Houston, tenemos un problema

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La frase que da título a esta entrada se hizo famosa gracias a la película Apollo 13 (la frase original fue “Houston, we’ve had a problem here”). Podría decirse que esa película es uno de las mejores representaciones de lo que debería ser un Aprendizaje Basado en Problemas (o PBL por sus siglas anglosajonas). Tenemos un grupo de personas – la tripulación de la nave espacial y los que controlan la misión desde la Tierra – que deben enfrentarse a una situación inesperada. Ese grupo de personas poseen una serie de conocimientos previos prácticos y teóricos, tienen un tiempo determinado para estudiar el problema, buscar nuevas fuentes de información y dar una solución adecuada a la situación. El problema no se soluciona todo de una vez, sino que se va resolviendo en etapas –establecer el soporte vital, decidir el nuevo rumbo de la nave, asegurar el suministro de aire, calcular la trayectoria de reentrada, etc- mediante lo que conocemos como un proceso de autoaprendizaje. Al final del proceso, han debido de trabajar en equipo integrando diversas habilidades, han reafirmado los conocimientos que ya tenían y han adquirido unos nuevos que pueden usar para prevenir nuevos accidentes o ser aplicados en futuras situaciones problemáticas.

La situación antes descrita es la más extrema de un PBL,el 100% de la nota final depende de que todo se haga correctamente, de lo contrario los tripulantes del Apollo 13 habrían acabado muertos. Evidentemente no vamos a meter a nuestros alumnos en un lugar cerrado y les vamos a decir que, o resuelven el problema, o se quedan sin aire al cabo de un par de días. Pero está claro que si uno quiere utilizar el PBL en su docencia una de los primeros problemas con los que se va a encontrar es la “motivación” del alumno. Sin embargo, otro problema no menos importante es la “motivación” del profesor para implantar un PBL en su asignatura.

Diferencias entre el aprendizaje tradicional (TL) y el aprendizaje basado en problemas (PBL). Fuente de la Imagen: Presently Gifted

 

En la entrada anterior comentamos que en los EEUU ya están creándose universidades cuya docencia será 100% PBL. Sin llegar a esos niveles, uno de los objetivos principales del llamado Espacio Europeo de Educación Superior es precisamente incrementar los porcentajes de docencia práctica en los grados universitarios. Lo que ocurre es que, no ya cada universidad, es que cada profesor ha interpretado lo del “incremento” a su manera.

¿Mejora el PBL el nivel de comprensión de la materia por los estudiantes? Pues eso es precisamente lo que parecen indicar los diversos trabajos dedicados a analizar la implantación del PBL en los diversos grados. El último de ellos es un reciente artículo publicado en el FEMS Microbiology Letters, un grupo de la Universidad Pompeu Fabra ha mostrado los beneficios de implantar Aprendizaje Basado en Problemas Híbrido (H-PBL) en el grado de Biología. Lo de «híbrido» quiere decir que, en todas las asignaturas del grado, el 20% de las actividades docentes son de tipo PBL mientras que el 80% restante son impartidas mediante el método tradicional. Han comparado los resultados de un examen entre el último grupo de estudiantes que acabó la licenciatura y habían seguido la docencia tradicional y el primer grupo que acabó el grado que había seguido la docencia H-PBL. El examen fue realizado durante el último año de la carrera y versó sobre temas generales de los cursos pasados. Los investigadores sí vieron una diferencia significativa, de una media de 0,47 puntos en las cuestiones que debían medir la retención del conocimiento teórico adquirido. En cuanto a la resolución de problemas, las diferencia llegaba hasta una media de 0,8 puntos aunque en esta caso la diferencia no era significativa debido a la gran variabilidad de las notas en cada uno de los grupos. También notaron que los alumnos que habían aprendido por H-PBL parecían mejores en otras competencias genéricas.

¿Y si el PBL es tan bueno porqué no implantarlo en un mayor porcentaje? Por ejemplo un 30 o un 40%. Pues en el propio artículo se nos da la respuesta: la implantación de un 20% fue por conveniencia ya que se decidió en el consejo de facultad. Los miembros del consejo consideraron que el 20% era el máximo del tiempo docente que podían aceptar para evitar la pérdida de valor de las actividades tradicionales como las clases magistrales. En otras palabras, hay que «motivar» también a los profesores. Sobre ese tema recomiendo la lectura del siguiente artículo

Conclusión. Hay que innovar pero paso a paso.

Referencias:

Carrió M, Agell L, Baños JE, Moyano E, Larramona P, Pérez J. «Benefits of Using a Hybrid Problem-Based Learning Curriculum to Improve Long-term Learning Acquisition in Undergraduate Biology Education». FEMS Microbiol Lett. 2016 Jun 13 DOI: http://dx.doi.org/10.1093/femsle/fnw159

 

Blog del día en notiweb 27 de julio de 2016

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