Biopolítica y Salud Pública (16): Biopolítica global y la historia de “la salud mundial” (1ª parte: el nacimiento de la salud pública trasnacional)

Por Javier Segura del Pozo

Médico salubrista

 

Recientemente veíamos a nuestra ministra de Sanidad y Política Social reunida con otros colegas, en ciudades como Estocolmo o Cancún, para discutir las estrategias frente a la pandemia de la gripe. El concepto de “riesgo mundial de salud” (y por lo tanto de “salud mundial”) y la necesidad de acciones concertadas desde organizaciones internacionales están ya presentes de forma normalizada en las agendas de los políticos y en las primeras paginas de los periódicos y noticiarios. La salud mundial y sus riesgos parecen ser admitidos como partes consustanciales de la globalización. Actualmente se hace difícil pensar los fenómenos de salud y enfermedad y los movimientos de poblaciones sin utilizar una escala planetaria. Las fronteras nacionales se nos han quedado estrechas ¿Cómo ha surgido este fenómeno de la salud mundial? ¿Cómo podemos analizarlo desde nuestros ejes y coordenadas “biopolíticas”, que hemos ido introduciendo en nuestra serie de Biopolítica y Salud Pública ?

 

Izquierda: Cumbre sobre la pandemia de la gripe A(H1N1), celebrada en julio en Cancún y presidida por Margaret Chen, secretaria general de la OMS. Derecha: en el centro de la imagen, Trinidad Jimenez, ministra española de Sanidad y Politica Social, asistinedo a la citada cumbre

 

El interesantísimo trabajo de la profesora Alison Bashford  de la Universidad de Sidney “Global biopolitics and the history of world health” nos ayuda a entender el origen y la historia de la Biopolítica más allá de la nación. De acuerdo a Bashford “la salud mundial” es la gran conquista del siglo XX por parte de la salud pública e higiene del siglo XIX.

 

 

La profesora Alison Bashford. Derecha: portada de su libro «Imperial Hygiene. A critical history of colonialism, nationalism and public health»

 

A través de varias entregas, en las que sintetizaremos y traduciremos el trabajo de Bashford[1] (al que por cierto, he tenido el placer de acceder gracias a nuestro amigo José Luis de la Flor[2], con cuyos valiosos trabajos esperamos contar en próximas entregas de nuestra serie), analizaremos el papel que tuvieron las nuevas redes de recogida e intercambio de estadísticas vitales en “las regiones” del mundo,  su soporte por las pujantes redes internacionales de “inteligencia epidemiológica”. Veremos como bajo un carácter de “trabajo técnico” se desarrolló todo una nueva biopolítica global, que penetró profundamente en las sociedades nacionales, afectando las conductas individuales, las infraestructuras sanitarias, la formación de personal sanitario o las reformas sanitarias.

 

Finalmente, ésta Biopolítica alcanzará al sensible y político tema de la regulación de las poblacionales mundiales, mediante los programas de planificación familiar (luego llamados de “salud sexual y reproductiva”). Como ya vimos en otra entrega de nuestra serie de Biopolítica y Salud Pública   (La Promoción de la Salud y la Atención Primaria de Salud, ¿nuevas formas de sujeción de las poblaciones en la segunda mitad del siglo XX? (2ª parte: De Nueva York, 1946, a Alma Ata, 1978) , la inclusión de la planificación familiar entre la lista de servicios esenciales en la Declaración de Alma Ata de 1978 sería polémica y  complicada, pero representará la culminación de la convergencia de los temas y preocupaciones sobre el control de la  población mundial con las lógicas y el lenguaje del campo de la salud pública.

 

 

 

La Salud Pública como refinamiento de la cuarentena

 

Como hemos visto en los capítulos precedentes de nuestra serie de Biopolítica y Salud Pública, la higiene y la salud pública tuvo un papel crucial en la construcción racional moderna de los conceptos de nación y raza, durante finales del siglo XIX y la primera mitad del XX, y por lo tanto aportó racionalidad y legitimación científica a los pujantes nacionalismos y colonialismos. Sin embargo, en el siglo XX surgiría un concepto de la Biopolítica más allá de la nación: el de la salud mundial.

 

Aunque el interés por lo que ocurría mas allá de las fronteras nacionales se justificó inicialmente en evitar la propagación internacional de epidemias, que podían dañar los intereses comerciales coloniales, las nuevas estructuras y actividades creadas con este fin fueron ampliando progresivamente su área de interés biopolitico, es decir el interés en la administración de la vida (de la salud, de la sanidad, de la natalidad, de la longevidad, de la maternidad, de la fertilidad…). Así nutrieron progresivamente una lógica que empujaba hacia el gobierno mundial, justificado en la necesidad de cuidado de la salud de las poblaciones y usando un lenguaje técnico médico-epidemiológico.

 

Así, la salud pública vuelve a dar un argumentario científico a nuevas formas de gobierno de las poblaciones, que explican porque actualmente los temas de salud y la defensa frente a los riesgos pandémicos trasnacionales tienen una inmensa presencia en la agenda de la globalización. Parafraseando a Michel Foucault[3], la higiene pública no deja de ser una variación refinada de la cuarentena, pero el siglo XX y el principio del XXI han dejado ver que altos grados de refinamiento y potencial biopolitico puede alcanzar la salud pública.

 

 

 

De lo internacional a lo global. Estadísticas vitales e inteligencia epidemiológica.

 

Partiendo del periodo de entreguerras, las organizaciones mundiales de la salud (primero la dependiente de la liga de las naciones y luego de las naciones unidas) jugaron un papel fundamental en la construcción de una dimensión global (que trasciende la idea de nación), superando la dimensión internacional (que requiere y se construye a partir de las unidades nacionales). Las nuevas organizaciones de la postguerra (ONU, OMS, FAO, UNICEF), fundamentales en la salud mundial y la gestión de las poblaciones, serán un pilar de la transición desde estructuras jurídicas internacionales a globales. Del ámbito nacional e inter-nacional se pasará al ámbito global o mundial que será observado y organizado desde otro concepto de «lo regional»: ya no se piensa a las regiones como partes de la nación, sino como partes o zonas del mundo. El proceso sería pues en este orden:

 

 

Nacional >>> Inter-nacional >>> Global/Regional

 

 Las organizaciones mundiales acabarán organizándose en «regiones». Así, la OMS tiene 6 oficinas regionales que abarcan la región del mediterraneo oriental (EMRO), la región del sureste asiatico (SEARO), la región europea, la región americana (PAHO), la región africana y la del pacifico oriental.

 

 

Las seis «regiones» de la OMS. Fuente: http://www.who.int/about/regions/en/index.html

 

Como dice Bashford: “La salud pública, tal como se desarrolló en el siglo XIX, fue crucial para la extensión y aplicación de las ciencias humanas y sociales. Las líneas entre salud e higiene, por una parte, y geografía, sociología, psicología, demografía, antropología, trabajo social y finalmente bienestar y eugenesia, por la otra, fueron densas y múltiples (…) La inteligibilidad de “la población”, su agregación mediante el discurso estadístico, es lo que hizo posible y cargado de aplicaciones a estas disciplinas. La población empezó a ser conceptualizada por la agregación y el cruce d múltiples variables. Primero, la demografía, y luego el conocimiento estadístico epidemiológico fueron los ingredientes iniciales, si no el ímpetu principal, para un estado nacional biopolitico y sus extensiones coloniales. Las estadísticas  de morbilidad y mortalidad, así como las de fertilidad, fueron claves no solo para la idea de poblamiento (“populousness”), sino para la de población (“population”)”.

 

“En esta trayectoria analítica, la población y la especialidad más allá de las fronteras de la soberanía y el territorio colonial han sido menos explorados. Los mismos gobiernos del siglo XIX que incrementaron su deseo de conocer y sanear lugares y poblaciones problematizadas dentro de sus territorios, empezaron a gestionar y controlar el cruce de fronteras y entradas de bienes y poblaciones infectadas o sospechosas. De hecho la cuarentena y el control sanitario de fronteras, además de los cordones sanitarios, fueron sitios y practicas cruciales para la realidad política emergente de la soberanía territorial [acordémonos de la cita de Foucault de que la salud publica fue una variación refinada de la cuarentena]. Las naciones-estados empezaron a interesarse en las áreas problemáticas, tanto adyacentes como distantes de su territorio, que estaban conectadas por circuitos coloniales y diaspóricos de personas, mercancías e ideas. La enfermedades transmisibles y la cuarentena siempre puso sobre la mesa la idea de gobernanza cooperativa internacional y frecuentemente llevó a discutir y transformar las líneas de comunicación, trasporte y movimiento”.

 

Las estadísticas vitales y “la inteligencia epidemiológica” jugaron un papel fundamental en estas nuevas líneas de comunicación global, que analizaremos a continuación y en futuras entregas con la ayuda del texto de Bashford y otros.

 

 

Conferencias Sanitarias Internacionales y la Organización de Salud de la Liga de las Naciones

 

A partir de la epidemia de cólera en Europa de 1830, se suceden las reuniones sanitarias internacionales (entre administraciones nacionales):

  • 1851 Conferencia Sanitaria Internacional de Paris intentó (fallidamente) un acuerdo de regulación sobre cuarentenas
  • 1866 Constantinopla, regulación de la peregrinación a la Meca
  • 1903 Paris, necesidad de una oficina de salud internacional permanente
  • 1907, creación de la Oficina Internacional de Higiene Pública, con tres funciones:
    • comisión técnica para el estudio de las enfermedades epidémicas,
    • un cuerpo permanente para revisar y administrar las convenciones y preparar las conferencias sanitaria internacionales, y
    • un centro para el intercambio rápido de información epidemiológica

Izquierda: efigie de la diosa Hygea y simbolo de la Office International d’Hygiene Publique; Derecha: reunión de 1933. Fuente: archivos de la Liga de Naciones

 

  • 1920, a partir de la nueva Liga de Naciones, se crea la Comisión Epidémica para abordar el problema del tifus en Europa del Este.
  • 1923, la Comisión Epidémica se transforma en la Organización de Salud de la Liga de las Naciones (LNHO en las siglas en ingles), con cuatro áreas de trabajo:
    • epidemiología,
    • estudios técnicos,
    • viajes de estudios (study tours) e intercambio de personal,
    • el trabajo de “inteligencia” de la Oficina del Lejano Oriente en Singapur.
  • 1924, se establece la Comisión Permanente de Estandarización Biológica.

 

Izquierda: Logo de la Sociedad de Naciones; Derecha: sede en el Palais Wilson en Giniebra. Fuente: archivos de la Liga de Naciones

 

Según Bashford: “Tanto la Oficina Internacional (con sede en Paris), como la LNHO (en Ginebra) siguieron la pista, informaron y, en ciertos casos, controlaron una gran variedad de fenómenos que circulaban por el globo: infecciones, barcos, marineros, datos epidemiológicos, vacunas, muestras de medicamentos, emigrantes. Al igual que otras secciones de la Liga -en particular la sección de Asuntos Sociales, que se ocupaba del trafico de mujeres y niños, además del trafico de opio, y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que trataba de la migración mundial de trabajadores- trataban de asuntos, que por circular a lo largo del globo en rutas de trafico e intercambio, eran por definición problemáticos y potencialmente “contaminantes”

 

 

 

Arriba: Misión de oficiales de salud latinoamericanos en la Liga de Naciones, 1924. Abajo: Reunión de la Organización de salud de la Liga de Naciones (LNHO). Fuente: Archivo de la Liga de Naciones

 

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Dedicaremos la siguiente entrega a analizar el importante papel que jugó (y en cierto sentido, sigue jugando) la Fundación Rockefeller (FR) en la constitución de dinámicas y proyectos transnacionales de salud global. Sin negarles su gran valor, al haber apoyado políticas y profesionales de la salud publica de gran vocación de cambio social durante la época de entreguerras, nos llevan tambien a preguntarnos sobre el papel geopolítico y estratégico que jugó la FR, estrechamente ligada, según algunos,  a los intereses globales norteamericanos. ¿A que fines sirvió esta nueva biopolítica de la salud global?

 


[1] Alison Bashford “Global biopolitics and the history of world health” History of the Human Sciences, Vol. 19, No. 1, 67-88 (2006). En: http://hhs.sagepub.com/cgi/reprint/19/1/67

  

[2] Jose Luis de la Flor es licenciado en Farmacia por la Universidad Complutense de Madrid. Es ayudante de Tercer Ciclo en el Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid. Es miembro del Grupo de Estudios Africanos (GEA).

 

[3] Michel Foucault. “El nacimiento de la medicina social”.

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4 comentarios

  1. Excelente análisis, en el sentido en que se requiere con urgencia mirar las relaciones de poder-saber que se inscriben detrás de las prácticas y las relaciones que se dan en el vinculo salud/enfermedad, enfermedad/salud y como éstas son prácticas políticas que inciden en el control de las poblaciones.
    Me gustaría mucho seguir en contacto con ustedes, pues pretendo iniciar un proceso de investigción en donde quiero trabajar el problema de la salud enfermedad en los maestros en Bogotá/Colombia.
    Gracias: Luis Ernesto Vásquez

  2. Respecto al artículo Biopolítica global y la historia de la salud mundial. Sumamente interesante, ya que estoy realizando un trabajo de tesis en la Universidad Nacional Autónoma de México, ma dirijo al Dr.JAVIER SEGURA DEL POZO, solicitándole tenga a bien proporcionarme el artículo en español para documentar dicha investigación y de no existír inconveniente me proporcione su correo electrónico. De antemano agradezco la atención que dé a la presente solicitud.

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