Ciencia, magia y comida gratis

El ser humano ha ansiado siempre vivir del cuento, vivir y gozar del cuento, por eso algunas culturas prometen paraísos después de la muerte, y algunas antes de ésta. Hoy muchas de estas ansias se quieren satisfacer mediante una ciencia distorsionada, que se asimila a la magia.  

Muchos científicos, haciendo gala de un mal uso incomprensible del lenguaje describen sus ideas utilizándolo mal, de manera que los que leen descripciones de sus teorías las interpretan como magia, una magia capaz de llenar sus sueños, sus ansias. 

Se afirma que todo tiene un principio, y de ahí, se deduce que el universo empezó en un punto del tiempo. (De hecho, el modelo de la Relatividad General tiene una singularidad matemática hacia atrás en el tiempo actual. El modelo está verificado con una serie de observaciones, pero no hay observaciones de esa singularidad, ni siquiera de tiempos cercanos a la misma. Por lo tanto extrapolar la corrección del modelo a situaciones no medidas ni observadas parece, cuando menos, arriesgado). Por lo que observamos y medimos, las cosas no tienen un principio: Evolucionan a partir de otras cosas o ideas. Y sobre todo, ¿cómo es posible hablar de “un punto, un instante del tiempo” cuando sin universo, sin objetos, no hay tiempo, no existe este concepto? 

Ahora se ha puesto de moda hablar de “múltiples universos”, de “universos paralelos”, que trasladan información indetectable entre ellos, es decir, que se modifican unos a otros pero no es posible observar esos otros universos. De la misma manera, se puso de moda, y sigue hoy, hablar de cosas invisibles, no medibles, como materia y energía “oscuras”. Esto viene muy bien a los creyentes en la magia, y en las fuerzas ignotas que podrían arreglar los problemas de las personas. La ciencia es lo medible, lo observable. El resto no es ciencia, no tiene ninguna garantía. 

Se leen noticias sobre nuevos componentes de la materia, los “spinones” y los “cargones”, haciendo suponer a los lectores que los electrones no son partículas simples, sino compuestas, cuando estos términos son similares a los “fonones”, es decir, ondas de sonido en un sólido. Si el sólido es acústicamente anisótropo, es decir, transmite mejor el sonido en una dirección que en otra, aparecerán dos tipos de fonones, cada uno en una de las direcciones. De la misma manera, en un sólido, excitado adecuadamente,  se puede transmitir una señal de spin, en dirección distinta de una onda de carga. El fenómeno no es el electrón partido, sino la estructura del sólido, como una tela cortada al “bies”. Hay una autentica manía, entre muchos físicos, de multiplicar el número de partículas para explicar lo que son propiedades de la materia. Empezó esta manía con los fotones de Einstein, que realmente son resonancias del campo electromagnético en una cavidad, o actuando sobre los electrones en los distintos niveles energéticos de los átomos. Resonancias y niveles están cuantizados, en la física de escalas grandes y en la de escalas pequeñas, no hay nada de extraño en los conceptos cuánticos.  

Al utilizar erróneamente el lenguaje, esos científicos, inducen a expectativas falsas a los que los leen. 

Tenemos el caso de los ordenadores cuánticos. Siempre ha habido computación paralela. La idea de los ordenadores cuánticos es forzar una serie de elementos, por ejemplo, electrones, monitorizando sus spines, a que trabajan en paralelo. Se especifica ésto diciendo que los spines de los electrones están entrelazados de manera que cuando se detecta el valor de uno de ellos, tras haber cambiado mediante, por ejemplo, un campo magnético, se detectan cambios en los demás mediante correlaciones estadísticas. Esto mismo se puede hacer con discos macroscópicos adecuadamente preparados, de forma que cuando uno de ellos cambia su giro y/o cambia otro disco, se mantiene una correlación entre ambos giros.

Con los electrones se puede conseguir correlacionar sus spines, de forma que se pueden coordinar las respuestas de un conjunto de electrones ante cambios de los spines de los mismos. Así, con bastante trabajo, se puede realizar una computación paralela, muy rápida y con miles o millones del electrones (que están unidos a los átomos correspondientes). Ahora bien, en el dominio cuántico, como las energías involucradas para conseguir cambiar las propiedades de las partículas son del mismo orden de magnitud que las energías propias de éstas, los cambios tienen siempre componentes aleatorias. Es difícil pensar que un ordenador cuántico va a responder siempre, cuando se sumen 1+2+3+4 …+99+100 con la respuesta correcta de 5050. Y este es el gran problema de la computación cuántica. Los ordenadores “clásicos” responden siempre con 5050. La razón es que la separación entre los valores de los bits, 0 y 1 es muy grande, mientras que en los ordenadores cuánticos, las diferencias entre los valores de los, por ejemplo, spines, es bastante pequeña, de forma que pueden pasar de un valor a otro de manera incontrolable. Estos ordenadores realmente lo que producirán serán descripciones probabilísticas de situaciones complejas. No resolverán los problemas de la vida humana. 

Las personas no cambian, siguen ansiando milagros, pero deben saber que no existen soluciones mágicas en la Naturaleza, en el universo, que no existen esos milagros. El ansia no es lo mismo que el conocimiento.  La energía de que disponemos sale de otra energía anterior, con pérdida de una parte de esa energía previa. 

Aunque queramos el paraíso, cuanto antes aceptemos, todos, que no hay “comida gratis” mejor podremos gestionar nuestras vidas individuales y nuestras vidas en interacción con las de los demás. Los que nos  quieren regalar esa comida, como los vendedores del “bálsamo de Fierabrás”, realmente nos cobran muchísimo, sin que muchos se enteren de esto. 

———————————

Si quieren saber más de estas y otras cuestiones relacionadas con la incertidumbre de nuestro sistema, pueden consultar “Disfrutando la Incertidumbre”:

https://www.amazon.es/Disfrutando-Incertidumbre-Antonio-Ruiz-Elvira-ebook/dp/B09Z2HCTTL/ref=sr_1_1?crid=2KBW2YR6FK8U8&keywords=disfrutando+la+incertidumbre&qid=1656009931&s=digital-text&sprefix=%2Cdigital-text%2C94&sr=1-1

Es posible leer los libros Kindle tanto en móvil como en ordenador. Basta con bajarse gratis unas “app”  de Kindle en Amazon. 

https://www.amazon.com/b?node=16571048011

Compartir:

Deja un comentario