Venter en 2010 comprueba de nuevo que Avery, ya en 1944, tenía razón

autor: Miguel Vicente

Otra vez más Craig Venter ofrece el espectáculo que periódicamente da anunciando la publicación en la revista Science de un experimento en el que el brillo de la tecnología utilizada y la repercusión mediática son más protagonistas que los planteamientos científicos. Esto ya no es sorprendente, lo que resulta curioso es que una vez más se repite el tratamiento desorbitado y, en algunos aspectos, erróneo, que los medios de comunicación dan a la noticia. Los resultados no establecen nuevos principios científicos, ni plantean teorías revolucionarias, son, eso sí, ejemplos de virtuosismo técnico. Ya en trabajos anteriores Venter había conseguido por un lado producir un genoma sintético, y por otro convertir a una especie en otra haciéndole un transplante de genoma, ahora ha combinado las dos técnicas y el resultado ha producido una bacteria casi idéntica a la que le ha servido de guía para sintetizar el genoma transplantado. Contado así queda muy lejos de los titulares que los medios de comunicación nos han estado suministrando. Y créame el lector que el experimento y el resultado han sido tal como lo digo.

Ancient of Days

«Urizen como Creador del Mundo Material» una ilustración de William Blake (1757 – 1827) para «Europa, una profecía».

Podría ahorrarme describir el experimento remitiendo a dos artículos anteriores que escribí en 2008 sobre la síntesis y en 2007 sobre el transplante del genoma. Igualmente no necesitaría añadir mucho más a lo que comenté en esos dos artículos con respecto a las posibles aplicaciones y a sus repercusiones éticas. Los detalles novedosos que tiene el experimento actual son la elección de bacteria de la que se ha copiado el genoma, Mycoplasma mycoides en vez de Mycoplasma genitalium. La razón del cambio es que M. mycoides crece más rápido, lo que acorta la duración de los experimentos. Que la síntesis de las piezas de ADN necesarias para ensamblar el genoma completo la hayan encargado a una empresa tan solo tiene interés económico. Venter en su artículo pretende convencernos de que “se ha partido de la información digitalizada de la secuencia del genoma” de M. mycoides, cuando realmente el punto de partida ha sido el propio genoma natural de M. mycoides del cuál ha averiguado su secuencia y simplemente le ha colocado unos detalles decorativos artificiales para poder seguirle la pista al genoma sintético en los pasos posteriores. Parece lo mismo, pero no lo es. Al profano la formulación de Venter puede hacerle creer que el genoma se diseñó en un ordenador, y algunos medios de comunicación han caído en ese error al dar la noticia. También, si Venter fuese modesto, podría haber evitado con facilidad el uso de la palabra “creación” para iniciar el título de su artículo.

Sabían ya los investigadores, por resultados que publicaron en 2009, que el genoma natural obtenido de M. mycoides se podía transplantar a una célula de M. capricolum. Para que el transplante sea eficiente, al igual que en los transplantes de órganos es necesario apagar la inmunidad de la bacteria receptora, pero la sorpresa fue que en los primeros intentos el genoma sintetizado no fue capaz de establecerse en el receptor. Brevemente, en las múltiples manipulaciones de alguna de las piezas del rompecabezas, que se van ensamblando por etapas en el interior de una levadura hasta llegar al genoma completo, se había introducido un error en una de las bases que componen un gen, dnaA, imprescindible para la replicación del genoma. Es algo que ocurre con alguna frecuencia en la replicación de los cromosomas en las células, porque las enzimas encargadas de copiar la doble hélice a veces se equivocan. Detectado y corregido el error, el resto del experimento ha sido comprobar, como ya lo habían hecho en las publicaciones anteriores, que la célula resultante contiene el genoma transplantado y no el original, y que ese genoma funciona y consigue trasformar las propiedades de la bacteria receptora para que sean las que dicta el genoma donante.

El experimento anterior de Venter (el de 2009) ya indicaba que las dos especies M. mycoides y M. capricolum deben ser lo suficientemente parecidas como para compartir varios mecanismos reguladores, los que permiten que la célula interprete correctamente las señales de control que en el ADN indican que debe copiarse en ARN para luego producir las proteínas. Averiguar hasta dónde puede llegar la diferencia entre especies para que las señales de control sigan funcionando será necesario para extender el campo de las aplicaciones de la técnica utilizada, pero posiblemente esto se puede hacer por procesos más sencillos que el transplante de genoma.

En definitiva el experimento actual de Venter poco añade a nuestro conocimiento de la genética sobre lo que ya hizo Avery en 1944 cuando transformó un estreptococo inocuo para hacerlo patógeno añadiéndole ADN extraído de una estirpe virulenta. Lo que aporta Venter es la potencia de la técnica que ahora permite producir el ADN por síntesis química en vez de extraerlo de una bacteria, y la capacidad de ensamblarlo de manera que lo que se cambia no son solo unos pocos genes sino el genoma completo. Sólo que Avery era un científico poco dado a airear sus logros.

¿Ha sido desmedida la publicidad que se ha dado a los resultados de Venter? No me cabe duda, pero lo más decepcionante para un científico preocupado por la divulgación es la cantidad de errores y la exageración de las interpretaciones que se han hecho. Le comenté a un periodista que las bacterias llevan en la Tierra 3.500 millones de años, y lo que se colocó en la noticia (menos mal que no en mis palabras) es que Venter había utilizado una bacteria “de hace 3.500 millones de años, de la época de los dinosaurios”. Otra de las personas que me entrevistó ignoraba lo que significa genoma. Es lamentable que quienes se encargan de informar tengan una formación tan deficiente y ya va siendo hora de que se pongan los medios para corregirlo, solo llevo diciéndolo un cuarto de siglo. Imagínese que un periodista que entrevista al seleccionador del equipo de fútbol de la Roja ignora quién es CR.

suple-noti

Incluído en suplemento mi+d el 15 de junio de 2010

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10 comentarios

  1. Totalmente de acuerdo contigo en tu análisis del nuevo artículo de Craig Venter.

    También estoy de acuerdo en señalar el excesivo e ignorante tratamiento que le han dado a este asunto muchos medios de comunicación.

    Una frase de Venter pasará a la historia (refiriéndose a su «célula sintética»):

    «This is the first self-replicating species on the planet whose parent is a computer»

    (Traducción: «Esta es la primera especie autorreplicante del planeta cuyo progenitor es un ordenador»)

    Sí, la frase pasará a la historia. A la historia de las frases ridículas y sin sentido.

  2. Hola

    Yo creo que aquí hay varios problemas superpuestos

    Por un lado Craig Venter hace lo que cualquier otro empresario. Publicitar su compañía. Hasta ahí yo no le veo nada malo, pues de alguna forma tendrá que recuperar los 40 millones de dólares invertidos. Si veo mal que de publicidad engañosa (ver la frase que hay en el comentario de César).

    Por otro lado la formación de los periodistas. Es deficiente, pero esa traba se podría solventar si hubiera un redactor con formación científica que revisara los textos. Desgraciadamente en este país, CR o Belén Esteban dan mucho más dinero a las empresas de medios de comunicación que cualquier logro científico. Añadamos a eso que no hace falta más que saber hacer la o con un canuto para escribir cualquier cosa sobre ambos «fenómenos» que seguro que la gente lo lee. Siendo realistas no creo que las editores gasten recursos materiales y económicos en formar a sus periodistas.

    Pero en cuestión de comunicación también hay que decir que los «científicos especialistas» han fallado. Como bien apunta Miguel, en el título del artículo se habla de «creación» y en el resumen del mismo de “se ha partido de la información digitalizada de la secuencia del genoma”. Como ya he dicho antes, Venter tiene que «vender la moto» de lo que hace. Son los «referees» de la revista Science los que tendrían que haberle bajado los humos señalando que debería haber utilizado otras expresiones más adecuadas y exactas.

    En cuanto a lo que ha hecho Venter. Bueno, cuando en 1969 se mandó al Apolo 11 a la Luna no se demostró ningún principio científico fundamental ni se realizó nada que no hubieran hecho antes con una sonda robotizada. Pero fue un adelanto técnico y una gesta. Y a veces las gestas hacen falta porque por lo menos durante unos días se ha hablado de Biología en los informativos y no sólo de CR o de la Esteban ;-D

  3. Comentario a Manuel Sánchez:

    En los términos que describes, la AAAS (Sociedad americana para el avance de la ciencia) y la Universidad de Stanford, que patrocina la publicación, a través de High Wire, también son empresas. Puede que en definitiva su forma de funcionar no difiera tanto de la de Interview, por poner un ejemplo próximo, o de Playboy, por citar otro del mismo país. A lo mejor lo que más varía es su contenido gráfico 🙂

  4. Hola

    De hecho, Science ha puesto el acceso libre tanto al artículo de Venter como al comentario exclusivo, así que algo deben de ganar. Por cierto, acabo de darme cuenta de que el pabellón español en la Expo Sanghai habría dado para hacer dos M. mycoides sintéticos y aún habría sobrado. Lo cual quiere decir que con la mitad de recursos Craig Venter ha conseguido publicidad en todo el globo, algo que no ha conseguido la «cesta» y el «bebé de la Coixet» (perdón, que ahora se dice «criatura» ;-). Una buena demostración de que la inversión en ciencia es siempre mucho más rentable.

  5. […] Venter en 2010 comprueba de nuevo que Avery, ya en 1944, tenía razón Más sobre Craig Venter y su "vida artificial". Tampoco es para tanto. (tags: ciencia) […]

  6. Querido Miguel,
    como siempre, enhorabuena por tu apunte. Efectivamente, el viernes tras el levantamiento del embargo del paper me desgañité (eufemísticamente hablando) en varios artículos y en RNE -todos querían un artículo inédito, por lo que tuve que hacer un alarde de recursos al escribir y describir lo mismo de 5 formas distintas…- para dar al Cesar lo que es del Cesar y al Venter lo que es del Venter -bueno, y de los patrocinadores-. Ya The New York Time había publicado varias declaraciones de otros científicos, como un «tal» Baltimore, diciendo que si lo que buscamos es un hito, sin necesidad de retroceder hasta 1944, podríamos fijarnos en 2002 y el clon infeccioso de polio sintetizado por Wimmer…
    En fin, que, como bien dices, acabaremos poniendo las portadas del playboy en la cabecera de los artículos del Science… Todo por recuperar el terreno que están ganando los Open Access.
    Curiosamente, ¿sabes lo que conseguí de mi participación en A Hombros de Gigantes» donde hablamos de todo esto del logro, gesta o hito del Venter?

    http://www.rtve.es/mediateca/audios/20100521/equipo-craig-venter-logra-crear-celulas-controladas-genoma-sintetico-contamos-programa-131-a-hombros-gigantes/778900.shtml

    pues que algún oyente creyera que estábamos haciendo prensa rosa científica y que estábamos haciendo un flaco favor a la ciencia al no aupar al olimpo las maravillas del científico del «autoinstituto» que lleva su nombre…
    Salvando las distancias es como si no pudiéramos criticar la misoginia y, al parecer, racismo de Watson pudiendo, solo, hablar de lo maravilloso que fue para el mundo el gripo de su compañero Crick en el Pub Eagle con aquello de «hemos descubierto la molécula de la vida»…
    Pues eso,
    Un abrazo, compañero.
    JAL
    http://www.madrimasd.org/blogs/biocienciatecnologia/2010/05/23/131559

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