CORRIENDO QUE ES GERUNDIO

El correr como actividad lúdica, de ocio, de esparcimiento o como modo de encontrarse bien física y anímicamente ha adquirido en los últimos años tintes de moda. Como otras, parece que necesitan el marchamo de una denominación novedosa, atractiva y mejor importada del inglés. Ahora no salimos a correr, salimos a hacer running.

 

El correr como actividad lúdica, de ocio, de esparcimiento o como modo de encontrarse bien física y anímicamente, ha adquirido en los últimos años tintes de moda. Como otras, parece que necesitan el marchamo de una denominación novedosa, atractiva y mejor si es importada del inglés. Ahora no salimos a correr, salimos a hacer running.

Siempre ha estado ahí, o al menos desde que incorporamos la actividad física en sus múltiples modalidades como manera de pasar el tiempo libre, para entretenernos o mantener y mejorar nuestra salud. Se corre porque sí, sin tener que ir a ningún sitio, algo que nuestros abuelos, la mayoría, considerarían un sinsentido. Esa razón, porque sí, parece que fue la que impulsó a Forrest Gump a correr  3 años, 2 meses, 14 días y 16 horas. Otras fueron las que llevaron a Michael (encarnado por su homónimo Michael Douglas) a enrolarse en una carrera olímpica en la película, cómo no, Running. Algunos incluso proponen modalidades ciertamente imaginativas como el retrorunning.

Según la Encuesta de Hábitos Deportivos en España 2010, última de la que tenemos noticia, sale a correr un 5,6 % de la población española de entre 15 y 75 años. Es decir, sobre la base de la población en España de 2014, alrededor de dos millones de personas practican esta actividad.

 

Son muchos. Un nicho de negocio importante, en términos mercantiles. Camiseta, pantalones, mallas, pulsómetro, medias, zapatillas. Mucho que comprar, regalar y ser regalado. Una oportunidad para organizadores de eventos con fines lucrativos o los que pretenden ser escaparate de colectivos y causas varias. Pero, y eso forma parte del éxito, es algo que uno puede hacer sólo o acompañado, de día o de noche, con el chándal de la mili, y con las zapatillas de la marca Nisu. Sea como fuere, correr es algo asequible, a lo que sólo hace falta echarle un poco de ganas.

Para la Fisioterapia, como otros deportes, este también es un sector estratégico. Muchos corredores son asiduos del fisioterapeuta, con fines curativos pero también preventivos. Nos atrevemos a darles algunas nociones.

Es posible que, si el lector o algún conocido corre con cierta regularidad, tenga algunas molestias o dolores. En la mayoría de las ocasiones estas desaparecerán con un reposo relativo, descanso, o adecuación de la carga que se venga realizando (duración, intensidad, terreno). Si las cosas no progresan tal y como se esperaba es posible preguntarse: «¿He seguido los consejos que me dio el médico y/o el fisioterapeuta?» Si la respuesta es no, habrá que plantearse si no se hacen los ejercicios tal y cómo se les recomendó. También es importante preguntarse por qué no se hace. No se sienta culpable, sólo sea honesto consigo mismo y averigüe por qué  no lo está haciendo. Las razones más comunes suelen ser:

  • No estaba seguro exactamente de lo que tenía que hacer.
  • Habían demasiados ejercicios en el programa.
  •  No creía que me fuese a ayudar realmente.
  • Me han dado otros consejos diferentes.
  • Lo hice durante una o dos semanas y no vi resultados.

Estas razones, aparte de habituales, son válidas pero haga caso a su fisioterapeuta . Él  le ayudará en todo lo que necesite.

Una vez dicho esto pasaremos a ver las 3 lesiones más comunes en el mundo del llamado running:

1.    Fascitis plantar

Los síntomas: La fascitis plantar es una inflamación de la parte inferior del pie y es quizá la lesión más común entre los corredores. La característica más habitual  de esta lesión es una sensación de presión, de dolor agudo en la base del pie que puede ser desde molesto hasta insoportable. El dolor puede aparecer y desaparecer durante el día, no es constante.

Las causas: El sobreentrenamiento excesivo o calzado desgastado puede causar dolor.

La solución: Puede encontrarla modificando el calzado. Las zapatillas running ayudan a eliminar los síntomas momentáneamente. Pero para que desaparezca del todo lo mejor es evitar ir descalzo, estirar y fortalecer la parte afectada. Para ello aplicar hielo y hacer ejercicios rotatorios con una pelota en la planta del pie. Si no desaparece y persiste acude a un fisioterapeuta y te intentará dar  una solución definitiva.

2.    Tendinitis de Aquiles

Los síntomas: Cada vez que lea “itis” al final de una palabra, significa que hay una inflamación en la zona involucrada, por lo que la tendinitis de Aquiles es una  inflamación del tendón de Aquiles. Hay poco flujo de sangre en la zona y significa que el proceso de curación es, a menudo, lento.

Se manifiesta como dolor en la parte posterior de la pierna. A menudo hay hinchazón y dolor cerca del talón, que es  fuerte y puede ser incapacitante.

Las causas: Sobreesfuerzo y tener un tren inferior débil hará que haya demasiada tensión en el tendón de Aquiles y aparezca esta lesión. Un aumento rápido de carga de trabajo y/o intensidad puede tener también este efecto, por lo que es importante prestar atención a cómo se van desarrollando los músculos.

La solución: Descansar, poner hielo en la zona y estirar adecuadamente. A largo plazo, merece la pena dedicar tiempo a estirar y fortalecer las piernas. Coger peso con una sola pierna, sentadillas con una sola pierna o saltos con los pies juntos son algunos de los ejercicios recomendables.

3.    La rodilla de corredor (o runner, si lo prefiere)

Lo síntomas: Dolor constante por debajo de la rótula cuando se corre. Generalmente empeora a medida que la intensidad del ejercicio aumenta.

Las causas: Al igual que con las otras lesiones, la respuesta varía en función del corredor. Todo, desde las superficies en que se corre hasta caderas débiles, así como defectos biomecánicos. En la mayoría de los casos, la rodilla de corredor puede deberse a la incapacidad de los tejidos que rodean la rodilla.

La solución: Si la rodilla sigue incordiando, no correr durante una temporada. Si hay inflamación, tomar alguna medicación y aplicar hielo. Una vez se esté recuperado del dolor, fortalecer los músculos que rodean la rodilla. Consulte a un fisioterapeuta para saber los ejercicios específicos que hay que hacer.

Hasta aquí esta entrada. Como el lector de otras ocasiones habrá comprobado, tiene un carácter divulgativo, alejada de contenidos más profesionales. Hemos contado con la colaboración de Cristina Gómez, de AshiSports. Esperamos, en todo caso, que sea de utilidad.

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