6) Percepciones.
Investigar es ver lo que todo el mundo ha visto, y pensar lo que nadie más ha pensado. Albert Szent-Györgyi, Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1937.
Si consultas la palabra “visión” en la Wikipedia, en una enciclopedia o en un libro de texto, encontrarás una definición que vincula la luz y el mundo físico que nos rodea con una función cognitiva del cerebro. A través de los ojos, y también de los demás órganos sensoriales, percibimos la realidad física. Pero hay también una realidad subjetiva, personal, que nos diferencia intelectual y emocionalmente a unas personas de otras. Es lo que expresa la frase con la que he iniciado esta entrada que, además, ilustra de una forma muy sencilla la esencia de nuestro trabajo como investigadores. ¡Quizás lo habías imaginado ya! En este blog también intento que conozcas mejor el proceso creativo de la investigación.
Esa frase también sirve para ir un poco más allá en la historia que te estoy contando. En entradas posteriores desarrollaré brevemente la fisiología y la patología de la visión. Son también parte esencial de esta historia. Pero ahora quiero profundizar en los conflictos de percepciones que me he encontrado durante estos años que llevo estudiando la retinosis pigmentaria e intentando desarrollar un tratamiento.
Es muy diferente la percepción de un investigador básico, que quiere comprender cómo se forma y cómo funciona la retina, el tejido donde se inicia la visión, y la de una persona afectada por una degeneración de la retina que, afrontando su ceguera, “ve” las cosas de un modo muy distinto. También existe un conflicto entre la percepción de un investigador básico, que se mueve por curiosidad y afán de conocer, y la que se tiene en ciertos ámbitos económicos, políticos y sociales, en los que no se alcanza a entender la necesidad de generar “más” conocimiento y se aboga por financiar principal o exclusivamente la investigación aplicada. Y, por último, también está enfrentada la percepción de los investigadores que quieren ir más allá de la generación de conocimiento y promueven activamente su transferencia para resolver las necesidades de las personas y de la sociedad, con la de los científicos que justifican el conocimiento por sí mismo y rechazan subordinarlo a demandas sociales o económicas.
Todos estamos discutiendo sobre el mismo proceso, el que lleva desde plantearse una pregunta científicamente relevante hasta contestarla, generando nuevo conocimiento con su potencial de resolver necesidades sociales o desarrollar aplicaciones técnicas. Sin embargo, muchas personas solo perciben como importante una parte del proceso, y tienden a ignorar e, incluso, a despreciar las otras etapas.
Espero que, al menos en un punto, todos podamos sintonizar nuestras percepciones. El conocimiento que subyace a cualquier tipo de aplicación, primero habrá que generarlo, ¿no crees?