La anterior entrada de esta bitácora contenía una afirmación en relación con los títulos de Grado en Fisioterapia con la que se puede estar más o  menos de acuerdo, a saber, «lo decepcionante es que no se esté aprovechando, creemos, el espacio creado por un año más de carrera». También decíamos que «la carga de créditos por la que se paga no sólo es ficticia, sino imposible con la duración real de los cursos».

Seguro que muchos de los que lo leyeron, intuimos que más desde el ámbito universitario, se sorprendieron o extrañaron, o tal vez runrunearon algún exabrupto a favor del redactor.

La afirmaciones que vertemos aquí y en otros foros están siempre sujetas a críticas y seguro contienen el sesgo de nuestra experiencia. Es un riesgo que asumimos. Pero también estamos seguros de que muchos de los fisioterapeutas, del ámbito clínico sobre todo, pero también del ámbito académico, suscribirían las palabras del párrafo anterior. Reincidimos en este asunto por la vigencia que tienen en relación con la aprobación de las modificaciones posibles en muchos de los actuales títulos de grado. En el mes de julio pasado, sin saber si esto afectaría al Grado de Fisioterapia, expresamos nuestra opinión personal (1). No la repetiremos, pero sí retomamos el tema para preguntarnos, explícitamente, qué está suponiendo la incorporación de graduados desde hace pocos años a la profesión. Como en otras ocasiones, bajo nuestra parcial visión.

Es útil centrar el tema con preguntas concretas: el graduado, ¿sabe más de ciencias básicas que el diplomado?, ¿ha incorporado conocimiento teórico ausente antes?,  ¿ha añadido técnicas a su arsenal terapéutico/diagnóstico?,  ¿conoce la metodología de investigación en la práctica?, ¿sabe analizar y criticar la literatura científica?, ¿conoce la legislación en materia de sanidad?, ¿añade la dimensión ética a sus intervenciones?, ¿se expresa con soltura en inglés?, ¿tiene nociones de gestión de un centro/unidad de fisioterapia?,  ¿interpreta una radiografía torácica?, ¿esboza un diagnóstico de fisioterapia? Todas estas y otras preguntas deberían, según las competencias marcadas a los graduados en Fisioterapia (2) tener una respuesta afirmativa. El lector, más el recién titulado, ha de hacerse también estas preguntas, como las universidades y los colegios profesionales.

Cuando se amplió la duración de la carrera creímos, ahora vemos que con cierta ingenuidad, que los nuevos fisioterapeutas sabrían mucho más que los diplomados. Tal vez sea así en muchos casos, y tal vez debería haber algún mecanismo para evaluarlo. Pero no da esa impresión cuando conocemos estudiantes de cuarto curso. Parecería también lógico pensar que mucha de la formación que tuvimos que procurarnos tras la diplomatura se proporcionaría a los graduados. Sin embargo, sigue habiendo muchos cursos de drenaje linfático, incontinencias, vendajes varios, técnicas de tratamiento manipulativo, diagnóstico palpatorio de tal o cual región corporal, gestión de consultas o búsqueda de información, por citar algunos, cuyo contenido, a nuestro parecer, tendría cabida en el Grado. De hecho, leyendo distintos planes de estudio se puede pensar que se abarcan las competencias publicadas en la ORDEN CIN/2135/2008. Pero, ¿es esa la realidad?

Como también hemos dicho (3), los 240 créditos del Grado, a razón de 25 horas por crédito, se completan con cierto relajamiento. Más en el caso del Prácticum, que  supondría 750 horas en caso de incluir en un curso 30 créditos ETCS (European Credit Transfer and Accumulation System). De las pocas universidades que conocemos ninguna los completa. Si consideramos la preocupación por la calidad, la evaluación, la formación y adecuación de tutores y profesores, su  acreditación, motivación y remuneración, o la coherencia con los entornos de trabajo más probables tras la titulación, la laxitud y la elasticidad  no son raras. El Prácticum, normativamente integrador de «conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes y valores, adquiridos en todas las materias», en el que  se «desarrollarán todas las competencias profesionales, capacitando para una atención de fisioterapia eficaz»,  parece ser en muchos sitios un trámite, un apartadero de futuros profesionales. El lector podrá decir que no es o no fue su caso. En otras ocasiones el «trámite» se salvará exitosamente por la voluntariedad de tutores y profesores. Mejor para ellos y para la profesión.

Mientras los hechos concuerden con lo que, con cierto pesimismo, hemos expresado la ampliación de la carrera a cuatros años no habría cumplido su objetivo y el ministro Wert, o sus sucesores, podrían decir que para ser un Señor/a Graduado/a  en Fisioterapia basta con tres años de carrera.

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Referencias:

1. González-García JA. Propuesta de modificación de los títulos de Grado, ¿otra vez? En Fisioterapia, acceso 15 de febrero de 2015. https://www.madrimasd.org/blogs/fisioterapia/2014/07/25/propuesta-de-modificacion-en-los-grados-otra-vez/

2. ORDEN CIN/2135/2008, de 3 de julio, por la que se establecen los requisitos para la verificación de los títulos universitarios oficiales que habiliten para el ejercicio de la profesión de Fisioterapeuta.

3. González-García JA. Créditos virtuales, ¿esquivando Bolonia? En Fisioterapia, acceso 15 de febrero de 2015.  https://www.madrimasd.org/blogs/fisioterapia/2012/06/26/creditos-virtuales/

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