Ayer, el diario el País en su artículo:   El sobrepeso adelanta hasta en cuatro años la regla de las niñas, se hacía eco de los resultados de un estudio realizado por el Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Obesidad y Nutrición (Ciberobn) encontrando una relación entre obesidad  (más de 45 kilos) en las niñas y la aparición temprana de la menarquia; dice el estudio que ésta se puede adelantar hasta 4 años en relación a las niñas que presentan un peso normal.

 

El gran aumento de la obesidad infantil en España es preocupante por las patologías asociadas a la misma que se pueden precipitar a edades tempranas, pero la aparición de una pubertad “más o menos” precoz tendría una enorme repercusión, no solo en la salud, en la vida de una niña.

En primer lugar hay que establecer cuando comienza la pubertad en las niñas; aunque todos pensamos que con la aparición de la menstruación, los expertos a veces discuten si determinarlo con el desarrollo mamario, que se presenta antes, o con la menstruación. La respuesta más unánime es que la pubertad comienza con la menarquia (que es el signo más fácilmente medible o visible en esta etapa), momento en el que se supone que ya se ha producido aproximadamente el 80% del desarrollo de las mamas.

 

Fisiológicamente existe una explicación que puede justificar la aparición de la menarquia, sin entrar en profundidades, la materia grasa tiene una relación clara con la producción de hormonas fundamentalmente estrógenos.

 

Posibles efectos sobre la salud:

 

  • Puede condicionar una talla más baja,
  • Aumentar el riesgo de obesidad en la edad adulta
  • Aumenta el riesgo cardiometabólico,
  • Existe más peligro de embarazos prematuros

 

Lo que esta claro de todo ello es que va a existir una disociación entre la madurez corporal y la psicológica o emocional (chicas con mente de niñas con hormonas de adolescentes) y que no estamos ante una buena noticia.

 

Consuelo Ibáñez Martí

Médico salubristo

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