Salud Pública y Biopolítica (9): Biopolítica, Tanatopolítica y Salud Pública en el Nazismo

Por Javier Segura del Pozo

Médico salubrista

 

El régimen nazi representó la cara más extrema y despreciable del gobierno de las poblaciones a través del control y manipulación de los procesos vitales como el nacimiento o la muerte. El nazismo llevo al esperpento las ideas de la política de la vida, utilizando la medicina y los argumentos biológicos como brazo armado de sus acciones racistas, de dominación de los pueblos y de exterminio “inmunitario” del enemigo interior y exterior. La Biopolítica (o política de la vida) demostró que tenía una finísima separación con la Tanatopolitica (o política de la muerte). Aunque actualmente lo consideramos como un caso extremo  difícil de repetir, es útil que conozcamos como algunos de sus argumentos y de sus lógicas internas formaron parte de los paradigmas científicos dominantes en ese momento (como el degeneracionismo y el eugenismo, que ya vimos en otra entrega de esta serie). Además, fueron apoyados entusiastamente por profesionales de las disciplinas investidas con el ropaje “mas científico”, incluidas la antropología, la medicina, en general y la salud pública, en particular.

 

El poster es de la década de 1930’ y promociona la revista mensual “Neues Volk” (Nuevo Pueblo), el órgano de la oficina racial del partido nazi. El texto dice: “Este enfermo congénito costará a lo largo de su vida 60.000 marcos a la comunidad del pueblo. Camarada popular este también es tu dinero. Lea Neues Volk, los cuadernos mensuales de la oficina de política racial del NSDAP”. Fuente: http://www.calvin.edu/academic/cas/gpa/posters2.htm

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Esta entrega forma parte de la serie de “Salud Pública y Biopolítica”, junto con algunos artículos anteriormente aparecidos y otros que verán la luz a lo largo de los siguientes meses:

 

(1) Introducción

(2) Higienismo

(3) La Medicina Social, según Virchow

(4) La Medicina Social según Foucault

(5) Degeneracionismo y Eugenesia

(6) La alianza entre Medicina Social, Regeneracionismo y Eugenismo en España

(7) Ciudad y Biopolítica (la beneficencia, la higiene municipal y la ciudad higiénica)

(8) El “homo higienicus”

(9) Biopolítica, Tanatopolitica y Salud Pública en el nazismo

(10) La gestión de riesgos para la salud

(11) Biotecnología o la Biopolítica del siglo XXI

(12) ¿Biopolítica afirmativa?

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La Salud Pública en la Alemania nazi

 

Aunque ahora nos parezca extraño, como dice Nikolas Rose[1], en la primera mitad del siglo XX no había una clara distinción entre medicina preventiva y eugenismo, entre la promoción de la salud y la eliminación de la ineptitud, entre consentimiento y coacción. El régimen nazi no solo se distinguió por sus políticas eugenésicas y de genocidio hacia “las razas” consideradas inferiores, sino que fue un abanderado de las políticas de promoción de la salud, dirigidas a preservar la vida y mejorar la calidad de la raza elegida.

 

Tal como nos describe Proctor[2], los médicos y activistas de salud nazis actuaron independientemente del poder soberano estatal como campeones de la promoción de la salud. Fueron pioneros en la batalla contra el tabaco o en evitar la exposición a asbestos. Mostraron una gran preocupación sobre el uso excesivo de medicamentos o la sobreexposición a rayos X. Enfatizaron la importancia de una dieta libre de residuos petroquímicos y conservantes. Hicieron campañas a favor del consumo de pan integral y de alimentos ricos en vitaminas y fibras; y muchos eran vegetarianos, incluido Adolf Hitler.

 

La salud pública alemana, tanto a nivel de intervención para promover y proteger la salud, como de investigación básica y epidemiológica, estaba a la cabeza del mundo. A tal punto que Wilhelm Hueper, padre de la carcinogénesis profesional americana, le solicitó al ministro nazi de cultura, Bernhard Rust, volver a trabajar en la “nueva Alemania”.

 

 

Izquierda: Este poster publicita la organización de “bienestar social popular” nazi, el NSV. El texto dice: “La salud del pueblo, la comunidad popular, la protección infantil, la protección de la madre, la lucha contra la mendicidad, la ayuda al viajero. Esto son las tareas del bienestar social popular nacional socialista. ¡Haceros miembros!”. Derecha: «La juventud de Adolf Hitler. Acudid a la escuela comunitaria».

Fuente: http://www.calvin.edu/academic/cas/gpa/posters2.htm

 

 

La Promoción de estilos de vida saludables

 

Según nos cuenta George Davey Smith en su interesante artículo[3], el primer estudio de casos-control sobre tabaquismo y cáncer de pulmón se inició en 1939 en la Alemania nazi y concluyó que fumar estaba estrechamente asociado con el riesgo de cáncer de pulmón. Había una gran preocupación oficial sobre los efectos dañinos del tabaco sobre la salud. El Dr. Leonard Conti, responsable de sanidad del Reich, fundó en 1939 una agencia contra el peligro del alcohol y el tabaco. En 1942 el «Instituto de la lucha contra los peligros del tabaco» fue inaugurado en la Universidad de Jena, donde se llevo a cabo un segundo estudio de casos-control sobre tabaco y cáncer de pulmón, con un alto grado de sofisticación metodológica y un demostrado conocimiento sobre los sesgos epidemiológicos a considerar. El instituto fue apoyado con 100.000 marcos de las finanzas personales de Adolf Hitler.

 

 A la vez que se acometían estas investigaciones, las acciones de promoción de la salud contra el tabaco fueron muy activas en Alemania. Las juventudes hitlerianas y la liga de muchachas alemanas difundieron la propaganda antitabaco. En 1939 Hermann Göring dicto un decreto por el que se prohibía a los militares fumar en las calles y durante las marchas o los  periodos breves de licencia. Se prohibió fumar a maestros y alumnos en la mayoría de las escuelas. A partir de julio de 1943 no se permitió fumar a nadie por debajo de los 18 años en espacios públicos. Se consideraba una negligencia criminal a los conductores envueltos en accidentes de tráfico mientras fumaban. En 1944 se prohibió fumar en trenes y autobuses urbanos, así como en muchos lugares de trabajo, edificios públicos, hospitales y residencias de reposo. La publicidad sobre tabaco estaba estrictamente controlada, y se discutía si los pacientes con enfermedades ligadas al tabaco debían recibir los mismos cuidados de salud que los enfermos con patologías de las que no eran responsables.

 

Ilustración de la época nazi promocionando el cese del tabaquismo. El texto dice: “No es él a ella. Ella es la que le devora. Firmado: el fumador en cadena”. Fuente: George Davey Smith. Germany Lifestyle, health, and health promotion in Nazi. BMJ 2004;329;1424-1425. http://www.bmj.com/cgi/content/full/329/7480/1424

 

Adolf Hitler era frecuentemente la estrella en estas campañas. Como se podía leer en una revista: “Hermano nacional socialista, ¿sabes que el Führer está en contra de fumar y considera que todo alemán es responsable ante todo el pueblo por todos sus actos y misiones, y que no tiene el derecho de dañar su cuerpo con drogas?”. La lucha contra los hábitos nocivos para la salud, incluía la preocupación por el consumo de alcohol y por la dieta. Entre otros alimentos, se promocionó el consumo de zumos de fruta durante el embarazo (además de la estricta evitación del alcohol y la nicotina). Se declaró la guerra al consumo excesivo de grasas, en general, y al de la popular Schlagsahne (nata montada), en particular. Una figura clave de la medicina nazi, Erwin Like, predijo que el cáncer podía considerarse un producto de la dieta. Películas de Salud Pública exhortaban el pueblo alemán a “conservar su salud a través de un estilo de vida adecuado”.

 

 

El activo papel de los médicos

 

La profesión y las prácticas médicas tuvieron un protagonismo fundamental durante el nazismo. Hitler era definido como “el gran médico alemán” capaz de “dar el último paso hacia la derrota del historicismo y hacia el reconocimiento de valores puramente biológicos”. Rudolf Hess declaró que “el nacionalsocialismo no es otra cosa que biología aplicada”.

 

Según Roberto Esposito[4], los médicos “tuvieron una participación directa en todas las etapas del homicidio masivo: desde la individuación de los niños, y mas tarde de los adultos, destinados a la muerte misericordiosa del programa T4 y la extensión de lo que se siguió definiendo como “eutanasia” a los prisioneros de guerra, hasta la gran Therapia Magna Auschwitziense: selección en la rampa de acceso al campo, inicio del proceso de gaseo, declaración del deceso, extracción de los dientes de oro a los cadáveres, supervisión de los procedimientos de cremación (…) Así como el poder último calzaba las botas de las SS, la auctoritas suprema vestía el guardapolvos blanco de médico” Esposito se pregunta porqué la profesión medica, en medida mucho mayor que las otras, adhirió en forma incondicional al régimen y porque se confirió un poder tan amplio a los médicos sobre la vida y la muerte. El médico, cuan sacerdote de la llama sagrada de la vida, era el único poseedor de la definición de vida valida y valiosa “¿Por qué se les entregó justamente a ellos el cetro del soberano y, con anterioridad el libro del sacerdote?”.

 

El propio Esposito contesta mas adelante a estas preguntas. La medicina y la investigación médica alemana eran de las más avanzadas en el mundo. Aunque nos pueda parecer extraño, no había contradicción entre la obsesiva preocupación por la salud y la lucha contra las enfermedades y la implicación en la muerte de millones de personas.

 

 “El genocidio no fue resultado de una ausencia de una ética médica, sino de la presencia de una ética transpuesta en su opuesto. (…) Los médicos identificaban como enfermo no al individuo, sino al pueblo alemán en su conjunto: precisamente su curación requería la muerte de todos aquellos que con su mera existencia amenazaban su salud” La tanatopolitica nazi era una respuesta inmunitaria frente a la amenaza contra el pueblo alemán. Era la lucha contra una enfermedad infecciosa, evitando a toda costa que seres inferiores contagiasen a seres superiores. Los ideólogos del Reich utilizaron un amplio repertorio conceptual epidemiológico para designar a sus enemigos: bacterias, virus, parásitos, bacilos, insectos. Soziale Desinfektion. Según Himmler, “con el antisemitismo es como con la desinsectación. Alejar a los piojos no es una cuestión ideológica, es una cuestión de limpieza” El propio Hitler utilizaba una terminología inmunológica aún mas precisa: “El descubrimiento del virus hebreo es una de las mas grandes revoluciones de este mundo. La batalla en que estamos hoy empeñados equivale a la que libraron en el siglo pasado Pasteur y Koch (…) Solo eliminando a los judíos recuperaremos nuestra salud”

 

 

Izquierda: Este poster anuncia una pelicula documental de 1940 sobre los judios en el mundo titulada «El eterno judio» («Ewige Jude»). Derecha: Cartel propagandistico de la liga de muchachas alemanas («La liga de muchachas alemanas en las juventudes hitlerianas»)

Fuente: http://www.calvin.edu/academic/cas/gpa/posters2.htm

 

 

Biologización del derecho y juridización política de la medicina

 

Pero al igual que los médicos tuvieron un creciente protagonismo en la sociedad nazi dando lugar a una “biologización del derecho” (se dictaron leyes basadas en criterios biológicos), Esposito nos advierte que no nos debemos olvidar que a medida que el estado nazi se fue consolidando “se fue produciendo un aumento del control jurídico-y por consiguiente político- de la medicina”. Los riesgos siempre presentes de manipulación política de la actividad profesional del funcionario médico, relacionados con la tensión entre lo científico y lo político, entre el papel de médico y el de funcionario, entre la lealtad al paciente-población y a la administración, que vivimos diariamente los salubristas que trabajamos en la administración pública, dieron lugar a los actos monstruosos de la biopolítica nazi y a la escandalosa complicidad de la Salud Pública durante el nazismo:

 

 “De hecho, cuanto más se convertía el medico en funcionario público, tanto mas perdía autonomía respecto a la administración estatal, de la que en última instancia no dejaba de depender. Lo que iba produciéndose en suma es una neta transformación de la relación entre médico, paciente y Estado: mientras se atenuaba el vínculo entre los dos primeros términos, se estrechaba entre el segundo y el tercero. Cuando el tratamiento, y aun el diagnostico previo, se volvían una función privada, sino pública, el médico no asumía la responsabilidad ante el paciente, sino ante el estado, único depositario, del secreto referido a las condiciones del paciente, antes reservado al saber médico” “La leyes raciales de 1935 no fueron preparadas como las del año anterior, por una comisión de expertos, sino directamente por personal político (…) Los médicos debían  tan solo legitimar con su firma decisiones tomadas en el ámbito político, traducidas en leyes por los nuevos códigos jurídicos del Reich. (…) El poder médico y el poder político-jurídico acaban superpuestos.  La reivindicación de la primacía de la vida provoca su absoluta subordinación a la política.”

 

  

Eugenesia y Genocidio

 

De la promoción de la salud étnica, que incluyó, como ya vimos, la promoción de estilos de vida saludables y la protección de la salud frente a riesgos ambientales, se pasó a la necesidad de la supresión anticipada de la vida desvalorizada. Como dice Lifton, la esterilización era el pilar médico de la biocracia nazi. Según Esposito, entre julio de 1933 y el inicio de la guerra más de 300.000 personas fueron esterilizadas por diferentes motivos. En 1934 se aprobó el aborto obligatorio para los padres degenerados; en junio de 1935, el de castración de los homosexuales; en febrero de 1936 se decidió esterilizar mediante rayos X a las mujeres mayores de 36 años. Todo ello en medio de una campaña a favor de la natalidad, para favoreces el crecimiento demográfico de la nación alemana. «El fenómeno del nacimiento se subordinaba directamente al mando político. Pero no era el nacimiento el que determinaba el papel político del ser viviente, sino que su posición en la escala político-racial predeterminaba el valor de su nacimiento.»

 

Izquierda: El poster es de mediados de la década de 1930’ y también promueve la organización de “bienestar social popular” nazi, el NSV. El texto dice “ Apoya a los programas de ayuda a la madre y el niño. Derecha: Poster explicativo del «Ultraje racial», las relaciones entre alemanes racialmente puros y judios, consideradas desde 1934 un delito». El texto dice: «Ultraje racial (Rassenschande). ¿Qué es el ultraje racial? Pena de muerte para ultrajadores raciales. Fuente: http://www.calvin.edu/academic/cas/gpa/posters2.htm

 

“A comienzos de 1939, Kart Brandt, médico de confianza de Hitler, y Philipp Bouhler, jefe de la Chancillería del Reich, recibieron el encargo de proceder a la eutanasia de los niños menores de 3 años sospechosos de padecer graves enfermedades hereditarias, tales como idiocia, mongolismo, microcefalia, hidrocefalia, malformaciones y condiciones espásticas (…) En octubre de ese año, el decreto se extendió también a los adultos, bajo la denominación del Programa T4, por tener su domicilio en Tiergarten 4, Berlín.” A medida que avanzó la guerra, proliferaron los centros que aplicaban este programa y se incluyeron a los prisioneros de guerra entre las personas subsidiarias del “tratamiento especial”. Al proyecto T4, todavía ejecutado por médicos, le sucedió la Operación 14f13, bajo el control directo de las SS. Aquello constituyó el puente directo hacia la Solución Final para todos los judíos; es decir, lo que se denomina como genocidio. El genocidio participaba de la lógica terapéutica. Sus ejecutores estaban convencidos de que restablecerían la salud del pueblo alemán.

 

“Como revela el frecuente uso del término Genesung (cura) en relación con la masacre en pleno desarrollo, una única cadena lógica y semántica vincula degeneración, regeneración y genocidio: la regeneración vence a la degeneración mediante el genocidio”

 
Izquierda: Supervivientes del campo de Auschwitz. Fuente: Medicine in Auschwitz ; Derecha: poster de finales de los 1930′  que promociona el trabajo voluntario entre los hombres: «Construimos cuerpo y alma»


[1] Nikolas Rose. “The Politics of Life Itself. Biomedicine, power and subjectivity in the twenty.first Century” Princeton University Press. 2007. pag 58

[2] Robert Poctor. “Racial Hygiene: Medicine under the Nazis”. Cambridge, Mass./London; Harvard University Press. 1988. Citado en N. Rose (cita anterior, pag. 58)

[3] George Davey Smith. Germany Lifestyle, health, and health promotion in Nazi. BMJ 2004;329;1424-1425. http://www.bmj.com/cgi/content/full/329/7480/1424

[4] Roberto Esposito. Bios. Biopolitica y filosofia. Amorrortu editores. Buenos Aires/Madrid 2004. Pag 180

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12 comentarios

  1. aunque somos mucho que odiamos el regimen fascista, y no queremos saber de descriminación racial, admito que la ideologia y politica de salud publica que manejaba el pueblo aleman, contribuyo mucho a lo que hoy en dia se habla de salud publica; es bastante interesante leer cada parrafo de esta revición historica por que aporta mucho conocimiento a aquel que busca los fundamentos de una buena salud.

  2. Me alegro "DAS" que te haya interesado el artículo. Pero precisamente porque odiamos el regimen nazi-fascista, no creo que el nazismo haya hecho una gran contribución a la salud pública. El desarrollo de ésta exige que no se separe "la ética" de "la técnica". Y el que se asocie Salud Pública con el nazismo y su peculiar sentido ético y de promoción de la salud (en favor de unos, a costa del exterminio de otros) no creo que nos de prestigio a los salubristas. Sin embargo, nos debe alertar precisamente sobre los riesgos de trabajar sin revisar las consecuencias éticas y politicas de nuestras acciones y tambien nos anima a mantener un sentido critico frente al poder constituido.

    Por otra parte, debemos considerar que la Salud Pública del nazismo se benefició del avance anterior (siglo XIX y primeras decadas del XX) en particular de la Medicina social alemana (de la que ya hemos hablado en anteriores articulos) y en general de las ciencias biologicas, sociales y de la filosofia, cuyos autores mas avanzados e innovadores, como seguramente sabrás, hablaban en alemán, en contrate con la dominancia actual del inglés y de la ciencia anglosajona.

  3. Hola Diana Mendez,

    Puedes acceder a articulos sobre Historia de la Salud Pública, "pinchando" dentro del apartado CATEGORIAS" (ver la columna a la derecha de la pagina de nuestro blog) en las siguientes secciones: "Biopolitica y Salud Pública" e "Historia de la Salud Pública y algo más".

    Espero que te sean útiles.

    Un abrazo

    Javier

  4. hola

    soy una estudiante de obstetricia

    quiero de acuerdo a mis estudios opinar del genocidio hitlers yo pienso que el solo no mato tantos judios y otras personas detras de el estuvo tambien muchos demonios desconocidos que jamas dieron la cara y jamas lo haran quizas

    hitlers de acuerdo a su pensamiento genocida no era normal quizas

    tenia un problema cerebral como tumor en el cerebro , genes de delicuentes etc.

    medicamente se le puede considerar psicotico

    ponganse a pensar que haria un psicoticos o muchos psicoticos con mucho dinero y apoyo mundial por que asi fue

    un hombre enfermo es considerado un demonio o es simplemente considerado un hombre enfermo

    el considerado anticristo tiene familia como todos y por ello como todos las familias tenemos familiares enfermos , yo creo que con esta opinion deben comprender ahora la tercera guerra mundial

    ojala que como desde tiempos cavernicolas todas las guerras sean perdonadas porque todos somos un pedacito de Dios

    con esto me despido y ojala que dejen de odiar los errores humanos como yo y en especial a Dios

  5. Don
    JAVIER SEGURA DEL POZO.
    Cordial saludo.
    Muy bueno el artículo.
    Maestro, deseo intercambiar opiniones con Usted sobre lo siguiente:
    1. Roberto Espósito, citado por Usted textualmente dice que:
    “El genocidio no fue resultado de una ausencia de una ética médica, sino de la presencia de una ética transpuesta en su opuesto. (…)
    Considero que no hay una ética para médicos o una para abogados, o una para ingenieros. Creo que hay una sola ética; otra cosa en que existan diversas deontologias profesionales y otra es que se den diversas valoraciones a propósito de un mismo hecho.
    2. ESPOSITO dice que la profesión médica adhirio, en mayor grado que otras profesiones, al régimen nazi- fascista, yo agrego que (no todos pero si la mayoría del gremio) también fueron los primeros en apoyar la dictadura de Auguto Pinochet y los primeros en irse de Cuba tras el triunfo de la Revolución.
    Cuál es la razón? No es fácil responder, pero posiblemente se deba al origen de la profesión, al origen social de la mayoría de quienes la estudian, a los privilegios y trato preferencial que otrora les dio el establecimiento.
    Cordialmente,
    PIERINO ROCA.

  6. Gracias, Pierino por tus comentarios.

    Comparo tu idea de que la ética médica es parte de la ética a secas. Aunque a veces no lo parezca, los médicos somos parte de la especie humana, con nuestras virtudes y nuestros vicios.

    Respecto a tu pregunta, sobre las razones que explican la fácil implicación politica de los médicos, yo diria que tiene que ver con el binomio foucaultiano del poder y el saber (no exclusivo de los médicos, sino de cualquier disciplina, aunque hay algunas razones para que sea más agudo en el caso de los médicos).

    Por ejemplo, te confieso que una de las razones por las que me hice médico, es que, cuando era un niño, me impresionó lo poderosos que eran los médicos. Así los vivia, cuando esperaba en la sala de espera de los ambulatorios, y los veia pasar con esas batas blancas inmaculadas, de los que estaban pendientes todos….

    Del poder sobre los cuerpos, es facil hacer el salto al poder sobre las poblaciones. Creer que tu saber va a transformar la vida del paciente. Creer que, al fin y al cabo, como decia Virchow, la politica es solo la medicina a gran escala, y que tienes la formula para transformar la vida de las poblaciones. Por eso, hay que tener especial cuidado, con nosotros, los médicos¡Somos carne de biopolitica! ¡Podemos hacer maravillas, podemos implicarnos a tope en un proyecto, pero…hay que controlarnos!

    Un abrazo

    Javier

  7. […] Finalmente, el miedo al “degenerado”, propio del regeneracionismo y las teorías eugenésicas, imperantes a finales del siglo XIX y principios del XX, llevará a implicar a la Salud Pública, no solo en el disciplinamiemto de la ciudad y del diferente, sino en el discipinamiento de “la raza”, mediante la promoción y puesta en marcha de medidas eugenésicas (esterilización forzada, eliminación física de discapacitados mentales y fisicos, llegando, incluso, a le eliminación de judíos, gitanos, disidentes políticos, etc.)[3]. En todas las situaciones se  busca aplicar el orden establecido, desde el punto de vista higiénico y moral, apoyándose en criterios y argumentos médico-científicos (ver en este blog: Degeneracionismo y Eugenesia, La alianza entre Medicina Social, Regeneracionismo y Eugenesia en España, Biopolítica, Tanatopolítica y Salud Pública en el Nazismo) […]

  8. […] El que solo con altas coberturas poblacionales de los programas de cribado se consigan resultados solidos en la disminución de la mortalidad general, no es razón para obligar a la realización de esta prueba. La Salud Pública siempre ha tenido la tentación de imponer medidas a la población por su bien, desde un despotismo ilustrado. Como muchos sabéis, me fascina el enfoque de la biopolitica para analizar el nacimiento y desarrollo de la Salud Pública, porque permite que los salubristas estemos siempre atentos al riesgo de ser el brazo científico de la razón de estad0 (De la policía sanitaria a la promoción de la salud: aplicación del orden establecido o custodia del derecho a la salud), que conduce a aberraciones como la Eugenesia o la Tanatopolitica nazi. […]

  9. […] El que solo con altas coberturas poblacionales de los programas de cribado se consigan resultados solidos en la disminución de la mortalidad general, no es razón para obligar a la realización de esta prueba. La Salud Pública siempre ha tenido la tentación de imponer medidas a la población por su bien, desde un despotismo ilustrado. Como muchos sabéis, me fascina el enfoque de la biopolitica para analizar el nacimiento y desarrollo de la Salud Pública, porque permite que los salubristas estemos siempre atentos al riesgo de ser el brazo científico de la razón de estad0 (De la policía sanitaria a la promoción de la salud: aplicación del orden establecido o custodia del derecho a la salud), que conduce a aberraciones como la Eugenesia o la Tanatopolitica nazi. […]

  10. Todo ensayo y comentario que intenta ligar la política de Salud Pública de la Alemania NS con el ya PROBADO FALSO HOLOCAUSTO de los judíos se DESACREDITA por si mismo.

    Si tomamos en cuenta el nuevo enfoque BIOMÉDICO PSICOSOCIAL y el actual concepto OMS de SALUD, lo dicho por Virchow «la politica es solo la medicina a gran escala» tiene TODA LA RAZÓN y por tanto GAHP es el único político en la historia del mundo que tomó al «toro por las astas».

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