Síndrome del Edificio Enfermo (SEE): la maldición de los edificios inteligentes

Los que hemos tenido el “dudoso privilegio” de trabajar en estos edificios sabemos el descalabro para nuestra salud que supone pasar muchas horas en ellos.   Arquitectónicamente son preciosos, supuestamente funcionales y muchos de ellos han conseguido premios a su diseño. Pero la realidad que se esconde en su interior no es tan glamourosa. Un ejemplo De entrada, consisten en enormes plantas diáfanas,  en su mayoría con cristal de suelo a techo, totalmente expuestas a las inclemencias del tiempo, herméticamente…