprender a convivir con ellas ya que “la sociedad de riesgo cero con la que soñamos no existe”.

Las alertas se activan y desactivan ésta ha sido desactivada el 27 de abril de 2008

 

Ayer  25/04/2008  la Agencia de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN)  informaba: Detectado aceite de girasol contaminado por aceites minerales
 

Francia notificó ayer a través de la Red de Alerta Comunitaria que aceite procedente de Ucrania presentaba contaminación por hidrocarburos alifáticos procedentes de aceites minerales. Francia ha informado de que el aceite se ha distribuido a la mayoría de países de la Unión Europea, entre ellos, España. La Agencia de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ya ha difundido esta información por la red de alerta a todas las Comunidades Autónomas.

Ante esta situación, como medida transitoria, y en cumplimiento del principio de precaución, el Ministerio de Sanidad y Consumo recomienda, en primer lugar, no consumir aceite de girasol. Además, envía un mensaje de tranquilidad a la población:

Si lo ha consumido, no debe preocuparse porque los procesos de refinado y dilución del aceite sitúan la contaminación en niveles mínimos, lo que significa una baja exposición y la ausencia de riesgo para la salud.

Si no lo ha consumido pero lo tiene en su domicilio, reténgalo sin consumirlo, hasta que se informe acerca de las marcas que pueden utilizarse sin reserva alguna.

MEDIDAS QUE SE ESTÁN ADOPTANDO

La AESAN, en representación del Ministerio de Sanidad y Consumo, y miembros del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino ya han reunido a las empresas importadoras de aceite de girasol (AFOEX) para conocer el destino del aceite procedente de Ucrania que haya llegado a España desde el mes de febrero. Estas empresas ya han indicado a sus clientes que retengan la mercancía y paralicen el procesado y envasado de este producto.

Aunque hay análisis que constatan que parte de la mercancía importada no está contaminada, por el principio de precaución, se está tratando todo el producto como sospechoso hasta que se tenga la absoluta certeza de qué cargamentos están libres de contaminación.

La AESAN ha celebrando esta tarde una reunión con las asociaciones que engloban a las pequeñas y grandes superficies comerciales y con la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) para garantizar que no se saca al mercado aceite sospechoso y para conocer las marcas que podrían estar afectadas por la contaminación.

Según la información recabada hasta el momento, la gran mayoría del aceite potencialmente contaminado (por sospecha de origen) está fuera de la cadena alimentaria o en fase de retirada antes de su comercialización.

No obstante, hasta que no se recaben los datos de las empresas de distribución es imposible asegurar que una parte del aceite sospechoso no haya llegado al consumidor final.

 

Carmen Morán en su artículo del País recoge la siguiente noticia: Sanidad pide que no se consuma aceite de girasol por una partida contaminada

 

El producto procedente de Ucrania ha sido distribuido en varios países europeos y estaba mezclado con aceites minerales – El Gobierno asegura que no hay riesgo para la salud

El Ministerio de Sanidad lanzó ayer una alerta sanitaria para que se paralice en España la venta de aceite de girasol y recomendó no consumirlo tras detectarse la presencia de contaminantes en partidas importadas desde Ucrania. Se pidió a las familias que tengan botellas en casa que no las utilicen, pero que las conserven hasta que se determine qué marcas podían estar afectadas por la mezcla con aceite mineral. Aseguraron que el consumo de este aceite no es peligroso para la salud porque su refinado impide que se encuentren los hidrocarburos alifáticos en concentraciones excesivas. Una vez refinados, estos aceites se mandan a las empresas de alimentación, tanto para embotellar, como para bollería, salsas y otros productos.

El producto ha podido entrar en el país por carretera

El aviso partió de Francia, pero España ha tomado la medida más drástica

Cinco cisternas con aceite contaminado han sido retenidas en Francia, Sanidad afirma que incluso el menos refinado es tolerable para el ser humano

Los consumidores no se explican por qué hay alerta si el riesgo es bajo

Francia conoce el caso desde hace 15 días y avisó ayer, asegura el Gobierno, El director de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), José Ignacio Arranz, aseguró que el aceite para estos alimentos está muy refinado y, que, incluso con el menor refinamiento posible que se aplica a este producto, su toxicidad sería seis veces por debajo de lo que se considera tolerable para el ser humano.

Francia ha sido el país que ha alertado a toda Europa y España el que ha tomado la medida más drástica: paralizar la venta. El producto se ha distribuido al menos en Holanda, Italia, Francia, además de España. Sin embargo, para lanzar una alerta sanitaria que impida cautelarmente comerciar con un producto alimentario, como ha ocurrido en España, se necesita que haya un riesgo inminente y extraordinario para la salud. De no ser así, las empresas podrían exigir responsabilidades a la Administración por el hundimiento del consumo del producto afectado, algo similar a lo que pasó con el aceite de orujo, que no se ha vuelto a recuperar.

Un portavoz del Ministerio de Sanidad dijo ayer que «se ha informado a la población por precaución». Sin embargo, insisten en que no hay «riesgo agudo» para la salud del consumidor. «Se ha detectado una sustancia que no debe estar en el aceite y nuestro deber es informar de ello». También quisieron tranquilizar a la población diciendo que esto no tiene nada que ver con lo ocurrido con el aceite de colza.

Sanidad explicó ayer que se ha lanzado la alerta un día después de que Francia avisara del problema al resto de los países de la Unión Europea porque en España estas incidencias tienen que pasar por un protocolo que obliga a avisar primero a las comunidades autónomas.

Desde la AESAN explicaron que se han movido por Europa una cantidad indeterminada de cisternas de este aceite (o pasta de girasol). Francia ha interceptado cinco de ellas, con 25.000 kilos cada una, que han entrado en barco o en tren. Sanidad cree que en España el producto ha podido entrar por carretera, lo que dificulta su control. Ayer pidieron que se revise lo que ha entrado desde finales de febrero. El director de la AESAN acusó directamente a Francia de conocer este problema desde hace 15 días y no comunicarlo.

«No concuerda que el Gobierno diga que el producto no entraña riesgo grave para la salud y en cambio alerte contra él. Está lanzando un mensaje alarmista. Millones de consumidores toman habitualmente aceite de girasol. Aunque a partir de hoy no lo consuman más se preguntarán si pasa algo con todo el que se haya ingerido antes», dice Sánchez.

El director de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición afirmó que el Gobierno ha adoptado una medida «estrictamente cautelar». «Una medida que tiene toda la vocación de ser reversible. No existe un riesgo de toxicidad aguda, los niveles de concentración son muy bajos, pero lo que queremos, con esta medida de protección es la seguridad de la población, es cortar cualquier convivencia con una toxicidad crónica».

El aceite de girasol sospechoso partió de un puerto de Ucrania, Ilyichevsk donde se cree que se mezclaba con el mineral antes de partir para Europa. Las autoridades sanitarias de La Unión han pedido al gobierno ucraniano toda la información sobre este asunto.

El secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) en Andalucía, Agustín Rodríguez se mostró de acuerdo con el mensaje de Sanidad minimizando los peligros para el consumidor: «El riesgo para la salud es mínimo, a no ser que se consuman altas cantidades». Sanidad se ha comprometido a publicar cuanto antes las marcas afectadas. Pero anoche todavía no se sabía con precisión cómo había entrado el aceite en España.

 

 

Según un experto consultado por el periódico el País los Hidrocarburos alifáticos, pueden presentar riesgo para el sistema nervioso

 

Los hidrocarburos alifáticos (el elemento que se ha detectado en el aceite de girasol contaminado) son una familia de compuestos que se encuentran, según el catedrático de química orgánica de la Universidad de Granada Andrés García Granados, en productos como el butano o en disolventes orgánicos como el hexano. «También los combustibles de los automóviles llevan hidrocarburos alifáticos», explicas. Se trata de unos compuestos muy solubles en líquidos como el aceite, por lo que su absorción puede ser «relativamente fácil».

«La presencia de aceites minerales en el aceite de girasol puede deberse a varias cosas, desde una pequeña contaminación por descuido -que haya sido transportado en una cisterna que previamente haya llevado combustible- hasta una adulteración, ya se han detectado casos. Todo depende de la proporción en la que estén», explica el experto.

García Granados intenta tranquilizar al consumidor explicando que hace falta una gran concentración de este compuesto en el aceite para que sea «altamente tóxico». Aunque, como asegura el ministerio la concentración sea baja, los niveles de tolerancia varían dependiendo de las personas, por ejemplo en niños o en inmunodeficientes. «No hay que olvidar que este producto no es altamente tóxico en las cantidades que presuponemos que tienen, pero no es apto para el consumo humano».

Los efectos para el organismo dependen de qué tipo de hidrocarburo alifático se trate y también de su concentración. «Es necesaria una concentración de dos centímetros cúbicos por cada litro de aceite para que se llegue a manifestar una toxicidad aguda. Cantidades menores, como las que podrían estar en el aceite suelen causar molestias gástricas, daños reversibles sobre hígado, bazo y riñón y daños en el sistema nervioso central».

 

 

 

Consuelo Ibáñez Martí, médico salubrista                 

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6 comentarios

  1. Si una alerta es una "señal de cierto riesgo para la salud" (cito textualmente del texto publicado) no puede ser que un portavoz de la máxima autoridad en la materia, el Ministerio de Sanidad y Consumo, diga que "no hay riesgo para la salud"; "cierto riesgo" es diferente de "no hay riesgo". ¿En qué quedamos?

    Y mientras tanto, se recomienda no consumir aceite de girasol… Esto no es una alerta alimentaria, es un alarmismo alimentario.

    Soy higienista alimentario con 20 años de profesión a mis espaldas, veterinario especialista en bromatología y nutrición, y considero que el mensaje del Ministerio es, cuando menos, confuso. No me gusta, no es claro. Opino que habría sido mejor esperar a tener la trazabilidad del aceite y después haber identificado marcas comerciales afectadas y lotes concretos. Sólo así se puede actuar sobre las partidas contaminadas. Esta es mi opinión. Gracias.

  2. Totalmente de acuerdo. ¿Por qué no se publican marcas y lotes?

    Lo demás es pura dialéctica.

  3. hay leches que llevan aceite de girasol en ellas yo llevo años tomandolas que pasa con esto

  4. porque no se realiza especificacion del hidrocarburo alifatico, descripcion detallada de este producto o su repectiva ficha tecnica..

  5. tengo 2 botellas en casa de hacendado, el lote de las botellas no está en la lista de los limpios. ¿que hago? ¿me fio o los devuelvo?

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