Brote de Leptospirosis en Filipinas tras el paso de dos tifones
Hace aproximadamente 1 mes que están apareciendo alertas sobre la dramática situación que se esta viviendo en algunas zonas de Filipinas tras el paso de 2 tifones Ketsana y Parma con su acompañamiento de intensas lluvias que provocaron la inundación en la ciudad de Manila y en gran cantidad de granjas en las provincias del norte de Filipinas.
Estos tifones provocaron la muerte de más de 850 personas y el desplazamiento de cientos de miles de personas más.
Por si la destrucción era poca a ella se ha añadido la emergencia de una enfermedad, que aunque bien conocida en la zona, se ha presentado con una gran virulencia debido a las inmejorables condiciones ambientales para su proliferación.
La leptospirosis, es una enfermedad que se da en otros países del sudeste de Asia con cierta frecuencia en época de lluvias y que conocen también por «fiebre de la rata», sobrevive en el agua estancada y penetra en el cuerpo humano a través de heridas en la piel o cuando una persona consume agua contaminada.
La Leptospirosis es un grupo de zoonosis bacterianas provocadas por el germen Leptospira que pertenece al orden de las Espirochaetales y cuya gravedad esta en función de la serovariedad del germen y es una enfermedad potencialmente mortal. Las leptospiras patógenas se conservan en los túbulos renales de los animales salvajes o domésticos y se eliminan por orina contagiando por contacto con la orina de animales infectados o con aguas contaminadas por la misma.
En un futuro post hablaremos más ampliamente de esta enfermedad, pero ahora vamos a centrarnos en lo que esta ocurriendo en Filipinas.
Filipinas es una zona endémica de Leptospirosis, como todas las regiones tropicales con abundantes lluvias, registrándose habitualmente alrededor de 680 casos al año; sin embargo entre el 1 y el 15 de octubre se han notificado 1.887 casos ingresados en 15 hospitales de la región de Manila y que ya ha causado la muerte de más de 130 personas en zonas aún inundadas. Recalcar que este aumento de casos, básicamente, se da en las comunidades pobres parece innecesario.
Las autoridades de salud señalaron que 1,7 millones de habitantes de Manila y dos provincias cercanas corren riesgo debido a que se espera que las inundaciones continúen hasta diciembre.
Los técnicos de salud han enviado un SOS a la comunidad internacional porque este es uno de los brotes de leptospirosis más grandes, no sólo en Filipinas sino en el mundo, que agregaron que el Departamento de Salud necesita cerca de 1 millón de dólares en medicinas para contener la enfermedad.
Además, los tifones Ketsana y Parma han causado daños de más de 580 millones de dólares en cultivos e infraestructuras.
Pero las cosas no quedan así, Filipinas se está preparando para la llegada de un nuevo tifón al norte de la isla principal de Luzon, por lo que se está evacuando a miles de personas para evitar más muertes; el nuevo tifón Lupit, que significa «feroz» en filipino, recalaría el jueves en la zona del norte de la región de Luzon y provocaría lluvias en las provincias azotadas habitualmente por este tipo de tormentas, según el servicio meteorológico.
Pero a grandes males grandes remedios, así que, hace unos días, leo la noticia de que las autoridades de Manila se proponen pagar dinero por cada rata capturada, para combatir el brote de Leptospirosis.
La campaña «caza a la rata», persigue frenar la veloz incidencia de esta virulenta enfermedad bacteriana que se contrae por contacto con la orina de roedores infectados, y que el agua ha propagado por los barrios de la periferia de la urbe que permanecen parcialmente anegados desde el paso del tifón «Ketsana», a finales de septiembre.
«Vamos a ofrecer diez pesos por cada rata, así los residentes irán tras ellas», anunció Marides Fernando, promotora de la campaña y alcaldesa del distrito de Marikina.
El Ministerio de Sanidad conoció los primeros casos una semana después del tifón, y desde entonces, ha distribuido antibióticos de diferente tipo entre cerca de 1,3 millones de personas que residen en los barrios inundados de Manila y en otros de provincias vecinas.
Y como medidas de prevención, aconsejado a los habitantes de las zonas anegadas que se cubran con vendas o tiritas impermeables sus rasguños y heridas, y también que calcen botas de plástico.
Las autoridades filipinas, alarmadas por el aumento de los casos, pidieron la pasada semana socorro a
El índice de mortalidad del brote surgido en Manila se sitúa entre el 5 por ciento y el 10 por ciento, el mayor de cuantos ha estudiado hasta ahora
Consuelo Ibáñez Martí
Médico salubrista