Rafael Matesanz. El Modelo Español (Spanish Model) de donación y trasplante de órganos


El Ministerio de Sanidad y Política Social ha autorizado, hoy, la realización de los dos primeros trasplantes de cara en España; uno se llevará a cabo en Sevilla en el Hospital Virgen del Rocío y el otro en el Hospital La Fe de Valencia. ¡Es una gran noticia!

Ya, a fuerza de ser habituales, no son noticia los trasplantes que se realizan en los grandes hospitales españoles, por eso es necesario recordar la callada labor que llevan a cabo los diferentes profesionales que participan en los mismos y que mejor homenaje que dar a conocer los logros de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).

Desde hace muchos años he sido una gran admiradora de Rafael Matesanz y he seguido muy de cerca los vaivenes de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), por eso cuando en Madrid +d he encontrado hoy el análisis (escrito por él mismo) del modelo utilizado en España, que tantas vidas ha contribuido a salvar, no he podido resistir la tentación de ponerlo a disposición de todos los lectores.

Evidentemente las personas que trabajen en trasplantes de órganos ya lo conocerán pero si esta entrevista puede sensibilizar a posibles futuros donantes, bienvenida sea.

Los subrayados son suyos.

El modelo español de donación y trasplante

No descubro nada nuevo si digo que España ocupa el primer puesto de manera indiscutible en cuanto a donación y trasplante de órganos se refiere, nada menos que desde 1992. Tampoco es nuevo decir que el índice español de donación, entre 34 y 35 por millón de habitantes, duplica la media europea, está 8 puntos por encima de la de USA o triplica la australiana, o que algunas CCAA como la mayoría de las cantábricas o Canarias superan los 40. Por cada donante del Reino Unido, estas comunidades tienen tres. Así de claros y con tan pocos matices son los resultados obtenidos gracias al llamado «Modelo Español» de donación de órganos liderado por la ORGANIZACIÓN NACIONAL DE TRASPLANTES: la ONT.

Lo anteriormente expuesto justifica que los trasplantes sean el aspecto más universalmente reconocido de la sanidad española fuera de nuestras fronteras, prácticamente el único que no requiere presentación alguna en los cinco continentes.

Constituyen el ejemplo más palpable de los logros de un sistema nacional de salud construido y mantenido con el esfuerzo fiscal de todos los españoles y llevado a la práctica gracias al buen hacer y al alto nivel de los profesionales sanitarios que trabajan en todo el estado.

Se conoce internacionalmente como Modelo EspañolSpanish Model«) al conjunto de medidas adoptadas en nuestro país para mejorar la donación de órganos.

PRINCIPIOS BÁSICOS DEL MODELO ESPAÑOL

Los resultados alcanzados no pueden entenderse si no se contempla lo acaecido en España como un enfoque integrado dirigido a mejorar la donación de órganos de personas fallecidas, que incluye la existencia de un marco básico adecuado desde el punto de vista legal, económico, ético, médico y político. Los puntos básicos que (todos juntos) definen este Modelo Español son:

§         La red de coordinadores de trasplante a tres niveles: nacional, autonómico y hospitalario

  • Los dos primeros niveles nombrados y financiados por la administración sanitaria nacional y autonómica, constituyen una verdadera interfaz entre los niveles políticos y los profesionales. Todas las decisiones técnicas se toman por consenso en una Comisión del Consejo Interterritorial formado por los responsables de la coordinación nacional y de cada una de las autonomías.
  • El tercer nivel, el coordinador hospitalario debe ser un médico (aunque ayudado siempre por personal de enfermería en los grandes hospitales), que trabaja casi siempre en la coordinación a tiempo parcial, está situado dentro del hospital, y depende de la dirección del mismo (no del equipo de trasplante). Desde el punto de vista funcional, está íntimamente ligado a la coordinación autonómica y nacional.
  • La mayoría de los coordinadores son especialistas en medicina intensiva, lo que implica una participación activa de estos especialistas en la donación de órganos. La dedicación a tiempo parcial les permite continuar con su trabajo previo, lo que es especialmente importante en los pequeños hospitales.
  • Un programa de calidad en el proceso de donación de órganos, en realidad una auditoría continua de muerte encefálica en las unidades de vigilancia intensiva, llevada a cabo por los coordinadores de trasplante.
  • La oficina central de la ONT actúa como agencia de servicios en apoyo de todo el sistema. Está encargado de la distribución de órganos, la organización de los transportes, el manejo de las listas de espera, las estadísticas, la información general y especializada y en general cualquier acción que pueda contribuir a mejorar el proceso de donación y trasplante. Es muy importante el apoyo que presta la oficina central y algunas autonómicas sobre todo a los pequeños hospitales, en los que no es posible llevar a cabo sin ayuda la totalidad del proceso.
  • Un gran esfuerzo en formación continuada, tanto de los coordinadores como de gran parte del personal sanitario, con cursos generales y específicos de cada uno de los pasos del proceso: detección de donantes, aspectos legales, entrevista familiar, aspectos organizativos, gestión, comunicación…).
  • Reembolso hospitalario por parte en estos momentos de las administraciones autonómicas, que financian de manera específica y adecuada las actividades de obtención y trasplante de órganos. De otra manera sería impensable el mantenimiento de la actividad, sobre todo en los pequeños hospitales no trasplantadores.
  • Mucha dedicación a los medios de comunicación con el fin de mejorar el nivel de conocimiento de la población española sobre la donación y el trasplante. Una línea telefónica de 24 horas (la misma que la ONT, reuniones periódicas con periodistas, cursos de formación en comunicación para coordinadores, así como una rápida actitud de manejo de la publicidad adversa y las situaciones de crisis cuando éstas se producen han constituido puntos importantes a lo largo de estos años en conseguir un clima positivo para la donación de órganos.

§         Una legislación adecuada, técnicamente similar a la de otros países occidentales, con la ausencia de motivación económica, etc.

Es evidente que la implementación de todas estas medidas en un país o región es algo más que colocar coordinadores de trasplante y no son fáciles de llevar a cabo en su conjunto. Los resultados pueden verse muy influenciados porque se preste más o menos atención a algunos de estos factores o por las diferencias estructurales entre los distintos países.

LA IMPORTANCIA DE NUESTRO SISTEMA DE TRASPLANTES

¿Realmente es tan importante lo conseguido en España en el campo de los trasplantes? ¿Está justificado su éxito internacional? La respuesta tiene que ser afirmativa por múltiples razones.

Los trasplantes constituyen un claro ejemplo de terapéuticas tremendamente eficaces, de demanda creciente en todo el mundo (al año se realizan alrededor de 100.000 intervenciones), pero que chocan con un obstáculo hasta hoy infranqueable: la enorme desproporción oferta / demanda.

No menos de un millón de personas, siendo restrictivos, podrían beneficiarse al año de un trasplante de órganos en todo el mundo, lo que implica un hecho verdaderamente trágico: nueve de cada diez de estos enfermos fallece sin llegar a recibirlo o queda condenado en el mejor de los casos a mantenerse indefinidamente en diálisis.

En este contexto de escasez, España, con un sistema de gestión, en el fondo muy simple pero perfectamente ejecutado diariamente por cientos de profesionales y liderado y coordinado por la ONT ha conseguido cotas de donación desconocidas en cualquier otro país, que siguen creciendo después de 20 años.

Si a ello añadimos el hecho de que en un mundo globalizado, nada se mantiene ajeno a la observación del resto de la humanidad, el círculo se cierra: España como país y la ONT como institución se encuentran en el punto de mira de los cinco continentes.

Efectivamente, la ONT es Centro Colaborado de la OMS y lidera junto con este organismo y la Sociedad Internacional de Trasplantes (TTS) la estrategia global dirigida a mejorar la disponibilidad de estas terapéuticas para la población mundial y la lucha contra la comercialización y el turismo de trasplantes.

La ONT lideró en su momento la directiva de la Unión Europea sobre células y tejidos y lo mismo puede decirse de la de órganos, actualmente en preparación. Hemos presidido la Comisión de Trasplante del Consejo de Europa durante 7 años y son muchos los países europeos que han adoptado total o parcialmente nuestro modelo.

Sin embargo, es Latinoamérica la parte del mundo donde más claramente se ve la influencia de la ONT. Ostentamos la presidencia y secretaría del Consejo Iberoamericano de Donación y Trasplantes, a través del cual se han establecido toda una serie de recomendaciones, se han entrenado más de 200 coordinadores de todos los países de habla española y portuguesa y se han marcado en suma las pautas para que se hayan ya producido importantes incrementos de donación y trasplante en grandes zonas del continente.


No queda ahí la cosa. Países como Australia, Singapur, Canadá, Corea, India, Túnez y muchos otros han pedido nuestra colaboración o nuestro asesoramiento tan solo limitado por la imposibilidad manifiesta para un organismo tan pequeño como la ONT de atender esta demanda. En suma, la ONT es con mucha diferencia la imagen de marca más conocida y respetada de nuestra sanidad en cualquier lugar del mundo. Es algo de lo que todos podemos y debemos sentirnos legítimamente orgullosos porque entre todos lo hemos conseguido.

Consuelo Ibáñez Martí,

Médico salubrista

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