Sistemas Complejos: La sociedad humana – 2

Como cualquier otro sistema de partes en interacción, la sociedad se organiza en estructuras diversas. 

Los fallos de esas estructuras, o mejor dicho, los fallos de interacción entre estructuras, llevan al mal funcionamiento, y quizás al colapso, de las sociedades. El mejor ejemplo es el de Francia antes de su revolución. Existía la estructura de la aristocracia “de espada”, la supuestamente antigua, dedicada a vivir de sus propiedades agrarias y servir en las guerras, y la aristocracia “de toga”, los nuevos ricos que, aunque disponían de propiedades agrarias, derivaban su poder de sus puestos de juristas, administradores y a veces, grandes comerciantes. Ambas estructuras interaccionaban poco, de manera que el sistema se quedó sin recursos energéticos (dinero) para seguir funcionando.  

En la Roma imperial, en su parte occidental, la estructura del poder político se separó de la estructura del poder militar, o más bien, de los distintos poderes militares, mientras que en la parte oriental ambos poderes se concentraban en una única ciudad, Constantinopla, e interaccionaban constantemente, de manera que la parte occidental colapsó, mientras que la oriental aguanto otros 1000 años resistiendo ataques por todos los lados. 

Hoy, por ejemplo, en los EEUU se está desarrollando una separación entre dos estructuras culturales y productivas que están perdiendo la interacción entre ellas. Hasta en China se están imponiendo, una y otra vez, los confinamientos, es decir, la rotura de la interacción entre las distintas estructuras del país.  Esto mismo pasa en España a nivel más pequeño, y entre los grandes países a nivel global. 

En los sistemas no lineales, cuando no hay control, se exageran las tendencias, las realimentaciones dominan sobre las interacciones: En un fluido, los vórtices crecen hasta llenar el espacio disponible, en la sociedad, “los ricos se hacen más ricos y los pobres, más pobres”. 

En los sistemas físicos, las fluctuaciones surgen porque no hay sistemas perfectamente ideales. En los fluidos, hasta una vibración inducida desde el exterior en el interior de un tubo pulido lleva a la producción de un pequeño vórtice que, dependiendo de  la combinación de la anchura del tubo, la velocidad y   viscosidad del fluido, puede llevar a su amplificación y formación de grandes vórtices. 

En las sociedades, como en las familias (las estructuras más simples) las fluctuaciones suelen ocurrir al aparecer alguna persona con capacidades especiales o historias infantiles diferentes de las de los demás. Una persona, por ejemplo, que siempre que habla, miente, o una persona en posición de poder, cuya infancia fue el miedo a ser asesinado, como Luis XIV de Francia, o Cesar, en Roma, o alguien con dinero que acostumbraba, de niño, a abusar de los demás, como un presidente de los EEUU. Si las sociedades tienen mecanismos para mantener las estructuras en interacción (como en un flujo de agua, para hacer que los vórtices en crecimiento disipen su energía, bien por viscosidad, bien generando vórtices pequeños mediante obstáculos en la corriente) las fluctuaciones no se amplifican. Pero cuando se pierden las interacciones, las estructuras avanzan hacia sus colapso. En España, hoy, las dos estructuras políticas principales no interaccionan, como no lo hacen los partidos Republicano y Demócrata en los EEUU. En Alemania si lo hacen, al menos de momento. 

¿Cómo facilitar la interacción? En un fluido, en una tubería, poniendo pequeñas láminas perpendiculares al flujo. En la sociedad, aprobando en las Constituciones la mezcla constante, que los niños y jóvenes aprendan varios idiomas, que cambien de colegio, e incluso de región donde estar escolarizados, estimulando entre universitarios los cambios de universidad, en las personas, que pasen por distintos partidos politicos. No se puede obligar a nadie, pero la sociedad en su conjunto puede elegir libremente esa via de funcionamiento: La mezcla, la interacción constante, en vez de la separación de tipo racista que solo conduce a la miseria y al colapso. 

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