Nuevo brote epidémico de un coronavirus patógeno para el ser humano

Nuevas informaciones sobre el coronavirus desde el laboratorio de excelencia mundial en el CNB de Madrid

Con vuestro permiso, reproduzco el fantástico resumen sobre coronavirus publicado en la web de la SEV a cargo de los grandes expertos en esta familia vírica de España –y del mundo-

El brote epidémico que disemina el virus SARS-CoV-2, que es como se debería denominar este virus, que emergió en la ciudad China de Wuhan en diciembre del 2019, de acuerdo con el Comité Internacional de Estudio de los Coronavirus, se ha extendido por 65 países. El nombre asignado al virus de Wuhan se basa en que la secuencia de su genoma tiene una identidad del 80% con la secuencia del SARS-CoV que emergió en el año 2002 en la provincia de Guandong, en el sudeste de China. El nuevo virus, es en este momento el centro de atención de todo el mundo y, por supuesto de los españoles por el aumento del número de personas infectadas a lo largo de toda la geografía de España.

Este virus se detectó por primera vez el 1 de diciembre de 2019, y es el origen de una de las epidemias más importantes de las últimas décadas, al haber dado lugar a más de 89.081 personas infectadas (2 de Marzo del 2020), de las cuales han fallecido más de 3.057 en tres meses. De estos casos, 79.824 corresponden a China. En España el número de infectados ha ascendido a 107 y probablemente seguirá subiendo, dado que para una parte significativa de estos (9 casos) no se conoce el origen, implicando que hay personas infectadas circulando en nuestro País sin que sean conscientes de ello.

El SARS-CoV-2 causa una patología leve en el 80% de los infectados, que en parte se parece a la del aislado del año 2002, mientras que en el resto de los infectados (20%) puede producir neumonía de distinta gravedad asociada a fiebre, dolor de cabeza, tos seca y dificultad respiratoria, que puede evolucionar hacia una inflamación exacerbada del pulmón, edema pulmonar y muerte en un porcentaje entorno al 2%. La enfermedad es más grave en pacientes de mayor edad, particularmente los que ya padecen otras patologías, como enfermedades cardiovasculares, diabetes, enfermedad crónica respiratoria, infecciones por otros virus respiratorios, o hipertensión, y afecta a un número superior de hombres (2,8%) que de mujeres (1,7%).

Se conocen siete coronavirus que infectan al hombre. Cuatro de ellos normalmente causan un leve resfriado frecuente entre las personas en invierno y, prácticamente todas las personas adultas hemos sido infectadas por estos coronavirus alguna vez, sin habernos percatado de su infección por lo general. Sin embargo, los otros tres coronavirus humanos: SARS-CoV-2002, aparecido en el Sudeste Asiático, MERS-CoV-2012, que emergió en la Península Arábiga, y el actual SARS-CoV-2 causan la muerte en un porcentaje variable de personas infectadas: 10%, 35% y en torno al 2%, respectivamente. Los tres coronavirus mortales para el hombre han afectado de momento a 8.000, 2.600 y más de 90.000 personas, respectivamente, por lo que el impacto de la epidemia actual es muy significativo para la población.

Los virus con un genoma RNA como los coronavirus, cometen errores durante su replicación (en torno a uno por cada 10,000 nucleótidos añadidos para formar el genoma), lo que facilita la generación de nuevos mutantes, alguno de los cuales infecta a la especie humana. Este fenómeno es probablemente lo que ha dado lugar al brote epidémico de finales del 2019. En este caso, todavía no se conoce el vector intermedio que ha facilitado el paso del virus desde los murciélagos al hombre, probablemente porque el nuevo coronavirus causa infecciones en un número significativo de pacientes (80%) sin inducir síntomas clínicos notables de la infección, lo que hace que el origen del virus quede en el anonimato. Se ha postulado que el virus procedente de los murciélagos, ha utilizado como vector intermedio a otro mamífero, y de éste ha pasado a las personas. Ello se basa en que, aunque existen coronavirus muy parecidos al SARS-CoV-2 en los murciélagos, la identidad de secuencia de sus genomas con la del SARS-CoV-2 es del 96,2 % y se necesitaría el paso de estos virus por un vector intermedio para evolucionar y acercar la identidad de su secuencia a la del SARS-CoV-2. El salto directo del virus de un murciélago al hombre se considera poco probable, porque en diciembre del 2019 los murciélagos estaban hibernando en el entorno de Wuhan, centro del brote epidémico.

Otra característica del coronavirus de Wuhan, que dificulta el control del brote epidémico causado por este virus es que un 14% de las personas infectadas, después de recuperarse y ser declaradas libres del virus, vuelven a dar positivo para el mismo, indicando que éste ha permanecido indetectable durante un tiempo y luego vuelve a re-emerger, pese a que el paciente estaba parcialmente inmunizado frente a este patógeno. Esto se podría explicar porque las muestras biológicas evaluadas procedentes del paciente se hubiesen tomado en la última evaluación de tejidos distintos a las anteriores. Alternativamente, el virus podría haber evolucionado antigénicamente para evadir la respuesta inmune del hospedador. En el caso de que se confirmase este postulado no sería una buena noticia para la extinción del brote epidémico. Estas características del nuevo coronavirus podrían favorecer que el número real de individuos infectados sea muy superior al estimado hasta ahora, lo que ayudaría a que el nuevo virus haya venido para quedarse en la población, con reapariciones estacionales, tal como sucede con el virus de la gripe.

Afortunadamente, se han desarrollado diagnósticos que permiten confirmar la presencia del coronavirus en muestras de pacientes en 3-4 horas. Estos sistemas se basan técnicas de biología molecular (PCR) que determinan la presencia de ácidos nucleicos del virus. Así mismo, ya se han identificado antivirales, aprobados para su uso en humanos con otros virus, que se han mostrado efectivos en la protección frente el nuevo coronavirus utilizando modelos animales experimentales. Ahora queda por demostrar que estos antivirales también son efectivos frente al SARS-CoV-2, algo que ya está en marcha en distintos hospitales de China. Uno de los antivirales más prometedores es el Remdesivir, que ha mostrado protección frente al SARS-CoV-2 en cultivos celulares, en monos macacos y en personas, lo que es francamente prometedor.

La disponibilidad de la secuencia del virus está facilitando el diseño de distintos tipos de vacunas, basadas en simples proteínas del coronavirus emergente, en la expresión de estas proteínas con vectores virales conocidos, o en vacunas modernas generadas por ingeniería genética de virus atenuados. Alternativamente, se están construyendo en nuestro laboratorio del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC, Madrid) replicones RNA derivados del SARS-CoV-2. Estos replicones auto-amplifican considerablemente la dosis génica que codifica el antígeno viral que induce protección. Nuestro laboratorio está combinando la química sintética, para producir los distintos fragmentos que forman el genoma del nuevo virus, y los sistemas de genética reversa que habíamos desarrollado anteriormente, para unir los fragmentos sintetizados siguiendo una estrategia preconcebida y ensamblar una copia cDNA del genoma completo. Esta estrategia se había utilizado anteriormente en nuestro laboratorio para la construcción de vacunas recombinantes para los coronavirus productores del SARS y del MERS. Los candidatos a vacuna construidos para el SARS-CoV del 2002, y para el MERS-CoV proporcionaron una protección del 100% en modelos animales experimentales, y están pendientes de su evaluación en ensayos clínicos en humanos.

Los datos procedentes de China indican que en los últimos 35 días el número de nuevos infectados en este país por el virus de Wuhan ha disminuido sin cesar, aunque se ha visto un pequeño repunte en los tres días siguientes. Además, de la identificación citada de un antiviral, el gobierno norteamericano ha anunciado la obtención de una vacuna en unas semanas. Sin embargo, también debemos de admitir que estas excelentes noticias se han visto algo apagadas por el incremento del número de casos en unos pocos países, como Italia, Corea, Japón, Irán, Méjico, y también en España. Es por ello lógico que el enorme triunfo que suponen los masivos datos sobre el control del brote epidémico en China se hayan visto parcialmente, ensombrecidos por el leve aumento de casos en estos países. Ante esta situación ¿cuál es la previsión que se puede hacer sobre la evolución del brote epidémico? Los datos han mostrado que es posible controlar la diseminación del virus en una nación tan densamente poblada como China, eso sí, con una enorme determinación, esfuerzo y disciplina. Ahora, en el resto de los países que se han visto afectados se tendrían que aplicar medidas similares, que además tuviesen en cuenta lo que hemos aprendido del comportamiento de SARS-CoV-2.

Afortunadamente, la mayor parte (más del 98%) de las personas infectadas por el virus de Wuhan responden con defensas inmunológicas controlando la progresión del virus y, por lo general, solo las personas de mayor edad y con otros problemas médicos asociados, ceden ante el avance de éste. Sin embargo, esta minoría, pero importante parte de los pacientes, a partir de ahora podrá recibir el antiviral identificado efectivo en humanos. Así mismo, la recogida de antisueros de pacientes que han vencido a la infección, la generación de anticuerpos en el laboratorio que neutralizan con gran potencia al virus de Wuhan, o el diseño de vacunas que previenen la infección de las personas por el SARS-CoV-2 ayudarán considerablemente a la protección de la población. Aunque los virus también desarrollan sus estrategias para resistir a las defensas del cuerpo humano, la historia de la medicina nos ha demostrado que el resultado final de la batalla entre virus y personas normalmente resulta en la protección frente a los virus.

Luis Enjuanes, Isabel Sola y Sonia Zuñiga. Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC). Madrid.

ANEXO

Coronavirus: riesgo personal y riesgo colectivo
Escrito por Margarita del Val (CBMSO, CSIC-UAM), a raíz de la demanda de información sobre por qué se toman medidas tan extraordinarias en un foro de científicos.
Coronavirus

Madrid, 9 de marzo de 2020

Riesgo individual y riesgo colectivo.

 

Hola,

soy viróloga e inmunóloga, pero no epidemióloga.

A mi juicio, la clave para entender lo que está pasando con el coronavirus es pasar del nivel de individuo al nivel de epidemia, que la que la sufre es la sociedad.

Entiendo vuestro asombro porque estoy de acuerdo en que no se dice por qué se toman estas medidas tan inhabituales, y, de verdad, no entiendo por qué no se dice. En breve, para quien no quiera leer más: se toman estas medidas no solo para protegernos a cada uno de nosotros del coronavirus, sino especialmente para proteger a los vulnerables y especialmente a los que nos curan, para que los sanitarios no se saturen ni enfermen en masa y puedan curarnos a todos. Entiendo también que no se quiera alarmar a la población para que no acudan innecesariamente al médico. Aún así, como vosotros, echo de menos una explicación de las medidas drásticas que se están tomando en el mundo.

Algunos puntos para entenderlo, en mi humilde opinión:

Primero, la mortalidad por el coronavirus parece ser algo superior que la de la gripe, pero el grupo más vulnerable es parecido y hablar como de gripe no es alejarse mucho de lo que es. La gripe, por cierto, no es tan banal como nos creemos. Cada año mueren 6.300 españoles de gripe. Muchos más que por accidentes de tráfico. Con ambos virus hay que tener especial atención con gente con patologías previas de varios tipos y con gente de mayor edad: la mortalidad en China por coronavirus aproximadamente se duplica con cada década de edad (buscad datos exactos si queréis), llegando al 14,8 % para los mayores de 80 años.

Así que a nivel individual no hay que sobre-preocuparse. Si tenemos síntomas por los que por gripe no iríamos al médico ni al teléfono, y si no somos contacto de un infectado por coronavirus ni hemos viajado a lugares de riesgo, solo tenemos que leernos las instrucciones de Sanidad, quedarnos tranquilos, y no saturar los centros médicos por el miedo.

PERO: (y no quiero alarmar): a nivel colectivo hay varias diferencias que justifican este cuidado, estas cuarentenas, este impacto social y económico. Es lo que es el contenido completo de la palabra epidemia: que el impacto es a nivel colectivo, de sociedad, no solo individual:

El coronavirus es un virus nuevo y la ciencia sabe muy poco de él. Y por tanto puede predecir muy poco. Pero hacemos bien los científicos en afanarnos e intentar entender todo lo posible

No tenemos ni un antiviral ni una vacuna, mientras que frente a la gripe tenemos vacunas, mejorables, pero tenemos. Ni sabemos si toda la ciencia logrará producir vacunas; es posible, pero hasta que no las tengamos, no sabemos. Tenemos vacunas frente a pocas enfermedades infecciosas, no olvidéis que hay infecciones que se resisten a pesar de esfuerzos científicos mundiales tremendos, como HIV o dengue, malaria o tuberculosis, y muchas más.

El coronavirus es bastante más contagioso que la gripe, entre otras cosas quizás porque mal que bien contra la gripe tenemos algo de inmunidad pasada, pero frente a este virus estamos totalmente inermes, naive.

De gripe se enferma (o sea, con síntomas como para ir al médico) un 1% de la población cada año en la temporada de invierno. Lo que quiere decir que a lo mejor no sabemos lo que es una gripe en nuestra vida – puede que no nos toque más de una en 100 años – a no confundir una buena gripe con otras infecciones mas leves con síntomas muy parecidos. Y se hospitalizan cada año unos 30.000 por gripe severa.

De coronavirus nos podemos infectar, teóricamente y sin cuarentenas ni barreras, un 100% de la población en unos pocos meses, en el peor de los casos. Bueno, solo un 20-25% tendrán síntomas, en el peor de los casos.

El 1% de gripe anual en invierno es lo que absorbe el sistema sanitario, que llega en esos meses a sus niveles máximos de saturación.

No podemos permitirnos la libre circulación del coronavirus porque enfermaría (grave o crítico) un 17% de la población (datos de China actuales), número de pacientes que es inabsorbible por el sistema sanitario.

Por tanto hacen falta cuarentenas, trazado de contactos, y cualquier medida que logre reducir la velocidad a la que, lentamente, nos iremos contagiando casi todos. Hay que ganar todo el tiempo posible para que la infección de todos tarde ojalá que 100 años. Hay que ganar tiempo para que haya una vacuna o un tratamiento. Hay que ganar tiempo a ver si hay suerte y se atenúa en verano. O desaparece, como el SARS con medidas de contención drásticas parecidas a las actuales. Hay que ganar tiempo para que haya un antiviral. Hay que ganar tiempo a ver si vivo más y no me muero precozmente.

Pero, sobre todo, hace falta que nuestro sistema sanitario no colapse. Porque la COVID-19 es una enfermedad que, con asistencia sanitaria, es mucho menos dañina y mucho menos mortal que sin ella: oxígeno, hidratación, antipiréticos, antiinflamatorios, antibióticos si se complica, soporte vital… – lo saben los médicos para las demás neumonías, pero quizás este virus tiene patologías y secuelas propias. En China, en la «zona cero» la mortalidad ha sido entre 8 y 30 veces mayor que en otras provincias de China: «Asked why [in] Wuhan [the fatality ratio] was so much higher than the national level, the National Health Commission of China official replied that it was for lack of resources» (reunión NHCC y OMS, Feb 20, 2020).

Porque hay que frenar la epidemia, está protocolizado que los sanitarios se pongan en cuarentena cuando han estado expuestos sin saberlo y sin protegerse a un enfermo con coronavirus. Esto se hace ya para neumonías, sarampión, por ejemplo, y también ahora para coronavirus. Si ellos se infectan, aunque sea levemente, y se tienen que poner en cuarentena, para evitar contagiar a su vez a pacientes muy vulnerables, van bajando los recursos humanos sanitarios.

Porque hay que frenar la epidemia, está protocolizado que los enfermos con coronavirus sean aislados, en hospital o en casa según la gravedad y según los recursos disponibles. Pero de esta manera, con las medidas necesarias de aislamiento, no podrán ni siquiera atendernos si llega a enfermar el 1% de la población en unos meses, si llega a ser el nivel habitual que alcanza la gripe en invierno, ni si llega a ser un año de gripe duro. Lombardía, en el norte de Italia, ha llegado este fin de semana pasado del día internacional de la mujer a niveles cercanos a la emergencia sanitaria con unos 350 casos por millón de habitantes, muy lejos del 1% (que son 10.000 casos por millón). Por eso ha sido necesaria la adopción de medidas drásticas de circulación de las personas. Y la Sanidad italiana es la quinta del mundo, con la española la tercera, con todas sus deficiencias y sus grandezas que conocemos. En Hubei, o provincia china, han llegado a un máximo de 1.200 casos/millón. Por eso han tenido que construir 16 hospitales en pocos días y reclutar a decenas de miles de sanitarios de otras provincias.

Hay que frenar la epidemia porque la observación de Italia, de España, nos muestra que cada semana o diez días se multiplica el número de casos de coronavirus por 10. Haced números a corto plazo, estimad cómo llegamos tan solo a fin de mes si seguimos reticentes a adoptar o seguir las medidas recomendadas.

Por eso hay que respetar todas las medidas de contención, de cuarentena, de aislamiento que nos recomienden las autoridades sanitarias. Porque aún haciéndolo, y estando más preparados que nunca en la historia para combatir una pandemia, estamos también más globalizados que nunca para expandir y potenciar una pandemia.

Por eso, además de seguir a rajatabla todas las medidas recomendadas contra el coronavirus, hay que tener sensatez y autolimitarse los contactos. Porque lo que está en cuestión no es solo si me infecto yo o no, sino sobre todo si yo puedo infectar o no a otras personas, justo lo contrario. Recordad, es una epidemia. Por eso, hay que cancelar congresos de sanitarios. Por eso, hay que evitar viajes innecesarios y en los que estemos expuestos y exponiendo a mucha gente de orígenes diversos. Por eso, hay que evitar multitudes y reuniones grandes. Por eso, cuando te cierran la empresa porque hay un caso de coronavirus en tu departamento, o te cierran la universidad, no hay que irse a tomar una copa o a visitar a tu madre o a hacer la compra en un momentito: te envían a casa no para protegerte a ti, que estás fuertote, joven y sano, sino para que no seas un vehículo de contagio que podría llevar a la muerte a personas mas vulnerables en un par de saltos de contagio, e incluso a ti si inopinadamente sufres una apendicitis y no te pueden curar.

Por no hablar de si pasa lo mismo en unas semanas en países con menos recursos.

Ojalá que en un futuro el coronavirus se convierta tan solo en una enfermedad estacional como la gripe y las múltiples infecciones respiratorias que sufrimos regularmente. Pero para llegar a ello tenemos que pasar por la oleada de la epidemia. Y tiene que ser lo más lentamente posible. Hay que ganar tiempo, cualquier retraso en la diseminación del virus y la extensión de la epidemia es importante. Sí, es posible hacerlo y los retrasos están en las manos de todos (nunca mejor dicho, lávatelas), incluso con medidas sencillas.

Respecto a qué hacer con la cancelación de colegios y universidades:
Se hace para que no se extiendan los contagios, para reducir los movimientos y los contactos.
Lo más sensato para los escolares es que no vayan con los abuelos, que son alrededor de unas 50 veces más propensos que ellos a enfermar gravemente e incluso a fallecer. Los padres se podrían intentar organizar entre ellos para ocuparse uno de ellos cada día.
Para los estudiantes de Institutos y Universidades, seguir con la vida normal yendo al gimnasio y de fiestas no es ser el que tiene la cabeza más fría. Es ser menos sensato. Reflexionad y pensad si os podéis quedar en casa a partir de mañana, restringiendo los movimientos y el círculo de contactos físicos.

Además de un intento de explicación de las medidas tomadas en el mundo con la epidemia de coronavirus, esto es una llamada a la sensatez y a la responsabilidad, una vez que tenemos los datos, los pocos datos que conocemos de este virus. La responsabilidad no es solo no sentir pánico, que también, sino pensar en los demás, que suelen ser, siempre, los más cercanos.

Bueno, esta es mi opinión. Un saludo

Marga del Val

DIVULGACIÓN CIENTÍFICA DEL 06 DE MARZO DE 2020

ENTRE PROBETAS

Jueves 21:30 h en Radio 5

Los secretos del Universo ya son menos – 05/03/20
Hace unos días, un experimento japonés pretendía confirmar el final del universo. El universo, esa inmensidad que todavía guarda más incógnitas que certezas -¿cómo surgió, qué tamaño tiene, cuántos hay?- Para hablar del cosmos y sus misterios tenemos con nosotros a Montse Villar, astrofísica e investigadora del Centro de Astrobiología de Madrid. En nuestra sección de libros de contenido científicos hablamos de El agua en el cosmos. Con otras noticias y la banda sonora de la película El hombre con rayos X en los ojos, terminamos el programa.

El LAB de JAL

Domingos 15:50 h en Radio 5

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10 comentarios

  1. Gracias y mil gracias. Esta es una manera científica de describir la situación. Excelente trabajo de comunicación. Breve, comprensible y sin alarmismos.

  2. Excelente resumen de la situación. Ojalá se difundieran más artículos como éste, y menos las opiniones de tertulianos «bien informados».

  3. Preocupante. ¿Cual es la probabilidad que estos 14% de la reaparicion del virus crezca con el tiempo?

  4. No soy experto en biotecnología ni en bacteriología pero la explicación dada y la descripcion el panorama que nos espera es sencillamente fenomenal, de una claridad y sencillez tal que queda al alcance intelectual de una gran cantidad de personas. Felicitaciones!!

  5. Hola José. Pues no te puedo contestar, puesto que no está claro el motivo de la reaparición: reinfección? Mal diagnóstico de curación? Infección con cepa distinta? Sistema inmune debilitado? Me imagino que a medida que crezcan los casos se tendrán más datos…

    Hola Edison, le transmitiré tus felicitaciones al equipo investigador.

    Un saludo!

  6. De acuerdo al 99% con mis compañeros de la SEV. El 1% de discrepancia deriva de mi opinión personal sobre las medidas de contención. Dudo mucho que este virus sea «contenible» (feo palabrejo) y dudo que las medidas drásticas de contención (véase Italia, tal vez España muy pronto) puedan justificarse si se confrontan con sus efectos secundarios, que perdurarán mucho más allá del cierre del evento y cuasarán graves perjuicios (también muerte) a mucha gente. Merece la pena leer el artículo publicado hoy en Expansión por José María Rotellar, y el que publicó ayer Rubén Amón en El Confidencial, para valorar lo que digo. Nunca tendremos una RT-PCR para poner cara, nombre y biografía a esas víctimas; y nunca podremos contarlas, solo estimarlas. No serán más que un número.

  7. Querido José Manuel, muchas gracias, como siempre, por tus sabias palabras. La verdad es que las consecuencias económicas, sanitarias y sociales de este coronavirus es un fenómeno que, como bien dices, perdurará largamente en el tiempo. Que se podría haber actuado de otra forma, mejor… peor… no lo sé, pero, bueno, estamos en el escenario en el que estamos y nos corresponde a todos, como científicos, sanitarios, gestores, sociedad… arrimar el hombro en la medida de nuestras posibilidades. De nuevo, muchas gracias por asomarte a este pequeño rincón de divulgación. Un abrazo

  8. Un ejemplo de información rigurosa ante una situación que despierta inquietud por lo incierto de su evolución. Los datos veraces son el mejor principio para despejar dudas. Por ahora, solo cabe esperar que los grandes esfuerzos que se están realizando den los frutos esperados. Muchas gracias.

  9. «El brote epid mico que disemina el virus SARS-CoV-2, que es como se deber a denominar este virus, que emergi en la ciudad China de Wuhan en diciembre del 2019, de acuerdo con el Comit Internacional de Estudio de los Coronavirus, se ha extendido por 65 pa ses. El nombre asignado al virus de Wuhan se basa en que la secuencia de su genoma tiene una identidad del 80% con la secuencia del SARS-CoV que emergi en el a o 2002 en la provincia de Guandong, en el sudeste de China. El nuevo virus, es en este momento el centro de atenci n de todo el mundo y, por supuesto de los espa oles por el aumento del n mero de personas infectadas a lo largo de toda la geograf a de Espa a

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