¿Frenar el Cambio Climático? Cifras

Hace unos días escribía sobre los problemas de frenar el  Cambio Climático actual (CCa). Una de las reacciones al post ha sido la pregunta  ¿Cómo hacerlo?  La persona que preguntaba era partidaria del “decrecimiento”.

El problema del decrecimiento es doble: Cualquier persona que en España gana 1.000 euros al mes quiere ganar 2.000 euros. Las personas del Sahel realmente quieren “crecer”, no decrecer. Es difícil ver cómo podría aceptarse el mensaje de que no hay esperanza para ganar más o vivir mejor. El segundo problema se refiere al decrecimiento, o no aumento, de la población. Esto solo se consigue disminuyendo los niños que entran en el mundo. Eso lleva a un mundo envejecido, en donde pocos que producen tienen que mantener a muchos que no lo hacen, al menos hasta que los mayores vayan muriendo en cifras de miles de millones. 

Es evidente que no hay solución al CCa mediante la tecnología. La idea de capturar el CO2 es como la costumbre de algunos ricos romanos de hace 2000 años de devolver para seguir comiendo. 

La estructura energética actual es el producto de unos 200 años de desarrollo. Es muy difícil pensar que en 30 o incluso en 70 años seamos capaces de sustituirla por una estructura basada en la captura directa de la energía que llega del sol, a nivel de todo el planeta. Al menos antes de que el CCa golpee con toda su fuerza. Esta idea de control deriva de la hybris de muchos seres humanos, que piensan que la inteligencia es capaz de resolver problemas de sistemas no lineales altamente complejos. Estos sistemas se organizan solos y, al menos hoy, no hay teoría que sea capaz de entenderlos en detalle, aunque pueden ser analizados estadísticamente.

La energía que se consume anualmente en el mundo es aproximadamente 1.600 billones españoles anuales de kwh (uso los kilowatios hora, kwh, porque es una unidad de energía del nivel humano. Cada uno de nosotros tenemos una potencia de unos 100 watios, que al multiplicarla por 24 horas nos da 2,4 kwh, que son las 2.000 kilocalorías que comemos todos los días). Este consumo global de energía aumentará considerablemente de aquí a 2050, por el crecimiento de la población y el aumento de la calidad de vida (si nos dejan guerras y pestes). 

De esos 1.600 billones de kwh, aproximadamente el 83%, es decir 1.330 billones de kwh provienen de la quema del carbono fósil. Tenemos tres tecnologías para obtener energía eléctrica directamente del sol (pero no la podemos almacenar sin otras tecnologías de las que hablaré otro día). La de mayor eficiencia es la fotovoltaica que hoy, comercialmente, captura un 20% de la energía solar que recibe. En media anual podemos estimar alrededor de 1 kwh por metro cuadrado de placas solares y día, y entre la mitad y un tercio de eso la energía de las turbinas eólicas (molinos de viento) y la solar térmica. Para hacer una estimación, para eliminar la energía del carbono fósil mediante placas solares, necesitaríamos 1.330 billones del kwh divididos por 1 kwh  y por 365 días del año, es decir, 3,64 billones de placas solares de un metro cuadrado de superficie. 

 En 2020 se produjeron alrededor de mil millones de placas solares de 1 m2 equivalente. A ese ritmo necesitaríamos 4.000 años para cubrir la demanda actual de energía mediante fotovoltaica. Necesitamos multiplicar la producción anual por 100 para conseguir ese número de placas solares en 40 años. Hoy hay 350 compañías que producen placas solares, Se precisarían 35.000 compañías o su equivalente en producción, ya, o en los próximos 10 años. Habría que garantizar que ese número de placas se vende. Entramos aquí en el mismo problema de las centrales nucleares, un problema político. Pocas empresas se lanzan a la aventura de montar una central nuclear que implica un tiempo entre 10 y 15 años entre el diseño, los permisos y la construcción, en un mundo donde no se sabe si un gobierno la va a autorizar y el siguiente a paralizar. 

La mera tecnología no resuelve el problema. Cambiaremos, con seguridad, a coches eléctricos en Europa, y algunos en los EEUU. Pero los coches suponen solamente el 15% de las emisiones de CO2 en España, por ejemplo. La energía fotovoltaica ha sido un 10% de la demanda eléctrica en España en 2021, y recordemos que la electricidad supone alrededor de un 30% de la energía en España.

Deberíamos tender a edificios de consumo cero. Pero así como la fotovoltaica y la eólica avanzan, (aunque sigue siendo difícil el almacenamiento de su energía) este tipo de edificios en España es casi inexistente, y no hay planes para su desarrollo. 

Supongamos que en 2050 todos los coches son eléctricos en Europa, y que la electricidad europea es toda solar. El resto de las necesidades energéticas deberán obtenerse del gas y de la energía nuclear. Para entonces la población de la Tierra habrá crecido en 2.000 millones de personas, unas 4 veces la población de Europa. Esos 2.000 millones necesitaran al menos el doble de energía de la que Europa usa en la actualidad. Es decir, en 28 años debemos cambiar la forma de conseguir una parte de la energía en Europa y hacer eso mismo duplicado para la nueva población, más eso mismo sextuplicado para la población de la Tierra ni europea, ni norteamericana. 

Esto no lo podemos hacer sin un plan detallado, con fechas, hitos, cifras, responsables, etc. lo que ni existe ni se ve en el horizonte. 

Habría que cambiar de forma de vida ¿a cuál? Pero todos los intentos de cambiar las formas de vida de una manera directa y dirigida por alguno, o algunos, han fracasado. La sociedad es demasiado compleja como para que una persona, o un equipo de personas sepa cómo organizarla. Como el propio clima, como las bandas de estorninos en el cielo, se organiza sola. 

Nos adaptaremos al CCa, como nos hemos adaptado a lo largo de dos siglos al carbono fósil, mientras vamos sustituyendo éste (que de cualquier manera es algo con fecha de caducidad) por otras tecnologías de producción de energía libre. ¿Habrá problemas sociales y económicos? Seguro. Esta es la historia de la humanidad.

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8 comentarios

  1. «Habría que cambiar de forma de vida ¿a cuál? Pero todos los intentos de cambiar las formas de vida de una manera directa y dirigida por alguno, o algunos, han fracasado….» Interesante articulo, desde lo técnico. Pero el autor no se contesta adecuadamente la pregunta que transcribo. Existen soluciones de localización, ordenamiento territorial, aproximación producción-consumo. En fin, cambios en los sistemas de producción y consumo, favoreciendo una Geodemografía balanceada y pymes sostenibles, tanto terrestres como marítimas. Educación ambiental y toda la batería de energías limpias a pleno, sin descuidar una estrategia de reducción de la población. El problema es complejo y la solución es sistémica y holística. Saludos

  2. Lo que digo, Tomas, es que no tengo ninguna confianza en las soluciones propuestas por una persona o grupo de personas para organizar la sociedad. Esta es un sistema compleejo, y los intentos de cambiarla desde las mentes humanas han fracasado todos. Lo mas que se puede hacer es tratar de avanzaar hacia distintas soluciones corrigiendo el camino de forma constante. Gracias y saludos.

  3. Muy buen y realista artículo, y eso que sólo tiene en cuenta los aspectos agregados y funcionamiento ideal. Si encima introducimos la adaptación al tiempo diario con los límites de horas diarias de sol y viento y de su irregularidad en el reparto, que dificultan una planificación adecuada de su necesidad de almacenamiento, incluso suponiendo que se consiga un funcionamiento eficiente. Como muy bien dice el autor, la realidad es mucho más retorcida y compleja de los que voluntarísticamente se nos quiere hacer creer.

  4. Hay una alternativa, que es la transformación de la energía de la aceleración gravitatoria en electricidad. La aceleración gravitatoria, obtiene resultados de energía al cuadrado de su velocidad por su masa en un volante de inercia. Y las multiplicaciones al cuadrado, aún divididas por cuatro, en seguida se alejan, con muy importantes excedentes a su favor, de las cifras de la masa por la altura por el 9,8 de la gravedad de la energía potencial, en modo balanza, o de velocidad uniforme. Es universo cuántico. Es sólo transformación. Geometría y matemáticas. Ciencia de medir y de explorar. Que tengo medida y explorada, con prototipos materiales, pero bloqueada por la «ciencia mágica académica de las verdades sagradas» aprendidas de memoria. Que alcanzan su máxima expresión en que está prohibido patentar el movimiento continuo.

  5. Angel Luis: Trata de hacer un prototipo. Si funciona te puedes hacer de oro. Saludos.

  6. El artículo está muy bien, pero hay un error de un orden de magnitud en el consumo global de energía: no son 1600 sino 160 billones de kWh/año; así, los multiplicadores siguen siendo muy altos pero no tanto (i.e. 400 años al ritmo actual de fab. de placas FV para cubrir la demanda).
    Por lo demás, totalmente de acuerdo en que ninguna técnica será suficiente si sigue asociada a un modelo de crecimiento insaciable; son precisas tb nuevas visiones políticas capaces de desentrañar los conflictos encerrados dentro del mito del `desarrollo sostenible´:
    i.e. cambiar las reglas del juego, poniendo de manifiesto el perverso mecanismo por el cual decisiones provechosas para el planeta nos parecen negativas para el subsistema económico -tal como está planteado- y por ello muchas veces resultan impopulares …
    carecemos además de una teoría ecologista del estado democrático capaz de enfrentar este tipo de dilemas, ya que las decisiones importantes para el planeta no se acomodan fácilmente a los ciclos políticos electorales de solo unos pocos años …
    esta es quizá la carencia más urgente a la que debemos hacer frente con todas nuestras fuerzas, inteligencia y entusiasmo, pues el gran problema del nuevo capitalismo verde es su lógica expansiva, mientras que el `medio ambiente´ solo entiende de magnitudes absolutas: como nos recuerda la ecuación IPAT, de que vale e.g. que logremos doblar la eficiencia y limpieza de las tecnologías si la población + consumo se multiplican por tres ?

  7. Fernando Gutierrez tiene razon. Son 160 billones españoles de kwh. Un error de transcripción. Pero me reafirmo en que la adaptación será automática, y que ninguna politica explícita será capaz de realizarla. Las cifras son demasiado grandes y el problema demasiado complejo como para que nadie pueda diseñar una solución medianamente adecuada.

  8. A menudo nos quedamos viendo como avanzan las cifras sin tener en cuenta que lo que más nos debe aproximar a cualquier cambio no es la ambición de igualar los rendimientos y el ritmo que mantuvo el carbon de los siglos o décadas pasadas, hasta comprender que tal vez nos merecemos otros modelos de desarrollo, de esos llamados «sostenibles». Y pensar o percibir muy poco confianza en un grupo de politicos realizando un mandato en base a unas facultades de llevar adecuadamente la revolución verde desde entonces carece de consideración colectiva y proclama mas bien un individualismo de mostrarse con cierta queja o con algún contexto demasiado estrecho politizado en cuanto a su valoración resultante. Habría que sopesar tal vez si nos merecíamos estas tecnologías tan caras y tan poco verdes desde principio tan solo para iniciar fuentes de energia alternativas, que hoy en día al mejorar algo todavía no siguen un esquema zero-waste precisamente tal y como esperado. Por arrancar algunas cifras y posicionarse en una carrera innovadora de subvenciones pues para chocar con un potente lobby, por un lado, y con un tipo de mercado determinado mientras innovaciones siguen siendo domena de los SMEs también en este area, tan solo impresionante por esta razón, para terminar sirviendo a una sociedad de patrones de consumo pues determinadas. hay maneras en evolucionar sociedades, modelos de crecimiento, esquemas de los crisis y las respuestas de los colectivos ante ellos. mientras la sostenibilidad no está en las cifras únicamente pero también en un balance de «energías»-materias de un colectivo igualitario, como no, de alli reclama tal vez no tanto su turno pero a la larga un guion de esfuerzo común, por tanto, totalmente cambiado, y tambien llamativo – por consiente.

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